Por Izcuauhtli Paz
Son pocos los países que tienen restricción sobre el uso del glifosato, a pesar de ser cancerígena, en México es utilizado en la agricultura intensiva y extensiva, por pequeños, medianos y grandes productores, en el sector forestal, jardinería, hace unos días el gobierno ha anunciado la eliminación gradual en los próximos 4 años.
Bayer propietaria de Monsanto es la principal corporación productora del glifosato, herbicida de amplio espectro, el cual se distribuye desde 1974 y la patente la vendió a partir del 2000, en el país se comercializa como Aquamaster, Faena, Mamba, Sankill, Glyphos, Ramrod y Roundup siendo este el más vendido.
Mientras Monsanto indica que el uso del producto además de ser inocuo es sostenible, va aunado a la dependencia de comprar las semillas modificadas genéticamente, que sean resistentes al herbicida, favoreciendo la práctica del monocultivo, dejando a la tierra sin nutrientes inservible para seguir cultivando, el uso de transgénicos como el maíz o el algodón van en aumento, poniendo en riesgo las semillas criollas, autóctonas del país. Las comunidades rurales que dependen de la agricultura se ven afectadas por las industrias que cultivan transgénicos en grandes dimensiones afectando las capacidades de competencia económica y sustento. El uso del glifosato y semillas transgénicas se encuentra lejos de ser una práctica sostenible y pone en riesgo la soberanía alimentaria.
Las consecuencias que deja el uso del herbicida son devastadoras para la salud, la agricultura, el ambiente, la economía nacional. La Agencia Internacional de Investigación de Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó al glifosato como un potencial cancerígeno, en EU existen demandas judiciales por personas que se enfermaron de cáncer por la exposición al glifosato. Se observa además reducción en la producción de miel y poblaciones de polinizadores tras su uso, afectación a las especies acuáticas, insectos, aves, plantas nativas, contaminación de suelo, agua, aire.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en un expediente científico sobre el glifosato, indica el aumento exponencial del herbicida en la siembra y comercialización de maíz, algodón y soya genéticamente modificados, la presencia de este ha encontrado en fluidos corporales de infantes, adolescentes y adultos, en fluidos de leche materna, sangre y orina, en alimentos elaborados a base maíz como tortillas y cereales, en agua potable, vinos, cervezas, en productos de higiene personal elaborados con algodón, en aguas costeras, agua subterráneas. Indica que el glifosato es absorbido fácilmente por vía tracto digestivo y en baja medida por vía cutánea, entre los efectos agudos están las dificultades respiratorias, la ataxia y las convulsiones. El artículo incluye una agenda con los Ejes para un Sistema Agroalimentario Libre de Glifosato y Cultivos Genéticamente Modificados, existen alternativas como la agroecología.
En un audio de casi seis minutos, al parecer registro de una reunión en marzo de este año, Víctor Manuel Toledo Secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), dijo que Alfonso Romo jefe del gabinete de AMLO ha sido el operador principal para bloquear todo lo relacionado al tema ambiental, por otro lado, que Víctor Villalobos Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural está en contra de la agroecología, ambos a favor de las corporaciones, en contra del programa sembrando vida, de la transición sobre el uso del algodón transgénico, lo convocaron en tres reuniones para negociar el tema del glifosato y es que en noviembre del año pasado la Semarnat negó la importación de mil toneladas de glifosato, bajo el principio precautorio para la prevención de riesgos, menciona esta decisión ha sido apabullante.
La Semarnat busca la transición hacia una producción agroecológica más segura y saludable, garantizando los derechos a la salud, a un ambiente sano y a una alimentación nutritiva de calidad.
Es deber del gobierno mexicano, no permitir el uso de productos agrícolas que pongan en riesgo, el medio ambiental, la producción agrícola y la salud del mexicano, buscar la soberanía de nuestro país antes que beneficiar a corporaciones que intentan monopolizar el mercado y el campo.