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Todo mexicano tiene derecho a disfrutar de una vivienda digna y decorosa

Por Izcuauhtli Paz

La vivienda en México y el mundo representa uno de los principales problemas económicos y sociales, muchos de los habitantes y familias viven bajo condiciones sociales y sanitarias inadecuadas. De los 36 millones de hogares, la tercera parte, no gozan del derecho a la vivienda digna, más de 2 millones viven en hacinamiento y son alrededor de 14 mil personas en situación de calle.

El tema de la vivienda se ha convertido en un problema cultural, conceptual, social, y económico. El crecimiento demográfico va en aumento, de los 25 millones de habitantes que había en 1950, el 70% vivía en el medio rural y el restante en el urbano, para el 2000 la cifra se invirtió más de 70% de la población es urbana y menos de 30% vive en el medio rural.


El costo aproximado de una vivienda es de 1 millón de pesos, aunque la casa más costosa del país ubicada en Los Cabos, rebasa los 37 millones de dólares, la accesibilidad en el país a una vivienda digna que cuente con los servicios básicos mínimos como agua, electricidad, gas, es altamente desigual, ya que mientras, el salario de los empleados mexicanos va de los $3 700.00 a los 7 300.00, un salario aproximado al año de 50 mil pesos, la suma de la fortuna de los 10 empresarios más ricos de México rebasa los 100 mil millones de dólares es decir más de 2 trillones de pesos ($ 2 100 000 000 000), lo equivalente a el sueldo anual de 42 millones de empleados, y solo son Carlos Slim, Ricardo Salinas y German Larrea quienes concentran más 70 % de esta cifra.

Actualmente los créditos hipotecarios públicos y privados se convirtieron en una alternativa para la adquisición de la vivienda, pero esta alternativa no es accesible para todos, más de 73 millones de ciudadanos empleados tienen ingresos menores a cinco salarios mínimos diarios, por lo que aunque puedan calificar para un crédito, éste será menor de 350 mil pesos y son más de 31 millones de ciudadanos que se mantienen del empleo informal, lo que reduce una mínima cifra a aquellos que pueden adquirir una vivienda digna con este tipo de financiamientos, un gran problema, además de los fraudes en la adquisición de estos.

Sumado a esto, no son ni el 20% de las viviendas las que cuentan con una buena infraestructura, servicios básicos, áreas recreativas, próximas a centros educativos y a las fuentes de empleo es decir que se encuentran bien ubicadas.

Al cierre del año pasado se contabilizaron 6.1 millones de viviendas deshabitadas en el país, de las cuales el gobierno ha informado que 650 mil han sido obtenidas a través de créditos por los trabajadores, esta cifra que representa el 14% en el país, esto es parte de las malas decisiones y corrupción en administraciones pasadas, en donde familiares de políticos obtenían predios por hectárea a bajo costo, permisos en zonas de riesgo por lo que más de 100 mil de estas no es posible recuperar, apartadas, construidas con materiales de baja calidad, se construyeron miles de pequeños departamentos de entre 30 y 40 metros cuadrados, el 37.5% de ellas se encuentran alejadas de los centros de trabajo y han perdido 9% de su valor, pero eso si fluyó mucho dinero para empresas.

Los estados con más viviendas deshabitadas son Veracruz, Michoacán, Guanajuato, Jalisco y Estado de México, en este último los municipios de Zumpango, Ecatepec, Toluca, Tecámac y Huehuetoca, concentran tres cuartas partes de las viviendas deshabitadas.

El gobierno pretende recuperar al menos 175 mil de estas viviendas durante esta administración.

Modelos similares a estas viviendas, que actualmente se encuentran habitadas dan como resultado que los trabajadores invierten un promedio de 60 minutos para trasladarse de su casa al trabajo y gasten hasta el 20% de sus ingresos en transporte.

Las carencias, en salud, alimentación, educación, cultura, empleo, desigualdad y por supuesto vivienda causan malestar social que deriva en conductas que terminan afectando directa e indirectamente al país, es fundamental que la vivienda sea garantizada para todos los mexicanos. Antes de la edificación de ciudades, en tiempos prehispánicos existió una armonía y un equilibrio de hombre, espacio, naturaleza, donde la vivienda no fue un problema.

El gobierno mexicano requiere del desarrollo de tecnologías para los asentamientos humanos, con la protección y conservación del medio ambiente y el desarrollo sustentable, reordenamiento territorial, poner fin a la corrupción, impulsar el desarrollo económico local, invertir más en vivienda por ejemplo en este año el servicio de la deuda pública absorberá 724 mil millones de pesos en el presupuesto federal, bien de ahí se podría invertir una parte a la vivienda sin afectar el demás presupuesto, implementar alternativas para que todos los mexicanos puedan tener la oportunidad de habitar una vivienda digna.

Todo mexicano tiene derecho a disfrutar de una vivienda digna y decorosa. Artículo 4 constitucional.

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