TML Weekly. 7 de noviembre 2020. Núm 43
En todo Estados Unidos en los días previos y desde el día de las elecciones, el 3 de noviembre, los trabajadores, los jóvenes, los afroamericanos, los pueblos indígenas y las minorías nacionales han continuado audazmente defendiendo los derechos de todos frente a la brutalidad policial en curso y a la anarquía y la violencia que surgen de las facciones contendientes de los círculos gobernantes en las elecciones.. La gente está clara que cualquiera que sea el resultado de la elección, seguirán presionando sus demandas y confiarán en sus propias iniciativas y organizaciones.. Las acciones en Portland, Minneapolis, Washington, DC y otros lugares lo dejó claro.
Protestas sostenidas contra la brutalidad policial y la impunidad llevadas a cabo en varias ciudades.. Los manifestantes también se opusieron a los intentos egoístas de manipular el proceso electoral, defendiendo firmemente su derecho a tener voz y voto en la dirección del país emitiendo su voto y exigiendo que al menos se contaran todos sus votos. Esto fue notable en lugares como Detroit y Filadelfia, donde hay disputas entre los gobernantes en cuanto a si contar todas las papeletas de correo. . La demanda planteada por el pueblo no tiene que ver tanto con el resultado, sino que el sistema electoral existente los excluye y exige ser contabilizados.
En Seattle, el 3 de noviembre, cientos de personas continuaron con los más de 150 días de continuas protestas exigiendo igualdad, justicia y rendición de cuentas. Como ha ocurrido desde mayo, fueron recibidos por una fuerte presencia policial y detenciones. Sus acciones continúan.
Las manifestaciones también continuaron en Portland. El 4 de noviembre, el día después de las elecciones, la policía estatal y del condado volvió a atacar a la gente, declarando la acción un motín. La Guardia Nacional de Oregón ya estaba en espera para las elecciones. Fue activado por la gobernadora Kate Brown para ayudar en el "control de multitudes". Unas 50 tropas de la Guardia Nacional se unieron a la represión de los manifestantes.
Otros estados, incluyendo Wisconsin, Kentucky, Tennessee y Texas también tenían la Guardia Nacional desplegada, tanto en previsión de las protestas como para ayudar en los centros de votación el día de las elecciones. En las protestas por los derechos en curso desde mayo, alrededor de 40.000 Guardias Nacionales han sido desplegados en varios estados en varios momentos. Algunos de ellos, como los numerosos veteranos que se unen a las protestas, han tomado su posición exigiendo derechos y se han negado a participar en la represión de las personas.
En Minneapolis el 4 de noviembre, la gente insistió en sus esfuerzos para exigir justicia para George Floyd y todos los asesinados por la policía y por desfinanciar, desmilitarizar y controlar la policía.. Volvieron a marchar por la Interestatal 94 para centrar la atención en sus demandas. La policía local y estatal llevó a cabo detenciones masivas de 646 personas. Sin temor, las protestas continuaron el 5 y 6 de noviembre para denunciar las detenciones y persistir en sus demandas de justicia e igualdad.
En la ciudad de Nueva York, las protestas nocturnas en apoyo del movimiento Black Lives Matter han estado en marcha desde la noche del 3 de noviembre.
En Washington, DC, las protestas para oponerse a la brutalidad policial y los derechos de demanda han persistido desde mayo y lo han sido a diario desde el día de las elecciones. El caso más reciente de asesinatos racistas de la policía involucra a Karon Hylton, el hombre afroamericano de 20 años que murió en una colisión de tráfico en octubre como resultado de una persecución policial injusta. . Las acciones aquí y en otros lugares también exigían el fin de la detención de niños inmigrantes, y que los campos de detención se cerraran y expresaran la unidad de los afroamericanos y latinos junto con todos aquellos que luchaban por la igualdad y la justicia.. El 4 de noviembre, varias organizaciones también plantearon demandas para proteger el medio ambiente natural.
De todas las acciones se despre de que personas de todas las nacionalidades y ámbitos de la vida se están uniendo como una sola y avanzando en sus batallas por los derechos. El caos electoral no desvió estos esfuerzos, sino que afirmó aún más la necesidad de que el pueblo fuera el encargado de la toma de decisiones en todos los asuntos que afectan a sus vidas.