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Kamala Harris: la expansión de empresas estadunidenses

Por Rocío Luna

López Obrador recibió a la vicepresidenta estadounidense en la puerta central de Palacio Nacional, le dio la bienvenida. “Mucho gusto”, respondió en español Harris y se mostró contenta de llegar al país.

Kamala Harris y el presidente Andrés Manuel López Obrador, atestiguaron la firma de un memorándum de entendimiento para intercambiar experiencias y propuestas de cooperación internacional en materia de migración en su visita a México.


Así mismo durante su conferencia con Giammattei, la vicepresidenta también lanzó una advertencia directa a los indocumentados que piensan emprender el "peligroso" viaje a la frontera: "No vengan. No vengan", dijo.

Pero a qué vino realmente, la vicepresidenta de Estados Unidos Kamala Harris anunció compromisos de inversión o mejor dicho de invasión comercial en México, Guatemala, Honduras y El Salvador de una docena de corporaciones y organizaciones como parte de los planes del gobierno del presidente Joe Biden para abordar las causas de origen de la migración en Centroamérica. Entre los participantes del nuevo programa están los gigantes corporativos Nestlé, MasterCard y Microsoft que explotan a los trabajadores y afectan el medio ambiente.

Harris ha enfatizado la necesidad de desarrollo económico en la región y que alianzas públicas-privadas aborden los desafíos de la zona, pero lo que realmente sucederá es el enriquecimiento de las corporaciones estadounidenses debido a los empleos precarios a los cuales están acostumbrados y que imponen, es decir jornadas largas de trabajo, inseguridad laboral y bajos sueldos; es lo que en el fondo trae la propuesta de detener la migración.

El gobierno Yanki respalda una propuesta para proporcionar 7,000 millones de dólares en asistencia a México, Guatemala, El Salvador y Honduras para ayudar a atender la pobreza y la violencia que causan que las personas huyan a Estados Unidos, sabemos de fondo que este dinero se recuperará con la instalación de los grandes corporativos. Pero además no toca el tema de las drogas que compra EU, las armas que vende y sus bancos que lavan el dinero del crimen.

El papel de la inversión extranjera directa y de las empresas transnacionales implica tener presente problemas tan complejos como la contribución de la inversión extranjera a las cuentas con el exterior es decir la fuga del capital, el papel de las empresas transnacionales en la difusión de la tecnología y el impacto en la dinámica del empleo, cuyos resultados no necesariamente son positivos.

Este tipo de expansión de empresas estadounidenses no implica automáticamente incrementos sobresalientes en la capacidad de producción de los países en los cuales se instalan o que reciben los capitales. No abonan su sustentabilidad, sino su dependencia. Por ello no hay necesariamente un saldo positivo en términos del impulso al crecimiento. Por el contrario, sigue siendo necesario tomar medidas que permitan establecer un ambiente macroeconómico propicio para crecer con soberanía a partir de los mercados de cada país.

Uno de los signos que caracterizan la expansión de las empresas transnacionales es la concentración económica, es decir al instalarse estas empresas acaparan el mercado y desaparecen las empresas nacionales.

Como se reporta en los estudios elaborados por la UNCTAD sobre las inversiones extranjeras (World Investment Report) las empresas transnacionales tienen un peso económico notable que se mantiene o crece en los años recientes, mientras que las empresas nacionales no pueden competir con estas y llegan a desaparecer o son absorbidas por la inversión extranjera.

Los países, además de modificar sus leyes para dar garantías al capital extranjero, realizan acuerdos internacionales sobre inversiones, multiplicándose en particular los tratados bilaterales y también proliferan los acuerdos en materia de doble tributación favoreciendo a las empresas extranjeras y dejando en desventaja a las nacionales.

Un tema particularmente difícil es la regulación de las actividades de las empresas transnacionales. Los criterios ecológicos, de respeto del medio ambiente y de formas convenientes en las relaciones laborales no son suficientes, dando pie a que las empresas operen de forma contaminante y sobre todo explotando los recursos en donde se establecen sus fábricas.

Pero la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, anunció el compromiso de una docena de empresas y organizaciones de invertir en Centroamérica, con el objetivo de potenciar su economía y frenar la migración, lo que al parecer suena una propuesta para frenar la migración es realidad es un método de expansión de empresas, una política neocolonial que beneficiarán a Estados Unidos y no a los ciudadanos de los países que piensan intervenir.

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