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La disolución del Congreso corrupto en Perú

Rocío Luna


El presidente peruano, Martín Vizcarra, anunció la disolución del Congreso en un mensaje televisado en Lima, el 30 de septiembre de 2019 y convocó a elecciones parlamentarias para el 26 de enero, aunque el Congreso disuelto por el Ejecutivo desconoció su autoridad en ese momento si procedió la disolución.

Cómo respuesta el órgano legislativo, de mayoría opositora, votó suspender al mandatario de sus funciones por 12 meses y la vicepresidenta, Mercedes Aráoz, juramentó en su local lugar de forma interna, pero no procedió. Además Aráoz presento su renuncia tanto a la Vicepresidencia como a la posición de jefa interna del Gobierno. Al día siguiente, las fuerzas de seguridad bloquearon el acceso del Parlamento, luego de expresar su apoyo incondicional a la investidura presidencial de Vizcarra.

Pero la crisis que enfrenta el país andino no surgió por de un momento a otro, se enmarca en consecutivos escándalos de corrupción que azotan a la clase política de la región latinoamericana.


Al parlamento se le relacionaba con el caso Obredecht, corrupción elemental, en sobornos o comisiones a cambio de orientar los recursos públicos para favorecer empresas extranjeras por lo que su disolución y bloqueo fue bien visto por el pueblo peruano.


Pedro Olaechea, presidente de la Comisión Permanente, presentó este jueves 10 de octubre una demanda competencial ante el Tribunal Constitucional (TC) en contra de la decisión del Gobierno de disolver el Congreso. Además solicitó que se dicte una medida cautelar para dejar sin efecto la resolución suprema con la que el presidente anunció el cierre del Parlamento.


A lo que respondió Vizcarra “El señor Olaechea no es presidente del Congreso, y si presenta un documento firmando como presidente del Congreso, está infringiendo una norma, está usurpando un cargo que no le corresponde”


Mientras tanto el integrante del Congreso disuelto Hernando Cevallos (de la coalición política Frente Amplió) aseguró que quienes pertenecieron a la bancada de su agrupación política no participarán del próximo proceso electoral para el Parlamento, convocado para el 26 de enero de 2020, esto es excelente, ya que no serán nuevamente miembros los corruptos que estaban en funciones, esperemos que esto sea un nuevo comienzo real para cambiar el rumbo de la política del país, y así se impulse las verdaderas soluciones para las problemáticas del pueblo peruano, sólo queda esperar que los candidatos a ocupar estos privilegiados lugares estén comprometidos con su deber y cumplan con lo que demanda sus tareas.


Cómo resultado que vemos en Perú desde que asumió el mando del gobierno, Vizcarra ganó popularidad por impulsar una cruzada contra la corrupción en un país donde los cuatro anteriores presidentes están bajo la lupa de la fiscalía acusados de recibir dádivas de la constructora brasileña Odebrecht.


Esperemos ver qué realmente tenga buenos resultados su dedicación y potencialice a su país así como lo dijo el mismo Vizcarra "Tenemos un enorme potencial y este no se desarrolla porque la clase política no se pone a la altura de las circunstancias para trabajar y dedicarse con exclusividad a los verdaderos problemas", remarcó en la ciudad amazónica de Pucallpa.

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