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EL 3 DE MARZO DE 1816 HEROÍNA BOLIVIANA JUANA AZURDUY DERROTA LAS TROPAS ESPAÑOLAS

Valentina Galeana 3 de marzo de 2022


Juana Azurduy de Padilla, al frente de 200 mujeres indias a caballo, derrota a las tropas españolas en Bolivia, libera a su esposo el general Manuel Ascencio Padilla que estaba prisionero y es nombrada teniente coronel, siendo así la primera mujer con rango militar en el mundo.

Azurduy, símbolo del compromiso de las mujeres latinoamericanas con las luchas independentistas, nació el 12 de julio de 1780 en Toroca, Departamento de Potosí, mientras estallaba y se expandía la rebelión de Tupac Amaru. Quedó huérfana muy pequeña y pasó su infancia en un convento de monjas de su provincia natal. Su familia quiso que fuera monja y ella quiso ser libre, ganó Juana y hubo que sacarla del convento.

Fuera del convento la esperaba la lucha contra los españoles, y el amor del comandante Manuel Ascencio Padilla. participó con Padilla en las revoluciones de Chuquisaca y la paz en 1809, y un año después alojó en su casa a Juan José Castelli, uno de los comandantes de las tropas patriotas que iban a cumplir su sueño de hacer la revolución en el alto Perú.

Azurduy casada con el general Manuel Asensio procreó 5 hijos, el 25 de mayo de 1809 estalla la revolución independentista, ambos se unieron a los ejércitos populares creados tras la destitución del virrey, y lucharon en las guerras que comenzaron en Chuquisaca y la paz.

Juana colaboró hasta con lo que no tenía para abastecer a las tropas libertadoras que venían desde Buenos Aires. Tras la derrota de Huaqui los realistas lograron rodear su casa en la que resistió, como pudo junto a sus hijos hasta que Padilla en una acción absolutamente temeraria logró liberarlos.


Juana ayudó a crear una milicia de más de 10,000 indios y comandó varios de sus escuadrones libro más de 30 combates, siempre a la vanguardia.

Juana Azurduy lo fue perdiendo todo, su casa su tierra y cuatro de sus 5 queridos hijos, Manuel, Mariano, Juliana y Mercedes, en medio de la lucha, no tenía nada más que su dignidad, su coraje y la firme voluntad revolucionaria, por eso cuando los Padilla estaban en las más absoluta miseria, y un jefe español intentó sobornarla, Juana le contestó enfurecida: la propuesta de dinero y otros intereses sólo debería hacerse a los infames que pelean por mantener la esclavitud, más no a los que defiendan su dulce libertad cómo hacemos nosotros.

Juana fue una estrecha colaboradora de Güémez y por su coraje fue investida, con el grado de teniente coronel con derecho al uso de uniforme, según un decreto firmado por el director Supremo Pueyrredón el 13 de agosto de 1816, y qué hizo efectivo el general Belgrano.

En su reconocimiento a su labor Belgrano la convirtió en la primera mujer en integrar el ejército argentino, tres meses después fue herida por los realistas, su marido acudió en su rescate y logró liberarla, pero a costa de ser herido de muerte, era el 14 de noviembre de 1816, Juana se quedaba sin su compañero, y el alto Perú sin uno de sus jefes más valientes y brillantes.

En 1825 el Libertador Simón Bolívar visito a Azurduy tras ver la condición miserable en que vivía, la ascendió al grado de coronel y le otorgó una pensión.

Juana Azurduy murió el 25 de mayo de 1862, en la provincia argentina de Jujuy a los 82 años, en la soledad, el olvido y la pobreza absoluta, fue enterrada en una fosa común y 100 años después sus restos fueron exhumados y depositados en un mausoleo que se construyó en su homenaje en la ciudad de Sucre.

El nombre de Juana Azurduy remite a una canción y a un poema de Félix Luna y Ariel Ramírez inmortalizado por la voz de Mercedes Sosa. Aquellas melodías y palabras permitieron conocer a una luchadora que lo dio todo por la independencia de América.

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