Jeffrey Moyo / IPS junio 2023
Los países pobres se enfrentan a 13 billones de dólares que el Grupo de los Siete (G7) adeuda de sus compromisos en asistencia y fondos climáticos, mientras están atenazados por las obligaciones de la deuda con los grandes acreedores. El resultado es la carencia de ingresos para financiar la salud, la educación, la paridad de género, la protección social y los embates climáticos. Imagen:
Se acaban de revelar dos datos estremecedores: los países del G7 deben a los de ingresos bajos y medios 13,3 billones de dólares en ayudas y fondos para la acción climática no pagados, en un momento en que mil millones de personas se enfrentan al riesgo del cólera, precisamente por la asombrosa reducción e incluso impago de la asistencia comprometida.
Esta realidad inhumana también revela que el Grupo de los Siete (G7) de las mayores potencias industriales y que suma solo 10 % de la población mundial, sigue exigiendo al Sur Global el pago de 232 millones de dólares, al día, en concepto de amortización de la deuda hasta 2028, según reveló un nuevo análisis de Oxfam.
El análisis fue publicado el día 17 por la organización internacional enfocada en combatir la injusticia social y la pobreza, como contexto de la 49 cumbre anual del G7, que hospedó la ciudad japonesa de Hiroshima entre el viernes 19 y el domingo 21.
La exorbitante cantidad responde a los intereses y amortización de la deuda que los países de renta media y baja -incluidos los 46 Países Menos Adelantados (PMA)- tienen que seguir transfiriendo, cada día, por los 10 billones (millón de millones) de dólares que se han visto obligados a pedir prestados a los Estados ricos, los bancos privados y las corporaciones financieras.
Conclusiones
Los países del Grupo de los Siete (G7) adeudan a los países de renta baja y media la enorme cantidad de 13,3 billones en concepto de ayuda no pagada y financiación para la acción climática, según el análisis publicado antes del comienzo de la cumbre del G7, conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Japón, Italia y Reino Unido.
Este dinero podría destinarse a sanidad, educación, igualdad de género y protección social, así como a hacer frente a los efectos del cambio climático», añade este movimiento mundial conformado por miles de personas socias y aliadas que trabajan en 70 países.
Esa enorme deuda de los países del G7 con el Sur Global en sus promesas de ayuda no cumplidas sería vitalmente necesaria para salvar la vida de hasta mil millones de personas en 43 países que ahora se enfrentan al riesgo de cólera en medio de un panorama “desolador”, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) el 19 de mayo de 2023.
En su nueva alerta, las dos agencias especializadas de la ONU señalan que cada vez más países se enfrentan a brotes, se registra un mayor número de casos y las consecuencias para los pacientes son peores que hace 10 años.
Tras años de descenso constante, el cólera está «reapareciendo de forma devastadora y afectando a las comunidades más vulnerables del mundo».
Matar a los pobres a la vista de todos
“La pandemia está matando a los pobres delante de nuestras narices», ha declarado Jörme Pfaffmann Zambruni, jefe de la Unidad de Emergencias de Salud Pública de Unicef.
“Haciéndose eco del sombrío panorama, los datos de la OMS indican que en mayo de 2022, 15 países habían notificado casos, pero a mediados de mayo de este año 2023 «ya tenemos 24 países que han notificado casos y prevemos que habrá más con el cambio estacional de los casos de cólera», dijo Henry Gray, director de Incidentes de la OMS para la respuesta mundial al cólera.
Aumento de los casos de cólera
“A pesar de los avances en el control de la enfermedad logrados en las décadas anteriores corremos el riesgo de retroceder”, puntualizó.
La OMS estima que 1000 millones de personas en 43 países corren el riesgo de contraer el cólera, siendo los niños menores de cinco años los más vulnerables.
La tasa de mortalidad del cólera, extraordinariamente alta, también es alarmante.
El sudeste de África está especialmente afectado, con infecciones que se extienden por Malawi, Mozambique, Sudáfrica, Tanzania, Zambia y Zimbabue, según Naciones Unidas.
Combinación mortal
Una combinación letal de cambio climático, falta de inversión en servicios de agua, saneamiento e higiene -y en algunos casos conflictos armados- ha provocado la propagación de la enfermedad, señalaron las dos agencias de la ONU.
A pesar de estas y otras muchas amenazas a las que se enfrentan los países más vulnerables, los Estados ricos del G7 siguen recortando drásticamente su ayuda comprometida, al tiempo que provocan los mayores impactos de su adicción altamente lucrativa a los combustibles fósiles, una de las principales causas de la actual emergencia climática.
Riqueza “construida sobre el colonialismo y la esclavitud”
A los países ricos del G7 les gusta presentarse como salvadores, pero lo que están haciendo es aplicar un doble rasero mortal: juegan con unas reglas mientras que sus antiguas colonias se ven obligadas a jugar con otras», afirmó el director ejecutivo interino de Oxfam Internacional, Amitabh Behar.
Es el mundo rico el que debe al Sur Global. La ayuda que prometieron hace décadas y nunca dieron. Los enormes costes de los daños climáticos causados por la quema imprudente de combustibles fósiles. La inmensa riqueza construida sobre el colonialismo y la esclavitud.
De hecho, ya en 2020, los países del G7 representaban más de 50 % de la riqueza neta mundial, estimada en más de 200 billones de dólares.
“Todos y cada uno de los días, el Sur Global paga cientos de millones de dólares al G7 y a sus ricos banqueros. Esto tiene que acabar. Es hora de denunciar la hipocresía del G7 por lo que es: un intento de eludir responsabilidades y mantener el statu quo neocolonial», afirmó Behar.
“Este dinero podría haber sido transformador», dijo Behar. Podría haber servido para que los niños fueran a la escuela, para hospitales y medicamentos vitales, para mejorar el acceso al agua, para mejorar las carreteras, la agricultura y la seguridad alimentaria, y para mucho más. El G7 debe pagar lo que le corresponde.
Miles de millones de pobres… y hambrientos
Los líderes del G7 se reúnen en un momento en el que miles de millones de trabajadores se enfrentan a recortes salariales reales y a subidas imposibles de los precios de productos básicos como los alimentos, dijo Oxfam.
El hambre en el mundo ha aumentado por quinto año consecutivo, mientras que la riqueza extrema y la pobreza extrema han aumentado simultáneamente por primera vez en 25 años, detalla.
A pesar de que el mes pasado el G7 se comprometió a eliminar más rápidamente los combustibles fósiles, Alemania presiona ahora para que los líderes del G7 respalden la inversión pública en gas, explica además el movimiento de solidaridad humana.
El G7 debe a los pobres 9 billones de dólares por su devastación
“Se calcula que el G7 debe a los países de renta baja y media 8,7 billones de dólares por las devastadoras pérdidas y daños que han causado sus excesivas emisiones de carbono, especialmente en el Sur Global”, indica.
Los gobiernos del G7 también están incumpliendo colectivamente una antigua promesa de los países ricos de aportar 100 000 millones de dólares anuales entre 2020 y 2025 para ayudar a los países más pobres a hacer frente al cambio climático, añade.
Mientras tanto, puntualiza, «en 1970, los países ricos acordaron destinar 0,7% de su renta nacional bruta a la ayuda. Desde entonces, los países del G7 han dejado sin pagar un total de 4,49 billones de dólares a los países más pobres del mundo, más de la mitad de lo prometido”.
¿Cumplirá este 10 % de la población mundial sus compromisos con 90 % de los seres humanos de la Tierra? ¿Qué opina usted al respecto?
T: MF / ED: EG
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