Por Izcuauhtli Paz
La República de Cuba es mundialmente reconocida por su sistema de salud universal y gratuito que brinda atención su país y apoya con brigadas internacionalmente, su tasa de alfabetización es de 99.75% con un sistema educativo funcional y gratuito, es uno de los países más seguros de América Latina y el Caribe, lleva a cabo una democracia social que tiene como objetivo que todo cubano disfrute de la libertad política, justicia social, bienestar individual y colectiva y solidaridad humanista.
Desde el triunfo de la Revolución Cubana en 1959, muchos han tratado de conceptualizar al sistema socialista democrático que se vive en la isla como sinónimo de pobreza y precariedad, si bien el socialismo cubano se basa en la igualdad social, política y económica, en la posesión y administración colectiva de los medios de producción, en la distribución equitativa de los recursos económicos, no en un sistema en el que la propiedad es privada, ni en la concentración del capital en una pequeña fracción de la población mundial, tampoco se basa en el individualismo.
Cuba rompió con la hegemonía de Estados Unidos, ha mantenido su lucha antirracista, anticolonial y antiimperialista, aun con el bloqueo estadounidense de más de 50 años, mismo que no ha logrado que Cuba se ponga de rodillas, sin la integración de grandes corporaciones, ni el fomento de acumulación de riquezas entre estas, la isla atiende la producción agrícola, la movilidad, educación, salud, distribución de tierras, trabajo, es decir su soberanía nacional, de una manera equitativa y justa para todos sus habitantes.
Actualmente Cuba es una República democrática socialista, que disfruta de la libertad política, justicia social, bienestar individual y colectiva además de solidaridad humanista.
La democracia social se lleva a cabo también en sus elecciones, y no ocurre como en otros países donde las elecciones llegan a ser antipopulares, los electores pueden ser bombardeados con campañas partidistas, en medios de comunicación y redes sociales, los partidarios llegan incluso a luchas electorales por ocupar un cargo político, los candidatos ofrecen soluciones mágicas que nunca cumplirán, el sistema de partidos llega a generar desconfianza, la propaganda electoral busca convencer a los votantes, incluso hay países donde quien gana las elecciones no necesariamente llegan a la presidencia.
No puede haber democracia cuando se gana por el voto popular y se pierde por poder, la democracia que vive Cuba es muy diferente ya que esta funciona desde abajo, por el pueblo, son los vecinos de cada uno de los distritos electorales quienes eligen a las personas capaces y adecuadas para representarlos, el partido no puede involucrarse en este proceso ni mucho menos imponer a los representantes.
Un ejemplo claro de la participación cubana se refleja en las Asambleas Municipales, que a su vez eligen a los delegados de las Asambleas Provinciales, sus elecciones son un proceso democrático socialista y popular, sin demagogia, ni corrupción, ni autoritarismo, que garantiza la plena participación del pueblo. La ley cubana no permite las campañas electorales, los candidatos acuden a lugares concurridos, plazas públicas, kioscos, parques entre otros, para que los electores puedan conocer su trayectoria, lo que ellos han hecho por la sociedad, de esta manera los electores conocen la capacidad y prestigio del representante que elegirán.
Todo cubano tiene derecho a elegir o ser elegido, sin campañas políticas, ni competencias mercantiles, con la ausencia de dinero. La consulta popular empieza tiempo atrás de acudir a las urnas, las propuestas de candidaturas son elaboradas con anterioridad y se reúnen obreros, campesinos, médicos, maestros, deportistas, ciudadanas y ciudadanos, a su revisión. La Comisión de Candidatura Nacional da una gran importancia a la participación popular. El parlamento cubano cuenta con alrededor de 14 mil delegados de Circunscripción (concejales) que integran las Asambleas Municipales, compuesta heterogéneamente por científicos, intelectuales, artistas, deportistas, obreros, profesores de educación, estudiantes.