Granma. 12 de noviembre de 2021.
El Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República se dirigió al pueblo, en comparecencia especial por la televisión nacional, en la cual abordó temas de la actualidad del país y de su futuro.
Foto: Estudios Revolución
Cómo Cuba completará, a partir del próximo lunes, el retorno a la nueva normalidad, y qué condiciones lo permiten, fueron temas centrales de la comparecencia televisiva que en la noche de ayer ofreció a la nación el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Al iniciar su intervención, el Jefe de Estado hizo alusión a los dos años de cierre y de restricciones vividos por los cubanos frente al SARS-COV-2, con situaciones y momentos muy duros, con pérdidas dolorosas, «pero nos vamos levantando», aseguró.
«Estamos en un momento en que realmente vamos controlando la pandemia y nos va abriendo perspectivas de cómo el país puede retomar su curso, su ritmo y su estabilidad», añadió.
De igual modo, el mandatario recordó que, desde el inicio del enfrentamiento a la pandemia, se pronosticó que dicha batalla sería una carrera de fondo y de resistencia. «Si hubiéramos sido un pueblo débil nos hubiéramos rendido, pero realmente en Cuba no hay espacio para la rendición; con un pueblo como el de Cuba no hay rendición posible», afirmó.
«Por ese espíritu, por ese esfuerzo y por ese compromiso compartido es que hoy podemos hablar de resultados, y podemos hacer un alto para hacer un recuento, y también para homenajear y reconocer», resaltó.
Dijo que el homenaje tendría que comenzar, en primer lugar, por los más de 8 270 compatriotas cuyas vidas nos arrebató la COVID-19, «y con esto quiero expresar nuestras condolencias a familiares y amigos. Todos hemos perdido a un ser querido en esta pandemia, pero también entre todos nos levantamos a trabajar para que nadie más muriera y, sobre todo, para que en todo lo posible las muertes fueran las mínimas», subrayó Díaz-Canel.
También, señaló, hay que homenajear a los que murieron investigando y brindando asistencia médica, en lo que serían sus trincheras en esos momentos, «y a ellos debemos dedicarles el triunfo de la ciencia y de la salud sobre ese enemigo desconocido que se ha cobrado ya más de cinco millones de vidas en todo el mundo».
Es por ello, aseveró Díaz-Canel, que «Cuba merece una celebración. Una celebración ajustada a la normalidad nueva, pero una celebración digna del esfuerzo, de la disciplina, de la participación y de la contribución de la inmensa mayoría de nuestro pueblo, para que pudiéramos llegar a este momento».
Asimismo, destacó que todo lo que ha enfrentado nuestra nación ha tenido, como un elemento adicional de mucho rigor, la cruel y criminal política del imperialismo yanqui contra Cuba, que trató de aprovechar este momento, en el que también existieron incertidumbres, para apretar todas las tuercas del bloqueo, y difamar y calumniar.
«Nos han querido presentar como un Estado fallido; como un Gobierno que no podía, junto a su pueblo, sobrepasar esta situación, pero como decía José Martí: no hay proa que taje una nube de ideas», expresó el Presidente.
«Precisamente defendiendo esas ideas es que nuestro pueblo se ha venido sobreponiendo, y se abren luces, se abren esperanzas, se abren caminos para continuar adelante», añadió.
«Nosotros tenemos que tener la convicción de que no se reciben premios por desafiar a un imperio. Todo lo contrario. En ese desafío constante contra un imperio que nos quiere desaparecer como nación se reciben amenazas constantes, y como Revolución se reciben campañas, amenazas, prohibiciones y castigos», detalló.
En estas condiciones, aclaró Díaz-Canel, hemos recibido un bloqueo totalmente recrudecido. «Es por eso que, independientemente de que el bloqueo exista, estamos obligados a saltar por encima de él con nuestras propias fuerzas».
«Esa sería la manera de defender la Patria. La Patria es lo que nuestros padres nos dejaron como herencia, y esa no es una herencia material ni de riqueza, es una herencia de compromiso, que nos obliga a juntos escalar montañas», precisó.
Ante esta realidad, el Presidente aseguró, además, que «en un momento como este podemos declarar que estamos llegando a uno de los picos de esas montañas y, por lo tanto, este es también un tiempo de cosechas, a partir de lo que hemos sembrado con ese esfuerzo, con esas realizaciones, con ese empeño».
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