La belleza de esta hora difícil radica en saber que somos parte de un pueblo invencible
- Mexteki

- 31 jul
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– Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez –
Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la clausura del Quinto Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su X Legislatura, en el Palacio de Convenciones, el 18 de julio de 2025, "Año 67 de la Revolución"
Estimado General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana;
Estimado compañero Esteban Lazo Hernández, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular;
Estimados diputados;
Compatriotas:
Esta ha sido una auténtica Asamblea del pueblo, como expresó aquí el joven diputado Danhiz. Lo ha sido porque sus debates fueron los debates de la sociedad cubana de hoy sobre los enormes desafíos que tenemos por delante, pero también porque revelaron una vez más la impresionante disposición de este pueblo para luchar cuando todo se vuelve más difícil.
Ni pesimismo, ni derrotismo, ni desaliento. Lo que encontramos aquí fueron presentaciones sobrias, críticas basadas en el compromiso y, sobre todo, propuestas y demandas concretas para cambiar lo que debe cambiarse sin demora.
No me sorprende la sabiduría y el entusiasmo que ha caracterizado prácticamente todas las intervenciones de estos días, es lo que he visto en los recorridos por las provincias. Justo donde la situación es más difícil, después de largas horas de apagón, siempre encuentras el extra de cubanos.
No es la primera vez ni será la última vez que la Revolución Cubana enfrente su "momento más difícil", aunque siempre nos parecerá que nada puede ser peor que lo que enfrentamos en el instante en que lo enfrentamos.
Citaré algunos episodios de la historia de Cuba: el Pacto del Zanjón después de diez años de una guerra sangrienta que terminó con la muerte o el exilio de sus líderes; la caída en combate de José Martí y Antonio Maceo; la intervención yanqui que nos robó incluso el derecho a entrar en la heroica ciudad y a asistir a la firma del Tratado de París porque allí dos imperios negociaron nuestra libertad; la república neocolonial con su apéndice, y la base militar yanqui donde se tortura y viola la dignidad humana.
Luego vienen los tiempos de Machado con su pompa y miseria, y Julio Antonio Mella asesinado, y la Revolución que se fue a los perros, y Antonio Guiteras masacrado en El Morrillo por su acción profundamente antiimperialista. Y la corrupción de los auténticos, y el golpe de Estado de Batista, y los asesinatos de "nuestros hijos" denunciados por las madres cubanas, y los estudiantes reprimidos y la masacre de los asaltantes del Moncada, el Palacio Presidencial, la Goicuría.
Con toda esta herencia de heroísmo y frustraciones de las luchas revolucionarias, la Generación del Centenario entró en la historia, con su revés marcando la victoria en el ataque al Moncada. Ya tenían un programa, un ideal y la voluntad de llevarlo hasta las últimas consecuencias. Y así lo hicieron.
Cuando repasamos todos los períodos de los 66 años de la Revolución en el poder, lo que encontramos, además de victorias, son desafíos tercermundistas, obstáculos enemigos y también nuestros propios errores y lecciones aprendidas, todos frutos del afán nunca abandonado de conquistar y sostener la justicia social como aspiración suprema, en un contexto mundial completamente adverso. desde que la Unión Soviética y el campo socialista dejaron de existir.
Si, a pesar de todo eso, la Revolución Cubana está de pie y luchando por la prosperidad posible, es por su carácter auténtico y genuino. No somos un accidente de la historia. Somos la consecuencia lógica de una historia de resistencia y rebelión contra el abuso y la injusticia que tiene razones muy profundas para creer en su propia fuerza.
Por eso ofende la dignidad nacional quienes juegan a comparar tiempos para alabar "lo bien que estaba Cuba antes de 1959", publicando fotos de los palacios y la elegancia de sus damas y caballeros, pero ocultando las del desalojo, el plan machete, la miseria, los niños hinchados de parásitos que trabajaban cuando deberían haber ido a la escuela, las prostitutas y las mafias italoamericanas que se repartían el botín de los hoteles y cabarets para blancos solo en un país mestizo.
Porque la Revolución que finalmente tomó el poder en 1959 fue iniciada por un pequeño grupo de revolucionarios, pero fue hecha por todo un pueblo. Y las personas que lo hicieron lo han defendido y lo defienden hoy incluso con los dientes, ¡que no quede ninguna duda al respecto! (Aplausos).
