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21 de abril: Invasión en Veracruz por Estados Unidos en 1914.

Valentina Galeana

El 21 de abril de 1914 recordamos la invasión de Estados Unidos contra México, cuando 6,000 marineros en 40 buques de guerra entre los que se encontraban los acorazados más poderosos del mundo, como El Florida, comenzaron el bombardeo contra Veracruz, además se efectuaron los primeros vuelos de aviones estadounidenses sobre territorio invadido, siendo la primera invasión por aire a nivel mundial.


Estados Unidos y sus poderosas compañías petroleras apoyaron a Huerta para derrocar y asesinar al presidente Madero, y ante el avance de la resistencia contra Huerta decidieron intervenir. El dictador Huerta retiro cobardemente al ejército, pero los veracruzanos con valentía se hicieron cargo de la resistencia, jóvenes cadetes del colegio militar, viejos militares retirados y la población civil: mujeres, obreros, barrenderos, carpinteros, albañiles, a raya al invasor.

En la escuela naval asesinaron a por lo menos 13 jóvenes valientes. Hubo muchos héroes que lucharon hasta morir, uno de ellos el teniente José Azueta que disparó su ametralladora durante horas hasta quedar gravemente herido, cuando se le acercó el almirante Fletcher le ofreció atención médica, el joven valiente de 19 años le respondió: “de los invasores ¡Ni la vida!”. También el carpintero Andrés Montes, quien después de afilar toda la noche un machete “para que su mujer le mochara la cabeza al primer gringo que se atreviera a entrar a su casa” y escribir una carta a su hijo menor, salió del hogar a luchar hasta encontrar la muerte a manos de los yanquis invasores.

Estos también fueron afrontados por las mujeres, que organizadas les disparaban desde las azoteas, o desde el interior de sus casas como la señorita Velázquez, que tras las persianas disparaba a los gringos que se habían apoderado de nuestro territorio. Muchas mujeres le dispararon a quemarropa para evitar ser violadas. Los marines dispararon indiscriminadamente contra la población, una lluvia de balas expansivas Dumdum, matando civiles desarmados, mujeres y niños. Nunca se sabrá el número de muertes, el Almirante Fletcher sólo reportó la cifra de 193, pero fueron muchos más.

La resistencia heroica los mantuvo a raya todo un día, hasta que el 22 de abril se consumó la invasión, entonces se multiplicaron los atropellos contra la población civil: allanamientos de las casas y negocios, aprehensiones a diestra y siniestra, amenazas e intimidaciones. Obligaron a tener prendidas las luces de todas las casas y las puertas abiertas toda la noche y los estadounidenses se adjudicaban el derecho de entrar a cualquier casa, a todas las recamaras y a cualquier hora. Mientras impusieron el toque de queda, el veracruzano que saliera a la calle, después de las siete de la noche – incluso al balcón o a la puerta de su casa – podía ser baleado.

El cielo de Veracruz se cubrió de zopilotes, mientras los marines incineraban los cadáveres en piras de leña en la zona naval frente al edificio de Faros. Aunque se extendía la epidemia de viruela, muchos de los ciudadanos, hasta cinco mil, se organizaron para acampar en las cercanías de Boca del Río para repeler cualquier avance de los invasores. Con gran energía Venustiano Carranza denuncio el bombardeo y el desembarco estadounidense como una violación a la soberanía nacional y un atentado contra la integridad y la independencia de México.

El ayuntamiento renunció en pleno, los maestros renunciaron a las escuelas manejadas por el departamento educativo de Estados Unidos, la población se organizó para instalar escuelas gratuitas en carpas, los alegres Veracruzanos se abstuvieron de cantar, tocar música, asistir actividades de recreo, mientras la ciudad estuviese ocupada por los invasores.

En México se dieron varias invasiones militares por España, Francia y los Estados Unidos en los siglos XIX y XX en 1829, la invasión española cuando Fernando VII recuperó su trono se negó a aceptar la independencia de México. El gobierno de España reconoció la independencia de México hasta 1836. En 1825 el gobierno francés se negó a reconocer a México como un país independiente y había constantes enfrentamientos, aprovechándose el francés Antonie Deffaudis recabó firmas entre los comerciantes franceses para exigir indemnizaciones al gobierno mexicano por daños, entre ellos se encontraba un pastelero, entonces la invasión francesa o guerra de los pasteles fue en el año de 1838 a 1839. México firmó tratados comerciales con Inglaterra, Estados Unidos, y otros países europeos durante la guerra de los pasteles.

Otra invasión durante 1846 a 1848 fue la anexión de Texas a los Estados Unidos donde el ministro mexicano dio por terminada su misión diplomática y las relaciones entre ambos países. En 1862-1867 Benito Juárez fue electo Presidente, pero al tomar el cargo decidió suspender la deuda por dos años y los conservadores ofrecieron el trono a Maximiliano de Habsburgo este aceptó bajo los tratados de Miramar. Sin embargo, la resistencia liberal continuó su lucha.

Vivimos hoy una etapa de lucha a lo largo y ancho de México por los derechos conculcados en las décadas recientes bajo el neoliberalismo y el dominio de las grandes corporaciones nacionales y extranjeras, que han provocado un retroceso profundo y una situación similar a las peores épocas del dominio español y dictaduras de Santa Anna y porfirista, la lucha por los derechos de todas y todos y de las futuras generaciones se requiere la unión de todo el pueblo con compromiso que lleve a la victoria y a la plena soberanía.


 


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