USAR HERRAMIENTAS MODERNAS, PROFESIONALES Y DE ÚLTIMA GENERACIÓN.
L. Loredo
Vivimos en tiempos de la era digital con cambios constantes en todas las disciplinas del conocimiento humano, las cuales avanzan vertiginosamente día con día donde surgen nuevos materiales, inventos y técnicas científicas diseñadas para mejorar la vida de los seres humanos o al menos eso se pretende.
La realidad no es tan afortunada y es que esta modernidad trae aparejadas muchas secuelas que se arrastran como irremediable pago a la tan “maravillosa y fantástica” vida moderna. Es aquí donde es imperativo que se haga presente un gobierno a la altura de las circunstancias y de la exacerbada modernidad en la que cotidiana e irremisiblemente vivimos y en la que pagamos con creces un alto precio por estos “avances” científicos y tecnológicos.
¿De qué maravillosa herramienta de control gubernamental estamos hablando, que sin duda ayudará a lograr este tan necesario equilibrio entre negocio, bienestar y progreso? Pues ni más ni menos que de laboratorios de análisis científicos que todo buen gobierno, que se precie de serlo, debe tener, como parte de sus herramientas más importantes, en su poder. Laboratorios de primero, segundo y tercer nivel, laboratorios para analizarlo todo: comida, bebidas, artículos de higiene personal y de limpieza, empaques de todo tipo, ropa, calzado, medicamentos, vacunas, artículos de belleza, aparatos eléctricos y electrónicos, en pocas palabras todo con lo que el ser humano tenga contacto. Es muy importante que el gobierno obtenga los resultados de estos análisis y sepa en qué forma y medida estos artículos dañan o no, la salud, el bienestar y el medio ambiente de los mexicanos, sus gobernados a proteger.
Este conocimiento técnico y certero, es la mejor forma de controlar a los voraces empresarios a los que se les ocurre manufacturar un producto y lo hacen por millones sin importarles la salud y el bienestar de la gente por el simple hecho de contar con los recursos económicos para producir millones de algún artículo. Simplemente lo hacen y no hay poder humano sobre la tierra que se los impida y les advierta con toda contundencia y conocimiento de causa ¡detente! estás dañando el organismo, la salud y el medio ambiente de los mexicanos. Desde luego esta iniciativa técnica deberá ir acompañada de un reporte hecho por un grupo de especialistas multidisciplinarios como fisiólogos, toxicólogos, genetistas y ambientalistas que pongan topes estrictos y justificados a todos los productos que se produzcan en el país y los que se pretenda importar a México, que no cumplan con los estándares de salud diseñados por los especialistas.
Estos laboratorios que dicho sea de paso, deberían formar parte de una secretaría especializada, deberán analizar el impacto en todos los aspectos de salud de los mexicanos, también la radiación que causan todos y cada uno de ellos, así como la radiación acumulada a la que nos vemos expuestos en esta modernidad y las posibles secuelas o mutaciones al ADN y el daño acumulado que pudieran causar todos los aparatos eléctricos y electrónicos a los que diariamente nos exponemos por tanto tiempo, sin olvidar desde luego la radiación acumulada por antenas de transmisión de telefonía celular 2G, 3G, 4G y 5G.
No exageramos, ni tampoco olvidamos, al afirmar que la principal razón de ser de un gobierno es la de brindar protección a su población. Sin embargo, lo que hemos visto en los últimos 80 años es que los gobernantes cínica y perversamente se han asociado con los empresarios a costillas de la salud, el bienestar y la vida de sus gobernados. Esto pasa con todos los gobiernos del planeta y a nadie parece importarle los cientos de personas que mueren diariamente por cáncer y enfermedades relacionadas con sustancias dañinas y ondas nocivas para nuestro organismo.
Hablando de gobernabilidad, un análisis profesional, serio y certificado sería la mejor forma de detener la avaricia de las corporaciones nacionales y extranjeras a las que lo único que les importa es hincharse de billetes e intentar corromper al primer gobernante con el que se topen. En estos tiempos es vergonzoso que un gobierno no tenga una “Secretaría de Análisis Científicos para el Bienestar”, que pueda parar en seco tanta depredación, contaminación y enfermedad causada por empresarios nacionales y extranjeros sin escrúpulos.
Los laboratorios, los expertos, la legislación, su implementación y vinculación judicial con medidas prohibitivas y punitivas efectivas, todo esto se deberá manejar con total transparencia y amplia difusión para que las decisiones de la secretaría y su justificación técnica sean del dominio público para que así la gente sepa que su gobierno protege los intereses de la población y no solo los intereses de los empresarios y grandes comerciantes importadores con ha sido en el periodo neoliberal.
Los ciudadanos no somos carne de cañón, no somos ganado de engorda para que nos tengan consumiendo porquería y media mientras empresarios y gobernantes coludidos se enriquecen a nuestras costillas con el coste de nuestra propia vida. A nadie engañan, ¡YA BASTA!
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