top of page

FRAUDE Y CORRUPCIÓN EN LAS ELECCIONES DE GUATEMALA


El domingo 16 de junio se realizaron elecciones en Guatemala, dado que ningún candidato obtuvo el 51% la segunda vuelta se realizará el 11 de agosto de 2019, al

mismo tiempo se realizaron elecciones legislativas, municipales y al Parlamento Centroamericano. La elecciones se vieron manchadas por fraudes y compra de votos y llevó a una movilización generalizada en una gran cantidad de municipios que llevó a anular los resultados, los que volverán a contarse acta por acta.

Los ganadores de la primera vuelta son Sandra Torres con 26% y Alejandro Giammattein 15%, la gran sorpresa fue la candidata indígena Thelma Cabrera que obtuvo el 10% de la votación. Su partido el Movimiento de Liberación de los Pueblos (MLP) declaró que no reconocía los resultados por los fraudes cometidos.

Sandra Torres es candidata presidencial por tercera ocasión es ex esposa de Alvaro Colom que fue arrestado en 2018 por un caso de sobornos mientras fue presidente de 2008 a 2012. Sandra se divorció de él en 2011 para contender por la presidencia de Guatemala.

Colom es el cuarto presidente de Guatemala que enfrenta cargos por corrupción como resultado de investigaciones conducidas por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). El expresidente Alfonso Portilla acusado de apropiarse del dinero donado por Taiwán y fue extraditado a los Estados Unidosdonde cumplió una sentencia de cárcel por lavado de dinero. 

En 2013 el expresidente Efraín Rios Montt fue condenado a 80 años de prisión por el genocidio durante su dictadura en la que practicó el terrorismo de Estado y la tortura.

Pero no solo se ha encarcelado presidentes. La movilización popular logró que un presidente en las funciones de su cargo Otto Pérez Molina, fuera enviado a prisión por corrupción, junto a sus cómplices en el gobierno. Acusados por los delitos de cohecho pasivo, asociación ilícita y defraudación aduanera en 2015.

Parecía que se abría espacio para la democracia en Guatemala, pero la democracia “estilo americano” no es la salida.

En 2015 fue electo un comediante de televisión aprovechando su gran popularidad y resultó un truhan y corrupto. Acusado por la Cicig de financiamiento ilícito de su campaña de 2015 hizo desaparecer la comisión. En septiembre de 2016, su hijo y su hermano fueron señalados por su presunta participación en un caso de corrupción, pero él y su familia siguen impunes, ahora apoya al candidato Alejandro Guammatte que obtuvo el segundo lugar en las elecciones y es apoyado por los militares. Giammattei, medico de profesión, con 15% de los votos es conocido por sus posturas conservadoras contra los métodos anticonceptivos, el aborto, las menores embarazadas –a quienes propone castigar- las bodas entre personas del mismo sexo, etc. El propone que se haga uso de la pena de muerte, que no ha sido abolida en Guatemala, él es apoyado también por Otto Pérez Molina quien sigue en prisión.

Sandra Torres del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) quien obtuvo 25.7 % de los votos ha sido acusada de aceptar 2.5 millones de dólares en fondos de campaña ilícitos y no declarados pero esa acusación no fue un impedimento para aparecer en las boletas.

Las elecciones del 16 de junio fueron manipuladas y reinaron las maniobras, compra de votos, sabotajes y trucos, al grado que provocó grandes protestas a lo largo y ancho de Guatemala.

Es importante subrayar que para Jimmy Morales el apoyo de Donald Trump ha sido fundamental, al grado que Trump apoyó la expulsión de Cicig que jugó un papel positivo y tiene el apoyo de la población. También crece el apoyo a Thelma Cabrera, una candidata indígena maya mam que fue postulado por un partido campesino y pobre pero que es vista como una representante auténtica de sectores populares.

La influencia de EU ha provocado la polarización de la población, la desilusión puesot el candidato comediante Jimmy Morales que supuestamente era ajeno al sistema terminó demostrando ser un político mas del sistema. Se cansó que no sería ni corrupto ni ladrón pero resultó todo lo contrario. Con los actos de corrupción de Morales, el país se dividió entre detractores y simpatizantes del presidente. Para salvarse de la corrupción Jimmy Morales se apoyó en los militares y los evangélicos, así como en la homofóbia y en campañas de desprestigio contra los que lo querían investigar.

En esta elección hubo gran intervención de expresidentes y sus familiares. Al principio de la contienda estaban compitiendo Sandra Torres, ex primera dama del expresidente Álvaro Colom, Zury Ríos hija del dictador Efraín Ríos Montt y Roberto Arzú, hijo del expresidente Álvaro Arzú.

Otra forma de manipular las elecciones fue la fragmentación y multiplicación de partidos al grado que 22 partidos se disputaron la presidencia.

En Guatemala como en todo el mundo, hace falta la renovación democrática para terminar con esa casta corrupta, ligada al narcotráfico, ligada a Washington y a los militares, que aunque ha perdido batallas, va ganando la guerra por el poder, para ejercerlo a favor del Imperio Yanqui y de la oligarquía. Las movilizaciones del pueblo guatemalteco, su organización y aumento de conciencia son buenas señales de un cambio futuro.

bottom of page