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CONDENAMOS LA POLÍTICA MIGRATORIA QUE COBRA VIDAS

La organización MEXTEKI condena los terribles hechos en el que perdieron la vida decenas de migrantes. Exigimos justicia y que cesen los ataques a quienes solo buscan una nueva vida. Un incendio en un centro del Instituto Nacional de Migración de México (INM) en Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos, ha dejado al menos 38 personas muertas y 30 lesionados. El operativo de reclusión de indocumentados en las calles de esta población fronteriza y su traslado a un centro de detención provisional lo realizó el Instituto Nacional de Migración (INM) a petición del alcalde Cruz Pérez Cuéllar. En un video de cámaras del inmueble se observa que los extranjeros estaban encerrados con llave y que en el momento que se produjo el incendio no fueron auxiliados por personal de la institución, no se explica la muerte de personas en un incendio en un centro de detención migratoria sin que haya existido una gran negligencia criminal por parte de las autoridades. Cruz Pérez Cuellar ex panista y hoy presidente municipal de Ciudad Juarez por Morena había llamado en días pasados a “endurecer” la política contra los migrantes.


La persecución y represión contra los migrantes es inhumana y contraria a todo derecho. Quien criminaliza a los migrantes es un delincuente. Ningún ser humano es ilegal, como tal todas y todos las personas tienen derechos que deben ser respetadas íntegramente.


La responsabilidad del Instituto Nacional de Migración (INM), el director Francisco Garduño que encabeza la institución, del presidente municipal, de los funcionarios menores encargados del centro de detención, al que disimulan con el nombre de “albergue” es enorme en este homicidio imprudencial colectivo.


El Estado es responsable de la seguridad de las personas que por una u otra razón mantiene en cautiverio, es responsable de implementar los protocolos y la política de Estado que garantice los derechos de los migrantes y de quienes solicitan asilo. El Estado es garante de su vida.


El gobierno federal debe responsabilizarse de la vida y de la seguridad de los migrantes, así como la de las y los mexicanos, es indignante el mantener hacinados y encerrados, sin ventilación e incomunicados a los migrantes que tienen como único “delito” buscarse la vida, salir de condiciones infrahumanas en sus países, generadas por las políticas y el modelo económico que imponen las potencias capitalistas y sus corporaciones.


Foto: Juan Ortega Solís

El uso de militares para contener a los migrantes ha provocado numerosas violaciones documentadas contra los derechos humanos. En el último año, la cifra de militares retirados, soldados, marinos y elementos de la Guardia Nacional destinados a tareas de contención de migrantes ascendió a decenas de miles, las detenciones aumentan.


Innumerables organizaciones de la sociedad civil, defensores de derechos humanos, iglesias, académicos han denunciado desde hace meses las condiciones intolerables en las que se mantiene prácticamente secuestrados y privados de su libertad a las y los migrantes, sin que las autoridades competentes hayan tomado medidas al respecto, toda denuncia ha caído en oídos sordos.


Son las grandes potencias, el modelo económico que imponen, el dominio sobre los países oprimidos los que causan en todo el mundo olas de migrantes como nunca se había visto antes en la historia de la humanidad. EU responde al fenómeno con políticas racistas, xenófobos, de militarización y criminalización y le ha impuesto al gobierno mexicano la misma política que ellos implementan.


En la frontera sur y en la frontera norte, México se ha convertido en un muro para contener a los migrantes que buscan llegar a los Estados Unidos, todo para satisfacer los requerimientos de Washington.


Exigimos justicia y castigo a todos los responsables del crimen y un giro completo en la política migratoria en México para que se respeten cabalmente los derechos de las y los migrantes. Exigimos desmantelar al Instituto Nacional de Migración heredado de los gobiernos del PRIAN, para instituir un organismo que respete cabalmente los derechos de los migrantes. Nuestro país tiene una tradición de hospitalidad y trato humano y amable para con los visitantes, ha recibido innumerables migraciones a través de los siglos, debemos defender nuestra cultura humanitaria de la xenofobia que fomentan los poderosos. Hemos de acoger a las y los necesitados con los brazos abiertos y amplia generosidad. Toda persona humana tiene derechos y en México se han de respetar. ¡Nadie es ilegal!

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