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A 200 AÑOS DE LA DOCTRINA MONROE (1823-2023) Primera parte.


Pablo Moctezuma Barragan

La Doctrina Monroe dada a conocer el 2 de diciembre de 1823, sintetizada en la frase “América para los americanos”, fue elaborada por John Quincy Adams y propuesta por el presidente James Monroe como “doctrina” de cara a la Europa colonialista, para que ninguno de sus países interfiriera en América. En el fondo fue el punto de partida del neocolonialismo que hoy domina el continente.


A 200 años del anuncio de la Doctrina Monroe en 1823, vivimos en pleno neocolonialismo. Dicha declaración se emitió cuando el continente americano se comenzaba a liberar del Colonialismo Europeo como expresión del proyecto neocolonial de los Estados Unidos, el nuevo imperio emergente, que hoy está vigente y al que hay que combatir y derrotar.

Para liberarnos del neocolonialismo, una nueva forma de colonialismo que tiene el mismo contenido y consecuencias para los pueblos debemos comenzar por descolonizarnos mentalmente, ya que el colonialismo es aún el cimiento del neocolonialismo. Han sembrado la idea de que su democracia y su cultura es superior, las inversiones y los proyectos deben venir del extranjero y de que nosotros no somos capaces de desarrollarnos por nosotros mismos sin “ayuda externa”, que tiene que venir la inversión de fuera para que exista progreso económico, y que hay que pedir créditos al extranjero para que logremos prosperar. Y mucha gente cree que somos salvajes y violentos y que necesitamos el apoyo y aval extranjero, y hasta su intervención, para desarrollar un buen gobierno.


Esa estrategia de mentiras que comenzó con el dominio del Imperio Español ya lleva 500 años y adquirió nueva forma y ha sido conducida por otra potencia dominante el Imperio Yanqui hace 200 años a partir de la Doctrina Monroe que sirvió de justificación para que nos invadieran y arrebataran más de la mitad del territorio.


Han seguido el mismo patrón de pensamiento al de la época colonial en la que la narrativa oficial impuso la visión de que España venía a liberar a nuestras tierras de una tiranía, a los pueblos salvajes, que tenían practicas sangrientas como los sacrificios humanos. Además de inventar que el “Emperador” Moctezuma les entregó todo voluntariamente. Esa narrativa colonial persiste en el neocolonialismo. La gran mentira de Hernán Cortes en sus cartas de relación al rey fue repetida por todos los cronistas militares que lo acompañaron en el crimen – Bernal Diaz del Castillo entre ellos - y se impuso durante toda la colonia por así convenir a los intereses de la corona y de la iglesia.


Parece ilógico que, a 500 años de la invasión europea, la verdad siga encubierta, pero no lo es si tomamos en cuenta que durante el neocolonialismo al Imperio Yanqui y las potencias europeas les conviene seguir presentándonos como pueblos salvajes, que viven bajo tiranías y a los que hay que ayudar con misiones humanitarias y asistencia para la seguridad. Así califican ahora a Cuba como promotora del terrorismo y tener justificación para endurecen el bloqueo.


Hace 500 años – en el caso del Anáhuac – Hernán Cortes huyó de Cuba traicionando al Virrey Diego Velázquez que lo mandado solo a costera como hicieron Francisco Hernández de Córdoba y Juan de Grijalva, porque no tenían permiso del rey para conquistar. Según las Leyes de las Siete Partidas de Alfonso el Sabio que datan del Siglo XIII el que conquistara sin permiso del rey era reo de pena de muerte, además tenían la ley de la Guerra Justa en la que decían que no podían hacer la guerra a otro pueblo a menos de que estuviese sujeto a una tiranía. Tras las denuncias de Bartolomé de las Casas, Antón de Montesinos y otros frailes de las matanzas y el genocidio practicado en Cuba, en La Española y en otras Islas del Cariba, El 27 de diciembre de 1512, Juana la Loca y su padre el regente Fernando de Aragón rubricaron unas Ordenanzas reales para el buen regimiento y tratamiento de los indios, y el 28 de julio de 1513, expidieron en Valladolid una “declaración e moderación de las dichas ordenanzas. Ambos documentos, conocidos bajo el nombre de Leyes de Burgos, establecían que no podían conquistar y apoderarse de tierras y pueblos a menos de que hubiese sacrificios humanos y sodomía.


Para no ser castigados por violar las leyes de la corona, los invasores, inventaron un sinfín de historias con tal de no ser condenados a la pena de muerte en los juicios de residencia que les hacían a todos al regresar a España . Hernán Cortes y los suyos inventaron que Moctezuma, era un tirano que voluntariamente les entregó el reyno, que al Emperador lo mató su propio pueblo, que los indígenas sojuzgados por los aztecas se rebelaron en contra de la tiranía, que practicaban sacrificios e ingerían carne humana, además de ser sodomitas. Este relato encubría todas sus violaciones a las mismas leyes de España.


Luego de que el rey es sobornado con barcos cargados de oro, la narrativa mentirosa se convierte en historia oficial por ser la versión de la historia que les convenía. Durante la Colonia no se podía escribir una letra sin ser censurada por la terrible Inquisición y por la Corona. Y las mentiras se hicieron oficiales y permearon la cultura de los pueblos sometidos durante siglos, para que aceptaran y bendijeran la civilización y cultura proveniente de Europa. De todas las formas y en todo momento se introyectó la visión del mundo de los dominadores el Eurocentrismo.