De lo contrario, nunca será posible explicar su existencia en esta década incierta del siglo XXI, donde la disidencia de la forma única de pensar, impuesta por el capitalismo depredador, se paga con bombas inteligentes, la destrucción de naciones enteras o con bloqueos económicos asfixiantes, como el que este pequeño país de valientes ha estado soportando durante más de 60 años.
Es profundamente insultante a la dignidad humana que quienes utilizan Internet en campañas para denigrar al pueblo cubano no reaccionen con igual indignación ante los escandalosos crímenes de quienes bloquean el país; Evitan llamar por su nombre al genocidio israelí en Gaza y Líbano, y no protestan, no se rebelan, no tienen el coraje de señalar con el dedo a los culpables de tanta xenofobia, tanta guerra, tantas armas y tanta injusticia, compitiendo en prominencia noticiosa con el alboroto de pedófilos multimillonarios y la deportación o el encarcelamiento. sin delitos comprobados, de decenas de miles de trabajadores migrantes y sus familias.
Lo que aprendimos de la Revolución Cubana es que los ideales no cambian porque las circunstancias cambian; que la trinchera no se abandona cuando se endurece el asedio enemigo. Aprendimos que solo teniendo convicciones claras como principios es posible sostener y ganar batallas. ¡Y también aprendimos que podemos luchar para salir del asedio! (Aplausos).
Colegas:
No voy a extenderme sobre los temas ya abordados. La gravedad de los tiempos exige más acciones que palabras, aunque siempre tendremos el deber de decirlas y sobre todo de honrarlas ante el pueblo que nos eligió. La guía está en el concepto de Revolución que nos legó Fidel: "Nunca mientas ni violes los principios éticos".
Estas sesiones de trabajo nos dejan una lección importante. Esta es la Asamblea del pueblo cubano y todo lo que se discuta y apruebe en ella tiene que conectar con los sentimientos, necesidades y demandas del pueblo cubano. Pero no olvidemos, al repensar estos días, la ética revolucionaria, la que nos enseñó Fidel; Que prevalezca en nosotros el respeto y no el odio, después de aprender, no podemos por ninguna razón parecernos a nuestros enemigos.
Por otro lado, no sería realista ni honesto comprometernos a cumplir con la solución de todas esas necesidades y demandas, siempre en crecimiento, donde el principal obstáculo para lograrlo es externo. Lo que podemos y tenemos el deber de comprometer es nuestra energía, nuestro esfuerzo, nuestra búsqueda incansable de nuevas formas y acciones hacia la satisfacción de esas demandas.
Como el principal obstáculo no está al alcance, todas las soluciones dependen enteramente de la capacidad de prever, anticipar los acontecimientos y afrontarlos con inteligencia, esfuerzo e innovación. Pero, ante todo, con la participación indispensable de nuestro heroico pueblo.
La recién lanzada plataforma de información y servicios Soberanía y la propuesta de varios diputados de consensuar y transparentar las medidas del Programa de Gobierno para corregir distorsiones son fortalezas de la transformación digital, que debería acelerar procesos que aún se ejecutan con demasiada lentitud para la gravedad de las urgencias.
La economía cubana opera bajo muchos riesgos para cualquier decisión, en gran parte derivados de la feroz persecución del enemigo. No podemos agregar más con nuestras propias insuficiencias. Mantenemos la convicción reiterada por el General de Ejército Raúl Castro Ruz de que es posible avanzar y superar la situación actual a través de nuestros propios esfuerzos y resultados; Pero para lograrlo, se requiere más disciplina, organización, conciencia y perseverancia.
Creo que los informes del Primer Ministro y de los Ministros de Economía y Planificación y de Finanzas y Precios han sido suficientemente comentados y han recibido observaciones y propuestas que deben tenerse en cuenta.
Un ejemplo alentador son los resultados fiscales analizados en esta Asamblea. No me detendré en los detalles, pero creo que es bueno recordar que cerramos el año 2023 con un aumento del 35% en el déficit fiscal. Muchos recordarán la alarma que esto causó y la predicción fatalista de quienes calcularon hasta una década para recuperar ese indicador. Un año y medio después, la noticia alentadora es que pudimos lograr una reducción significativa. De hecho, durante los primeros cuatro meses de este año tuvimos resultados superavitarios y hasta este momento la cuenta corriente cierra sin déficit, lo que no se había logrado en más de diez años.
