Rocío Luna
La desigualdad y la violencia de género son recurrentes en la historia de las sociedades desde la aparición de la propiedad privada. Con el avance de los movimientos feministas y los movimientos por derechos, estas cuestiones tan graves, han adquirido una visibilidad mucho mayor de la que tenían hace pocas décadas en gran parte del mundo.
El término “feminicidio” hace referencia a un tipo de homicidio específico en el que un varón, asesina a una mujer, chica o niña solo por ser del sexo femenino. A diferencia de otros tipos de asesinato; los feminicidios suelen ocurrir en el hogar como consecuencia de violencia de género. También se categorizan dentro de los crímenes de odio, dado que se dan en un contexto en el que lo femenino ha sido estigmatizado durante años.
La palabra “feminicidio” está en disputa; hay autores que afirman que incluye cualquier asesinato cuya víctima sea una mujer, independientemente del género de quien lo cometa o de cuáles sean sus motivaciones.
El feminicidio es la manifestación más extrema del abuso y la violencia de una sociedad patriarcal que afectan a las mujeres. Se produce como consecuencia de cualquier tipo de violencia de género, como pueden ser las agresiones físicas, la violación, la maternidad forzada o la mutilación genital.
Se calcula que cada año se perpetran alrededor de 66 mil feminicidios en el mundo. No obstante, hay que tener en cuenta que el número de casos de violencia de género tiende a infravalorarse y que muchos países no diferencian entre los homicidios y los feminicidios.
Mientras que el 80% de las víctimas de asesinato son hombres, cuando hablamos concretamente de homicidio familiar o íntimo el porcentaje de hombres desciende a un tercio. Este es uno de los factores que explican por qué el feminicidio requiere ser distinguido del resto de asesinatos.
Los países con las tasas más altas de feminicidio son El Salvador, Jamaica, Guatemala, Sudáfrica y Rusia. Más de la mitad de los 25 países con mayor tasa de feminicidios están en América; además de los mencionados, en la lista se encuentran Honduras, Colombia, Bolivia, Venezuela, Brasil o la República Dominicana.
En México fueron asesinadas 2,240 en los primeros siete meses de 2020, de acuerdo con cifras oficiales a pesar del confinamiento ante la pandemia por COVID-19, representa un promedio diario de 10.5 casos y un incremento de 3.1 puntos porcentuales comparado al año anterior.
Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública revelaron que 2,240 mujeres fueron asesinadas, durante los primeros siete meses del año, en México: la cantidad representa un aumento de 3.1% en comparación con el mismo periodo de 2019.
Información sobre violencia contra las mujeres (Incidencia delictiva y llamadas de emergencia 911) es el documento publicado este martes 25 de agosto por el Gobierno de México, en el cual se detalla que la cifra de víctimas se desglosa en 1,674 casos de homicidios dolosos y 566 feminicidios.
De enero a julio del año pasado la cifra fue de 2,171 asesinatos, por lo cual el incremento para el 2020 fue de 3.1 puntos porcentuales o 69 casos más, todo a pesar de los meses por confinamiento ante la pandemia por COVID-19.
El pasado 14 de agosto, la Cámara de Diputados de México propuso la homologación del delito de feminicidio para que los 32 estados del país reformen sus legislaciones a fin de establecer criterios comunes y condenar con penas de entre 40 y 60 años de cárcel por los asesinatos de mujeres con razón de género.
“La propuesta de homologar el tipo penal de feminicidio servirá para que el delito se investigue, persiga, sancione y repare de la misma forma en todo el país”, expresó la presidenta de la cámara, Laura Rojas, según un comunicado de la institución.
Durante una sesión virtual por la pandemia de la COVID-19, la presidenta de la Comisión de Justicia, la diputada Pilar Ortega, presentó la propuesta consensuada junto con la Fiscalía General de la República (FGR).
Esta propuesta prevé sancionar los feminicidios en todo el país con penas de 40 a 60 años de prisión y que para acreditar el delito se demuestre una razón de género.
También busca incorporar en todos los estados el tipo penal de feminicidios, dado que “en el ámbito local la mayoría de estos casos imputa como homicidio debido a parentesco”.
Es claro que hay mucho camino por recorrer para disminuir los feminicidios; en México se necesita una gran organización en todo el país, y legislación efectiva, así como acciones concretas no sólo de las autoridades sino también es clave la participación de la ciudadanía organizada y concientizar las futuras generaciones sobre las consecuencias del machismo porque todos tenemos madre, hijas, hermanas que pueden sufrir a causa del machismo.
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