La realidad fue otra, Moctezuma acompañado de los tlahtoanis de otros pueblos, los había recibido siguiendo su costumbre de acoger las embajadas de otros pueblos y tras de alojar a los visitantes en el palacio de Axayacatl. Ellos a traición sacaron armas y cañones y los hicieron prisioneros a todos. Moctezuma preso y encadenado les declaró la guerra y tras la matanza de la fiesta de Toxcatl – que formó parte de los métodos de los invasores para aterrorizar a la población – tal como hoy hacen en la Franja de Gaza los israelitas con la bendición de Washington – y la decisión del pueblo mexica de ya no mandar alimentos al Palacio de Axayacatl, Cortes le exigió a Moctezuma que ordenara que los abastecieran y él y el Consejo – que era el que mandaba- logro hábilmente que saliera Cuitláhuac, que también estaba prisionero, pero con la encomienda de dar guerra a muerte a los invasores aun sabiendo que sacrificarían a todos sus prisioneros. Cuando se desato la guerra y Moctezuma ya no les sirvió como rehén, lo mataron los españoles con la idea de aventar el cadáver y aprovechar sus honras fúnebres para escapar. Así lo hicieron pero fueron perseguidos y derrotados por Cuitláhuac para darles su Noche Triste que para nosotros es la noche de la victoria. Posteriormente durante el sitio de México Tenochtitlan que duró dos meses y medio dicen las crónicas “hemos comido palo de colorin grama salitrosa, corteza de árbol, insectos…pero no comieron carne humana, ni hubo un solo sacrificio humano. ¿Por qué si estaban sufriendo hambre extrema? Porque no comían carne humana y los sacrificios humanos fueron inventados para justificar la colonización y la imposición de su gobierno, cultura, modo de vida, economía. Y para tener controlada a una población que no conocía ni el alcoholismo, ni la corrupción, ellos introdujeron esos vicios para brutalizar a los pueblos originarios y tener controlados a los gobiernos y gobernantes coloniales a quienes vendían sus puestos y obligaban a resarcir su inversión. A los pueblos se les enfrentó entre sí y dividió, a pueblos colindantes se les daba una merced de tierras en lugares comunes para garantizar la guerra sin fin entre vecinos.


Durante el colonialismo se calumnió por sistema a los dirigentes desde Moctezuma hasta Hidalgo y Morelos Francisco Xavier Venegas y Felix María Calleja acusaron falsamente de haberse arrepentido antes de morir de haber luchado por la independencia, luego de darles muerte física les dieron muerte moral, ahora en el neocolonialismo a quienes luchan por la soberanía de sus naciones y de los pueblos del mundo, por sistema se sataniza a los líderes populares, los descalifican y los medios de desinformación, tratan de “quemarlos” satanizándolos como “la dictaduras de los Castro, del chavismo, la de Maduro.


En el neocolonialismo introducen las armas y las drogas. Promueven la violencia de los grupos criminales que ellos entrenaron y enfrentan a uno y otro para dividir a las poblaciones, sembrar la guerra, pintarnos como salvajes y darse el pretexto para intervenir. Introducen la drogadicción entre la población para mantenerla sumida en el vicio y la degradación y evitar la organización y la lucha por la soberanía. Esto mismo estamos contemplando ahora mismo en Haití.


En Estados Unidos producen las armas, las venden y las distribuyen, allá lavan el dinero y se distribuye la droga en todo el territorio sin que según ellos tengan según ellos algún cartel estadunidense. Así justifican la intervención militar en toda América, para ello cuentan con el Comando Norte y el Comando Sur haciendo uso además de todas sus agencias de inteligencia para promover sus intereses.


Tachan a países que luchan y mantienen su soberanía como Cuba y Venezuela de dictaduras se dan el permiso de bloquearlas, sancionarles, castigarlas en defensa según ellos de la sacrosanta “democracia americana”, un sistema de partidos que garantiza la verdadera dictadura las de las corporaciones de EU, Canadá y otras potencias. En el neocolonialismo saquean nuestro oro y plata, como lo hacían en el colonialismo y las riquezas van para las corporaciones y potencias imperiales. Promueven las políticas a través del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y otros organismos internacionales, y si antes mantenían a los peones agobiados por deudas, hoy el endeudamiento es una vía de saqueo de nuestras riquezas. Si en la colonia trabajaban de sol a sol para el amo y poder pagar sus deudas, en el neocolonialismo se trabaja de sol y sol y hasta la noche para pagar deudas personales y colectivas de los países que tienen el agua al cuello.


Durante la colonia se impuso el sometimiento económico, obligando a nuestros países a realizar las actividad productiva que beneficiaba a la metrópoli prohibiendo la producción local de mercancías indispensables e imponiendo la compra de exportaciones de Europa, el control del comercio, cobrando tributos, alcabalas, desarrollando monopolios y estancos, se buscaba la dependencia hacia el Imperio Español, ahora en el neocolonialismo el sacro santo mercado hace prohibitiva la producción nacional, las grandes corporaciones monopolizan la producción y el comercio, los servicios y hasta la importación de productos agrícolas – lo que no sucedía en la colonia – el Imperio Norteamericano tiene tal control de la economía mundial que es capaz de bloquear más de 60 años a un país y de sancionar a quienquiera que defiende su soberanía nacional y económica.


A 200 años de la Doctrina Monroe, la tarea de los pueblos y naciones de América es derrotar el neocolonialismo y los rezagos coloniales de siglos, para lograr la plena Soberanía Popular y Nacional en cada rincón de nuestro continente y abonar con ello a la transformación profunda de la humanidad, para lograr la armonía entre las naciones, construir la paz, la autodeterminación de los pueblos y terminar la relación de explotación entre las personas y de ellas hacia la naturaleza. (Continuará)

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