¿Cómo fue esto posible? La fórmula principal: disciplina y exigencia en la lucha contra la evasión fiscal, en la recaudación de impuestos y multas. El trabajo aún no es perfecto, este es un área en la que se necesita mucho trabajo de concienciación y control, hasta que ganemos en cultura fiscal.
Este resultado, muy importante para la economía, tiene un impacto social trascendental: nos permitirá redistribuir ese ingreso a los sectores más vulnerables, como nuestros jubilados. Esto es lo que nos ha permitido llevar sus pensiones a un nivel que, aunque no es suficiente, los coloca en mejores condiciones.
La principal moneda de cambio en la política fiscal es y seguirá siendo atender a aquellos, en la sociedad, que sufren más severamente la difícil situación del país bajo la soga del plan de asfixia contenido en el Memorándum Presidencial del Sr. Trump.
Con la convicción de que "Sí se puede", tenemos que volcarnos a otras áreas vitales para el desarrollo, como lograr un aumento en el ingreso de divisas, en medio de un escenario muy hostil en el que el Gobierno de Estados Unidos refuerza su cerco para impedir el ingreso de un solo centavo al país todos los días.
No podemos permanecer impasibles, y mucho menos sentirnos derrotados. Debemos centrarnos en todas nuestras capacidades de exportación, que inevitablemente parten de un aumento de la producción en todas las zonas posibles, para hacerlo en cantidad y calidad suficientes, lo que nos permitirá imponernos contra el asedio y la competencia mundial.
Depende de nosotros, y solo de nosotros, ser lo suficientemente eficientes, incluso en las difíciles circunstancias de actuar con las manos atadas por el bloqueo que algunos intentan evitar. Es un desafío desafiante, pero no imposible.
Aquí me gustaría volver a lo que encontramos en cada recorrido que hacemos semana tras semana por los municipios del país: cómo algunos, en las mismas circunstancias de escasez, pueden superar las dificultades y demostrar resultados.
Una respuesta innegable a esta pregunta, que nos hacemos constantemente, radica en el potencial del liderazgo y el valor de los colectivos exitosos.
La mentalidad importadora que nos corroe desde hace años, además de generar dependencia, cuyos efectos negativos se sienten más en tiempos de crisis, frena la capacidad y potencialidad interna y facilita las acciones de persecución contra Cuba.
No podemos decir que renunciaremos a las importaciones, siempre serán necesarias a algún nivel; Pero es urgente cambiar la matriz y trabajar sobre la base de consumir más de lo que producimos internamente de lo que se importa.
Estos procesos productivos, que necesitamos dinamizar urgentemente, no podemos esperar que sean solo de grandes estructuras o empresas.
Como forma de contribuir al desarrollo municipal, debemos apostar por impulsar los sistemas productivos locales. Defendamos de una vez por todas que los municipios ocupen por fin el protagonismo que deben tener en el desarrollo nacional.
Estimados diputados:
Estamos ante un mundo en el que se está intentando por parte de la principal potencia militar y económica imponer un enfoque hegemónico y neoliberal.
Durante este semestre hemos consolidado las relaciones exteriores, que se fortalecen en medio de constantes presiones de sectores de odio anticubano extremo para promover el aislamiento económico y político, que nunca lograrán.
Cuba sigue siendo ese referente de dignidad y soberanía nacional que muchos gobiernos y pueblos del mundo admiran.
Hemos alcanzado un nivel más alto en las relaciones estratégicas con China, Vietnam, Rusia y otros países amigos que participan de manera creciente y mutuamente beneficiosa en los planes de desarrollo económico y social.
Nuestro apoyo a la Revolución Bolivariana, a la Revolución Sandinista y a la nación y el pueblo siempre hermanos de México continúan.
Hemos continuado el diálogo respetuoso y las relaciones de cooperación con los países miembros de la Unión Europea, sobre la amplia base y el marco jurídico que ofrece el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre Cuba y ese bloque de países.
Cuba mantendrá su solidaridad y cooperación con las naciones hermanas de África y América Latina y el Caribe que continúan denunciando el bloqueo y las certificaciones arbitrarias, a pesar de las diferentes presiones a las que están sometidas.
En los importantes eventos en los que hemos participado este año, como la CELAC, las cumbres de la Unión Económica Euroasiática y los BRICS, se ha ratificado el entendimiento, la sensibilidad y la voluntad de insertar y apoyar a Cuba en estos mecanismos internacionales.
Observamos en las reacciones de la gente muchas expectativas favorables sobre el fortalecimiento de estos intercambios y sus resultados. Aunque lleva tiempo consolidar la incorporación a estos mecanismos, significan nuevas y esperanzadoras oportunidades.
