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El censo 2020 revela un boom de latinos en Estados Unidos

p y Reuters Periódico La Jornada 14 de agosto de 2021.

Nueva York. Hispanos, 18 de cada 100 estadunidenses son latinos. La población blanca disminuyó por primera vez desde que se hace el registro

El explosivo crecimiento de la población latina en Estados Unidos contra la merma de la cifra de ciudadanos blancos fue una de las conclusiones sobresalientes del censo 2020. La población en general aumentó 7.4 por ciento en la década reciente, el incremento más bajo desde la depresión de 1930.


El porcentaje de blancos disminuyó asimismo de 63.7 por ciento de hace 11 años a 57.8 por ciento de 2020. Los blancos siguen siendo el grupo étnico o racial más grande, aunque no en California, donde 39.4 por ciento son latinos y 34.7, blancos.



Algunos demógrafos dicen que el porcentaje de habitantes blancos es esa nación no está disminuyendo tanto sino que ya no se identifica como totalmente blanco y asume una identidad multirracial. La cantidad de personas que dijeron pertenecer a dos o más razas casi se cuadriplicó, de 9 millones en 2010 a 33.8 millones reportado en el censo reciente, lo que representa 10 por ciento de los estadunidenses.


Ese aumento fue impulsado por el boom poblacional de latinos que aumentó en casi un cuarto en 10 años. A título de comparación, el crecimiento del resto de la población fue de 4.3 por ciento.


Hay 62.1 millones de latinoamericanos en el país, que representan 18.7 por ciento. En 2010, eran 16.3 por ciento. Los estados donde hubo un mayor crecimiento de la comunidad hispana fueron Florida, Texas, Nueva York, Illinois y California. La cifra de habitantes blancos en ese estado sureño se desplomó 24 por ciento entre 2010 y 2020, lo que confirma que es uno de los tres estados –junto con Nuevo México y Hawaii– donde no son el grupo étnico más numeroso.


Los de origen asiático, mientras tanto, son un tercio más y hoy suman 24 millones de personas.


Los hispanos, asiáticos y personas de dos o más razas son los únicos sectores menores de edad que crecen, declaró William Frey, del Programa de Políticas Metropolitanas de Brookings. Muchas de estas minorías jóvenes son importantes para nuestro futuro crecimiento, no sólo el de la población joven sino para nuestra futura fuerza laboral.


Los hispanos representaron aproximadamente la mitad del aumento poblacional de Estados Unidos.





El censo de 2020 confirmó lo que sabemos desde hace años: el futuro del país es latino, afirmó Arturo Vargas, director del Fondo Educativo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos y Designados.


El conteo demográfico se hace cada 10 años desde 1790 y ésta es la primera vez en que la cantidad de blancos bajó, de 196 millones de 2010 a 191 millones de 2020.


Los latinos superaron a los blancos como el grupo étnico más grande de California en 2014.

Los datos estadísticos recientes muestran que la comunidad latina de California avanzó 11 por ciento hasta alcanzar 15.5 millones de personas, lo que supone casi 40 por ciento de los cerca de 40 millones de residentes del estado.


Biden aprieta la tuerca contra migrantes centroamericanos


Por otra parte, defensores de los migrantes criticaron ayer las políticas de asilo del presidente Joe Biden, pues consideraron que las expulsiones en la frontera sur y otras medidas disuasorias eran crueles, ilegales e ineficaces.


En una carta dirigida a Biden y a funcionarios de alto rango, más de 100 organizaciones instaron al presidente demócrata a restablecer la capacidad de todos los migrantes para solicitar asilo en Estados Unidos y evitar cualquier nueva política que limite el acceso.


Prometiendo un enfoque más humano, Biden ha revertido muchas de las políticas restrictivas de su predecesor republicano, Donald Trump.


Sin embargo, el mandatario demócrata ha mantenido un decreto conocido como Título 42, una de las medidas más limitantes de Trump que permite a las autoridades estadunidenses expulsar a los migrantes atrapados al cruzar la frontera de vuelta a México.


Cientos de personas centroamericanas en movilidad –muchas familias con niños– retornadas por Estados Unidos en vuelos hacia el sur de México han sido arrojadas esta semana a un remoto puesto de avanzada en la jungla, en la frontera con Guatemala.


Entran a esa nación centroamericana con niños en brazos y sus pocas pertenencias en bolsas de plástico, la mayoría reconocen estar desorientados por su repentina llegada a un tercer país en 24 horas. En parte, ése es el punto. La nueva medida de Estados Unidos tiene como objetivo disuadirlos de intentar llegar a la frontera estadunidense.


Entre los expulsados hay hondureños y salvadoreños. Algunos comienzan a caminar hacia el sur, piden aventón o buscan un autobús si tienen dinero.


La siguiente comunidad es pequeña, está a 18 kilómetros y en el medio sólo hay una jungla interrumpida por ranchos amurallados. Algunos de los migrantes aseguran que volverán a intentar llegar al gran vecino del norte.


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