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EU: Decisión del Congreso afectará a millones de familias estadounidenses

Alejandra Brito Blanco* RAZONESDECUBA 18 de enero del 2022

En el 2014, según datos del Centro Nacional de Familias Sin Hogar, 2.5 millones de niños estadounidenses vivían en la calle al menos durante un año. El Congreso de Estados Unidos desaprobó una prórroga del crédito ampliado que otorgaba pagos mensuales de crédito tributario por hijos.



Producto de esta decisión, casi 10 millones de niños podrían empeorar o recaer en una situación de pobreza. La iniciativa estaba incluida dentro del proyecto de ley Build Back Better (Reconstruir Mejor), piedra angular de la política económica de Joe Biden. Aunque logró pasar por el filtro de la Cámara de Representantes, no corrió igual suerte en el Senado.

La negativa de un representante de su propio partido, el senador Joe Manchin, puso punto final a la proyección económica. Esta decisión coloca en un punto aún más crítico a las familias estadounidenses de clase media, ya grandemente afectadas por la crisis económica y el alza de los casos de Covid 19.

Cierran las arcas del Tío Sam

Desde julio pasado, más de 30 millones de familias recibían un pago mensual, como parte de un paquete de medidas de alivio económico federal ampliado temporalmente a inicios de año. Al no hacerse efectiva una prórroga, reseña en diario Washington Post, se volvería a versiones anteriores de la medida económica. Expertos indican que el cese de prerrogativas como la eliminación de los requisitos de trabajo para obtener el crédito, el aumento del monto máximo y la disposición de pagos mensuales, solo perjudicaría a los más vulnerables.

Estaba establecido el pago de 300 dólares por niño menor de 6 años y 250 por niño mayor. El crédito para mantener el programa en funcionamiento asciende a aproximadamente 2 billones de dólares. Aunque se ha explorado la posibilidad de presentarlo de nuevo en las instancias legislativas este mes, es probable que nunca sea aprobado. Con esta escasa posibilidad de avance, parece haberse echado la última palada de tierra en la tumba de las promesas electorales de Biden sobre la creación de una “infraestructura humana” para impulsar el desarrollo del país.

Guerra en el Congreso

Debido a la distribución interna del Congreso, la negativa de Manchin resultó decisiva para frenar el “el proyecto estrella" de su propia organización política. Según declaraciones suyas, aumentar la carga de la deuda de Estados Unidos supondría "obstaculizar drásticamente" la capacidad del país para responder a la pandemia de coronavirus y a otras amenazas geopolíticas. En respuesta, la actual administración no escondió su enojo. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, acusó al senador de un “incumplimiento de sus compromisos con el presidente”, una declaración bastante ingenua viniendo de Biden, que ha vivido por casi 50 años las dinámicas del poder político en esa instancia bicameral.


Mientras los de arriba continúan moviendo piezas en su juego político, el cese de la asistencia se hará sentir en los hogares estadounidenses. Clase media: la más afectada "Se trataba de poner las cosas un poco más fáciles a las familias que están intentando salir a flote en mitad de todo esto. Era dinero que se gastaban en comida, facturas y para cancelar deudas", lamenta el portavoz de la encuestadora progresista Data for Progress, Ahmad Ali, al portal de noticias The Hill. Información referida por este medio de comunicación revela que, de no revertirse la decisión, los ingresos de la clase media quedarán recortados en un promedio de 6 mil 200 dólares. Según una encuesta realizada por la Oficina del Censo de Estados Unidos, los núcleos beneficiados habían usado gran parte del dinero en gastos escolares, alimentos y otras cuentas domésticas.


Según argumentos opositores, el crédito no puede ser aceptado por implicaciones de responsabilidad fiscal. Es decir, la crisis económica del país es demasiado grande como para asumir gastos. Sin embargo, el pretexto se hace añicos cuando vemos una ampliación en el presupuesto de defensa para el 2022, que alcanza casi 770 millones de dólares. Falsos pretextos. La cifra representa un incremento del 5% con respecto al año anterior.


El propio Biden promulgó la Ley de Autorización de Defensa Nacional el pasado 27 de diciembre. Ese gobierno tampoco ha escatimado recursos en programas subversivos en naciones contrarias a sus intereses, como Cuba y Venezuela. Por lo tanto, el problema no es gastar dinero, sino destinarlo a la clase trabajadora y los pobres. “El propio Manchin es un barón del carbón que conduce un Maserati y pasa su tiempo libre en yates de lujo mientras representa a uno de los estados más pobres del país. Aunque dice que le preocupa explicar su voto a quienes lo apoyan, no tiene nada que ver con sus votantes”, refiere una publicación del diario La Izquierda.

Todo esto sucede cuando las encuestas revelan que el índice de aprobación de Biden ha bajado a un 41%. Además, el país enfrenta una combinación de la variante delta del coronavirus y el ómicron, así como un aumento histórico en la inflación.

El futuro no pinta bien para esta administración, iniciada con la promesa de terminar con la pandemia, revertir los desaciertos de Trump y proteger a los estadounidenses.

*Estudiante de primer año de Periodismo, Facultad de Comunicación, Universidad de La Habana.

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