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EL 13 DE NOVIEMBRE DE 1834 NACIÓ MANUEL ALTAMIRANO

Valentina Galeana

Ignacio Manuel Altamirano nació en Tixtla, Guerrero el 13 de noviembre de 1834. Es considerado como el padre de la literatura mexicana, sus padres Francisco Altamirano y Gertrudis Basilio, eran de ascendencia indígena y habían tomado el apellido de un español que había bautizado a uno de sus ancestros.


Manuel Altamirano aprendió a hablar español sólo hasta que su padre fue nombrado alcalde del pueblo después se reveló como un estudiante aventajado y ganó una de las becas que otorgaba el Instituto literario de Toluca para los niños de escasos recursos que supieran leer y escribir.

En ese lugar encontró a su maestro Ignacio Ramírez, abogado, periodista, miembro de la Academia de Letrán y diputado del Congreso Constituyente, Altamirano llegó a ser encargado de la biblioteca del Instituto reunida por Lorenzo de Zavala y devoró tanto a clásicos como modernos empapándose en el pensamiento enciclopedista y en los tratados juristas liberales.

En 1852 publicó su primer periódico, Los Papachos, esta publicación le costó la expulsión del Instituto, en ese mismo año empezó a recorrer el país siendo maestro de primeras letras, dramaturgo y apuntador en una compañía teatral itinerante, de cómicos de la lengua.

Fue cuando escribió la polémica obra Morelos en Cuautla, hoy perdida pero que le dio la primera fama y después cierta vergüenza según parece pues cuando hacía el recuento de sus obras no la reconocía. Después se trasladó a la Ciudad de México a iniciar estudios de derecho. En el Colegio de San Juan de Letrán cuyo costo fue solventado gracias, otra vez a su labor docente: enseñando francés en una escuela particular.

En 1854 deja a un lado sus estudios para adherirse a la revolución de Ayutla. Con esta revuelta se pretendía derrocar a Santa Anna, que tantos años de pena había infringido en la patria.

Altamirano se fue al sur de Guerrero y se puso bajo las órdenes del general Juan Álvarez comenzaba así su carrera política y el vaivén de estudiar combatir y volver a los estudios.

Una vez terminada la revolución Ignacio Manuel retomó sus estudios de jurisprudencia sin embargo, los tuvo que dejar de nuevo en 1857, cuando volvió a estallar la guerra en México esta vez de reforma que inició la división ideológica del siglo XIX, entre conservadores y liberales. En 1859 se tituló como abogado y una vez victoriosos los liberales fue elegido diputado al Congreso de la Unión donde se reveló como uno de los mejores oradores de su tiempo en varios discursos famosos y entendidos.

Altamirano se casó con Margarita Pérez Gavilán originaria de Tixtla en 1863, se incorporó a la lucha restante de la invasión francesa contra el imperio de Maximiliano de Habsburgo. El 12 de octubre de 1865, se le nombró coronel por el presidente Juárez y fueron triunfos militares. Participó en el sitio de Querétaro, donde fue un verdadero héroe tras derrotar a los imperialistas.

En 1867 se retiró para siempre de las armas. De hecho, alguna vez declaró que le agradaba la carrera militar, pero lo inspiraba más bien el ideal renacentista, y se consagró enteramente a las letras en su labor legislativa quedó el principio de la educación primaria gratuita laica y obligatoria por el que pronunció el ejemplar discurso del 5 de febrero de 1882.

Altamirano se convirtió en maestro de dos generaciones de pensadores y escritores también se desempeñó como organizador de las famosas veladas literarias en su casa de calle de los héroes.

El maestro Altamirano murió un lunes 13 de febrero de 1893 en San Remo, Italia. Hoy sus restos reposan en la rotonda de los hombres ilustres.

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