La Batalla de Santo Domingo. TML Weekly. Núm 1. 3 de enero de 2021
El Partido Comunista de Canadá (marxista-leninista) saluda calurosamente al pueblo haitiano con motivo del 217 aniversario de la Revolución haitiana. A partir de 1791, la resistencia organizada de los pueblos esclavizados de la colonia francesa Saint-Domingue se afianzo y finalmente derrocó tanto la esclavitud como el dominio colonial. Los revolucionarios, liderados por Toussaint L'Ouverture y Jean-Jacques Dessalines, lucharon contra las sucesivas potencias europeas -los franceses, españoles y británicos- para establecer con orgullo su república independiente, Haití, en 1804.
Jean-Jacques Dessalines
Gloria a esta poderosa hazaña, que asestó un duro golpe al imperio colonial francés. La Revolución Haitiana fue la primera en definir los derechos de ciudadanía sobre una base moderna, a saber, que pertenecen a las personas en virtud de su ser humano como miembros de un cuerpo político. Esta fue una ruptura decisiva desde la concepción de los derechos de las potencias coloniales basada en la propiedad de la propiedad y un sistema de privilegios. El logro sobresaliente de Haití sigue teniendo gran relevancia para los pueblos del mundo hasta el día de hoy, ya que luchan por nuevos arreglos que reconozcan los derechos sobre una base moderna.
Desde 1804 hasta el presente, las potencias coloniales e imperiales han trabajado sin parar para vengarse del pueblo haitiano que sigue luchando por la paz, la libertad y la democracia sin dejarse llevar.
CPC (M-L) condena el papel desempeñado por Canadá, junto con los Estados Unidos y Francia, en el golpe militar de 2004 contra el presidente democráticamente elegido de Haití, Jean-Bertrand Aristide, y que sigue desempeñando para mantener al pueblo de Haití en un estado de miseria y servidumbre. Las consecuencias del golpe de Estado de 2004 continúan en la crisis y la corrupción impuesta al sistema electoral de Haití. La injerencia extranjera en curso ha bloqueado a la gente de elegir un gobierno que defienda sus intereses.
El espíritu indomable de los revolucionarios haitianos vive en sus descendientes y compatriotas, muchos de los cuales viven y trabajan en Canadá. Al defender la dignidad del trabajo en este país, hacen una contribución insuperable.
En 2021, continuemos los trabajos para que Haití logre justicia y, especialmente, que Canadá cese su injerencia diplomática, militar y policial en los asuntos haitianos, y haga reparaciones por su papel criminal en el golpe de Estado de 2004.
¡Todo para apoyar al pueblo haitiano para que vea que se hace justicia!