Ana Arenas
El 14 de enero de 2020 toma posesión como presidente de Guatemala Alejandro Giammattei, político conservador, exdirector penitenciario, en medio de una ola de emigración, pobreza, violencia y sujeción a los planes de EU de convertir a Guatemala en "Tercer país seguro".
En 2015, un extraordinario movimiento popular guatemalteco inspiró a toda América Latina. Cientos de miles de personas acudieron a la plaza principal de la capital, para protestar contra la corrupción. Guatemala tiene que volver a organizarse y movilizarse.
El conservador Giammattei es un médico nacido en 1956, que lleva veinte años en política, cuatro campañas presidenciales y sustituye al cómico de la televisión Jimmy Morales que llegó a la presidencia debido al hartazgo generalizado de los guatemaltecos hacia los políticos tradicionales y su corrupción, así como su sometimiento a Estados Unidos. Pero el presidente Morales empeoró la situación. El índice de percepción de la corrupción es el más elevado en la historia guatemalteca, y el 76% de la ciudadanía rechaza al presidente saliente.
Morales expulsó del país a la Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICIG), una instancia promovida por Naciones Unidas que, entre 2015 y 2017, combatió, denunció y encarceló a más de 160 corruptos, entre ellos empresarios, altos funcionarios de gobierno, ministros, diputados e incluso al expresidente Otto Pérez acusados de desfalco. La CICIG procesó a Giammattei por su instrumentación de la operación “Pavo Real” siendo director del sistema penitenciario. Estuvo 10 meses preso en 2010. En el penal hubo un motín en el que murieron siete presos.
Guatemala es hoy uno de los 10 países más violentos del planeta, con altos índices de desnutrición, pobreza y emigración hacia Estados Unidos.
Tanto Morales como Giammattei han trabajado para reposicionar el poder militar, que se vio vinculado a masacres durante la dictadura del general Efraín Ríos Montt.
Giammattei ha prometido construir un tren de alta velocidad y un oleoducto, ampliar la inversión extranjera y endurecer la lucha contra la delincuencia.
Un gran problema es la emigración de guatemaltecos, entre septiembre de 2018 y agosto de 2019 aproximadamente 250.000 guatemaltecos intentaron ingresar a Estados Unidos de manera ilegal, según datos de la Patrulla Fronteriza estadounidense y de su departamento de migración.
La cifra es alarmante porque creció exponencialmente el porcentaje de menores no acompañados con rumbo a cruzar la frontera estadounidense. De acuerdo con datos norteamericanos, fueron 27.000 en 2019, 22.000 en 2018 y 15.000 en 2017. Un éxodo en crecimiento.
Gimmettei llega con el acuerdo de Morales y EU de convertir a Guatemala en “tercer país seguro” presionado por Donald Trump.
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