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Carmen Serdán la “Heroína de la Revolución”.

Pablo Moctezuma Barragán 

Carmen Serdán nació en Puebla el 11 de noviembre de 1875 en el seno de una familia de gran tradición intelectual y política de corte progresista. Fue nieta de Miguel Cástulo Alatriste Castro quien participó en la Revolución de Ayutla, también en el Congreso Constituyente de 1857 en la lucha contra la invasión norteamericana, fue gobernador en Puebla, en medio de la Revolución de Reforma, en su etapa más crítica que abarcó el período de 1857 a 1861, siendo condecorado por Benito Juárez y luego muere fusilado por los conservadores el 10 de abril de 1862 enfrentando al invasor francés, del cual sus victimarios eran sus aliados.

Carmen Serdán

Su papá Manuel Serdán Guanes redactó la Ley Pueblo, el primer plan de reforma agraria en el país. Desgraciadamente murió muy joven a los 37 años cuando Carmen tenía apenas cuatro años. Su mamá María del Carmen quedó viuda a cargo de Carmen, quien era la hija mayor y llevaba el nombre de la mamá, seguida de Natalia, de Aquiles y del más pequeño Máximo y Aquiles Serdán. Doña María del Carmen Alatriste aprendió de Miguel su padre y les transmitió a sus cuatro hijos el amor a la libertad y luchar por los derechos sin escatimar ni su propia vida.

Cuando tenía 16 años un día no apareció Carmen a la hora del desayuno y fueron a buscarla, ante sorpresa de todos estaba muerta, con un rostro tranquilo. Su mamá le puso un espejo en la nariz y constató que no respiraba, llena de angustia llamó a un doctor quien brutalmente le dijo a doña Carmen que él curaba enfermos, no muertos y se retiró. Pero su mamá no podía creer que su hija ya era un cadáver y encendiendo un cigarrillo le echó humo en la cara. Ella despertó de inmediato. Había sufrido un ataque de catalepsia. En ese trance los enfermos se ponen rígidos, no se percibe la respiración ni el pulso, la piel se pone pálida y este cuadro hace creer a quienes observan, que la persona está muerta.

“De tal palo, tal astilla” igual que su abuelo y sus padres, Carmen era una valiente luchadora, decidida y audaz. Además, visionaria, porque ya vislumbraba el futuro que conquistaría México tras la derrota de la dictadura que sufría. Porfirio Díaz traicionó a Juárez y a la causa y se vendió al extranjero. La familia se rebeló encabezada por Carmen. Aquiles se afilió al Partido Antirreeleccionista y llegó a dirigir la Delegación de Puebla. Todos los hermanos apoyaban a Francisco I Madero.

Colaboró en las páginas de El Hijo del Ahuizote y del Diario del Hogar. Carmen Serdán fue una de las pocas mujeres que difundieron la entrevista Díaz - Creelman que detonó la situación que terminaría por generar la Revolución mexicana en gacetas y en reuniones.

Organizó la recepción a Francisco I. Madero en Puebla, en compañía de un grupo de mujeres de esa ciudad, con quienes llevó a cabo acciones de propaganda antirreeleccionista. Madero ofreció al grupo una política con igualdad en el trabajo y en la remuneración a las mujeres. Al grupo se unió después Sara Pérez Romero, la esposa del candidato.

Cuando Madero lanzó el Plan de San Luis Potosí llamando a las armas a las seis de la tarde del domingo 20, a todos los mexicanos que se preocuparan por el feliz destino de la Patria. Carmen y toda la familia se dispusieron a lanzarse a la lucha. El 20 de noviembre de 1910, Carmen Serdán quedó al frente de la logística del movimiento revolucionario en su estado. En esos días, ella utilizaba un lenguaje en clave, de su invención, y un seudónimo, "Marcos Serrato", para intercambiar, a través de varios periódicos, mensajes con su hermano Aquiles, quien se encontraba en San Antonio, en el estado de Texas, y para encubrir toda su actividad revolucionaria.

Carmen convertida en una agente secreta de los revolucionarios, viajó en tren a Texas y se encargó de comprar armas para el levantamiento. Colectó fondos no solo en Puebla, también en Texas, Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila. También compraron armas en la Ciudad de México y las almacenaron en su casa. Ella fue toda actividad de cara a los acontecimientos que cimbraron a México.

Aquiles se regresó a su tierra y eso fue del conocimiento de las autoridades porfiristas. El malicioso Inspector General de la Policía de Puebla, Joaquín Pita se enteró del llamamiento de Madero y al enterarse de la vuelta de Aquiles a Puebla. Como sospechaban de la familia Serdán que eran abiertamente maderistas, así que mandó al coronel Miguel Cabera para que inspeccionara la casa. Aquiles Serdán acordó con sus seguidores adelantar el inicio de la lucha revolucionaria y enterándose que venían por ellos se prepararon para recibir a los gendarmes a balazos y así lo hicieron. En la casa se habían reunido 17 revolucionarios.

Dejaron la puerta de la casa abierta, sus perseguidores aprovecharon para entrar por el pasillo y ante su sorpresa fueron atacados dejando muerto al coronel Cabrera. Carmen rifle en mano arengaba a la población desde el balcón de su casa, también las otras mujeres de la familia, su madre, las esposas, cuñadas, todas apoyaron esta acción.

Entonces apresuradamente mil soldados acompañados por el gobernador regresaron a atacar a los rebeldes. Carmen junto a los demás defendió valientemente su trinchera y fue herida y luego detenida, mataron a quince revolucionarios y también aprehendieron a su madre María del Carmen. Su hermano Máximo murió defendiendo la azotea. Aquiles logró esconderse en un entrepiso, donde se mantuvo todo el día, pero la humedad y el frío le provocaron accesos de tos y sin saber que la casa estaba vigilada esperó hasta el día siguiente para subir al comedor donde fue asesinado a sangre fría. Esta masacre provocó una oleada de indignación, no solo en Puebla, en todo el país y fue una chispa más para el gran estallido revolucionario.

A Carmen se le envió a la cárcel de La Merced y posteriormente al hospital municipal de San Pedro.  Cuando al día siguiente la interrogaron y le preguntaron la causa de su herida, contestó que ella misma se la había hecho y cuando le preguntaron que porqué se veía triste contestó que “por la sangría que iba a sufrir el País antes de que echen del poder a Porfirio Díaz y a sus amigos:” 

Finalmente, gracias a la lucha heroica, Porfirio Díaz fue derrocado huyendo a Francia en mayo de 1911. Cuando terminó el período de Victoriano Huerta, Carmen Serdán trabajó en diversos hospitales como enfermera y como maestra. Vivió sus últimos años en Puebla donde murió el 21 de agosto de 1948 a los 73 años.  Su nombre ha quedado grabado en mente y corazón de las y los mexicanos.


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