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26 de noviembre de 1919 fue fusilado Felipe Ángeles

Valentina Galeana

Felipe Ángeles, quien luchó por unificar las fuerzas revolucionarias, y mostró su lealtad a Madero durante el golpe de Victoriano Huerta. Nació el 13 de junio de 1868 en el pueblo de Zacualtipán, en un recién creado Estado de Hidalgo y en medio de un México agitado, por las intervenciones extranjeras y la transformación política y social participando en la guerra México Estados Unidos y en la intervención francesa.


Las labores de su padre ocasionaron que la familia se asentara en diversos lugares, pero Felipe Ángeles logró realizar su educación primaria en Huejutla, para después ingresar al Instituto literario de Pachuca y al cumplir cerca de 14 años ingresó becado al colegio militar del Castillo de Chapultepec, donde mostró vocación para el estudio y destacó como intelectual, centrándose en la teoría y en la escritura de artículos y libros; además egresó como uno de los más ágiles y sobresalientes artilleros del país.

Fue profesor de matemáticas y de otras disciplinas en la escuela militar de aspirantes, como profesor se interesó en la pedagogía al apelar a la necesidad de una reforma en la educación que recibía en el colegio militar apostando por una educación humanista centrada en el libre albedrío, en oposición a la educación militar caracterizada por la disciplina exacerbada.

Mientras Ángeles se encontraba en Europa, en México estalló la Revolución y Felipe fue convocado por Madero de regreso al país para ser nombrado director del Colegio Militar y nombrado General Brigadier. Francisco I. Madero le confió una campaña en contra de la rebelión Zapatista que les trazó una estrategia conciliadora que buscaba instaurar la paz en la región sur del país, la promulgación del Plan de Ayala por parte de Emiliano Zapata.

La labor de Ángeles fue de pacificar, ya que se diferenciaba de la estrategia de represión y exterminio emprendida por Juvencio Robles estratagema que sólo aviva más la rebelión zapatista.

Por el contrario, Ángeles consiguió que Zapata aceptara entrevistas y diálogos y dejó de manera tácita su intención de terminar con los métodos represivos de quienes lo antecedieron.

Ángeles llevó a cabo lo que podría llamarse una guerra de caballeros y suspendió casi todas las represalias contra la población civil. Los prisioneros eran bien tratados y no ejecutados, su actuación pacificadora, en una primera etapa dio resultados reconocidos. Felipe Ángeles fue un intelectual que apostaba por el humanismo y la educación, como una forma de transformación rumbo al progreso tras el golpe de Estado Militar orquestado por Victoriano Huerta y conocido como la Decena Trágica. Debido a su lealtad a la lucha Maderista, Felipe Ángeles fue detenido junto a Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, sin embargo, gracias a su prestigio y arraigo militar, no fue fusilado, si no que fue exiliado a Francia donde vivió, hasta su regreso al país en 1913, una vez de vuelta en México se unió a la lucha constitucionalista y liderada por Venustiano Carranza quien lo nombró secretario de guerra y posteriormente sólo subsecretario.

En 1914, se une a las filas de Francisco Villa y su Ejército de la División del Norte iniciando una estrecha relación con Villa a quien mostró su lealtad enfrentándose a sus antiguos aliados; así Felipe Ángeles se convirtió en un hombre de confianza para Villa.

Su trayectoria, así como su experiencia como guerrillero y militar, le permitieron obtener la victoria en diversas batallas entre las que destaca la toma de Zacatecas, ocasión en la que el General Francisco Villa venció las fuerzas del entonces presidente Victoriano Huerta, el 23 de junio de 1914. También destacan las batallas de Torreón y de San Pedro de las Colonias, las cuales contribuyeron a la derrota militar del Huertismo.

Tras el triunfo del constitucionalismo, Felipe Ángeles se fue al exilio en Estados Unidos en 1916, pero regresó en 1918, para continuar al lado de Villa, sin embargo, como resultado de una traición fue capturado acusado de rebelión y condenado a la Pena Capital por órdenes de Venustiano Carranza, finalmente murió fusilado el 26 de noviembre de 1919, en el regimiento de caballería en la ciudad de Chihuahua. De acuerdo con los periódicos de la época, Ángeles mostró serenidad en el momento de su ejecución. Fue él mismo quien eligió el lugar, negándose que le vendaran los ojos. El 15 de noviembre de 1941, Felipe Ángeles fue nombrado hijo ilustre del Estado de Hidalgo, su entidad natal.

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