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CANADÁ DE FRENTE AL NUEVO TRATADO DE LIBRE COMERCIO

TML-Weekly. 14 de diciembre de 2019

(PARTE DOS)


CARACTERÍSTICAS DESTACADAS Y DISCUSIÓN DE LA PROPUESTA DE ACUERDO CANADÁ-ESTADOS UNIDOS-MÉXICO



El Tratado Canadá-EU-México (CUSMA) que va a suplantar el actual Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) fue firmado por representantes de los tres gobiernos el 30 de noviembre de 2018 y fue firmado otra vez el 10 de diciembre de 2019 luego de incluir algunos cambios. Los gobiernos de los tres países deben aprobar oficialmente el CUSMA para legislarlo y que se lleve a efecto. Mientras tanto el TLCAN sigue en efecto. El TLCAN se firmó en 1992 por los líderes de Estados Unidos, México y Canadá y entró en efecto el 1 de enero de 1994.


El TLCAN se usó con fines propagandísticos para impulsar la ofensiva antisocial, la meta según el discurso oficial era el que garantizaría en cada país las mejores tarifas en ciertos bienes – y arreglos que llamaron estatus de nación más favorecida, elimina las barreras comerciales y facilita el comercio de bienes y servicios, promover la competencia justa, incrementar las oportunidades de inversión y en última instancia establecer un marco para la cooperación futura entre los tres países.


Pero en realidad, lo que aceleró fue una tendencia que ya era evidente: la integración de las economías de Norteamérica en una Fortaleza bajo el control y la dirección de las facciones más dominantes de la oligarquía financiera que gobierna sus corporaciones y carteles. El control de la oligarquía gobernante es tan extensa que han politizado sus intereses privados y los han integrado con ellos dentro del gobierno y el estado. Las regulaciones, restricciones de las operaciones e inversiones de la gran empresa ha sido removida, reducida, ignorada o programada para su eliminación.


Esto significa que el poder del gobierno consiste principalmente en canalizar la riqueza social colectada públicamente a varias facciones de la oligarquía financiera, restringiendo la acción de la clase obrera en defensa de sus intereses, usando los intereses combinados militares así como, los recursos naturales, humanos y la riqueza social producida de la Fortaleza Norteamericana en acciones de guerra y otras para mantener su hegemonía sobre el mundo entero.


El poder directo de la oligarquía financiera sobre los asuntos, económicos, militares, políticos y sociales de Norteamérica y su lucha por la hegemonía global alineado con los imperialistas de EU conduce los cambios en el TLCAN para crear el nuevo Tratado CUSMA. La Organización Mundial del Comercio (OMC) y su disputa por los mecanismos de resolución, por ejemplo están también siendo reemplazados, porque le pone trabas a la capacidad de los imperialistas de EU a hacer lo que les plazca. Del mismo modo, los principios de las relaciones internacionales para defender la paz que las Naciones Unidas deben incorporar y defender se han visto sistemáticamente menoscabados.


Los intereses privados de la oligarquía financiera politizados significan anarquía y violencia a escala global sin una ley empresarial internacional que evite que se destruyan los competidores o se maten los unos a los otros. De alguna manera, los intereses privados politizados reflejan la falta de ley del salvaje oeste a escala global. La arbitrariedad de los intereses privados politizados se pueden reflejar en el presidente Trump aplicando aranceles y armas para ganar ventaja sobre China y otros competidores identificados y hostiles, e imponiendo sanciones y boicots contra cualquier país que no se someta al dominio de EU.

Los aranceles a la madera blanda que atacan la producción y las ventas canadienses en los Estados Unidos son solo un ejemplo. Los aranceles se consideran una ventaja para los intereses privados de los grandes productores de madera blanda, ya que los precios minoristas han aumentado exponencialmente. Los cinco mayores productores de madera blanda canadiense se han beneficiado de los precios más altos, han cerrado fábricas en Canadá y han invertido mucho en los Estados Unidos y Europa.


Sin embargo, las condiciones ya no existen para acuerdos como CUSMA y organismos como la OMC para dar orden o resolver contradicciones. La anarquía y la violencia en las relaciones internacionales y el dictado de los poderes supranacionales, prevalecen. Bajo tales condiciones de anarquía y violencia, la adhesión a las reglas para hacer cumplir los acuerdos y arreglos ya no existe, excepto en circunstancias donde una facción poderosa de la oligarquía financiera puede querer usarlos de manera oportunista.


Huelga decir que ha llegado el momento de una nueva dirección para la economía que favorezca a la clase trabajadora de los tres países de América del Norte, restrinja las actividades de la oligarquía financiera y tome medidas para eliminar la anarquía y la violencia que ahora prevalecen en las relaciones internacionales.

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