Para ello también tenemos que trabajar juntos, a todos los niveles, con un alto sentido de pertenencia, responsabilidad y sin esa burocracia persistente que todavía encontramos y que no pocas veces obstaculiza y frustra proyectos importantes. Cualquier estrategia para avanzar debe tener en cuenta que la nueva doctrina estadounidense, que busca imponer la paz por la fuerza, es una amenaza latente a la verdadera paz a nivel global, lo que plantea, en el caso particular de Cuba, un escenario muy peligroso.
Nadie está a salvo cuando el imperio más poderoso de la historia rompe todas las reglas de las relaciones internacionales para imponer su voluntad hegemónica contra los países a los que pretende someter, incluso, como hemos visto, a sus propios aliados tradicionales.
En nuestro caso, el intento de someternos, mucho más antiguo que la Revolución, se ha intensificado en los últimos años, y muy recientemente la actual administración republicana se ha encargado de declararlo, formal y públicamente, en un Memorándum Presidencial sobre Seguridad Nacional.
Las principales medidas contempladas en este Memorándum se han aplicado desde el primer mandato de Donald Trump y están dirigidas a cerrar todo acceso a la financiación que es esencial para el normal funcionamiento de la economía.
Este brutal asedio, combinado con la inaceptable inclusión de Cuba en la lista de presuntos patrocinadores del terrorismo, refuerza la política de bloqueo a niveles sin precedentes y provoca un impacto multiplicado de las medidas coercitivas en la economía y, por extensión, en el nivel de vida de la población cubana. No podemos ocultar o ignorar este efecto, y mucho menos su propósito destructivo.
La combinación de la limitada disponibilidad de ingresos en divisas, como ya hemos mencionado, la alta dependencia de las importaciones y los efectos transversales causados por la inestabilidad del sistema electroenergético nacional provocan una importante parálisis o desaceleración de la actividad económica que impone un déficit en la oferta de bienes y servicios a la población. y una contracción de las exportaciones.
En consecuencia, la capacidad de importación de alimentos para la canasta básica y los combustibles necesarios para la generación de electricidad y el funcionamiento de la economía es limitada. La escasa disponibilidad de medicamentos, la disminución de los servicios de transporte, recolección de residuos sólidos y suministro de agua, entre otros, conforman el duro panorama que enfrenta nuestra gente todos los días.
Para superar esta situación, nos hemos visto obligados a aceptar la dolarización parcial de la economía, que sin duda, de alguna manera, favorece a quienes poseen ciertos recursos de capital o reciben remesas, lo que se traduce en un indeseado ensanchamiento de las brechas que marcan la desigualdad social.
En este contexto, debemos aumentar la efectividad de la función social redistributiva del Estado con políticas públicas y fiscales que, sin restringir las soluciones, eviten la concentración de la riqueza en manos de unos pocos, aumentando así la desigualdad y la pobreza. Y prestar la mayor atención a la inflación que, aunque mantiene una ligera desaceleración, sigue siendo muy alta, limitando el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores y los menores ingresos de pensionados y jubilados.
Es urgente reordenar las relaciones entre el sector estatal y el sector privado para corregir distorsiones, malas prácticas y tendencias negativas que se desvían de los principios de la construcción socialista. Fortalecer la ética empresarial para evitar el soborno, el favoritismo y la corrupción.
Es precisamente en este escenario que estamos trabajando para hacer cumplir y apoyar el Programa de Gobierno para eliminar distorsiones y reconducir la economía, cuyos avances, resultados y proyecciones fueron presentados por el compañero Marrero.
Es fundamental darla a conocer, desde sus fundamentos hasta sus acciones, para que pueda ser verdaderamente apoyada con participación y control popular.
El eminente científico y miembro de nuestro Consejo de Estado, Yury Valdés Balbín, expuso aquí de manera muy gráfica la importancia de la participación del pueblo en el control y en todos los procesos que impactan en su bienestar, siempre desde una perspectiva libre de formalismos, que realmente conecte con los intereses de quienes participan. Es necesario articular y promover en los espacios municipales y comunitarios formas participativas para satisfacer las necesidades de la ciudadanía. Y la gestión municipal debe basarse en evitar y prevenir problemas en la comunidad, dejando atrás la tolerancia y las justificaciones, y diseñando un verdadero y efectivo control popular, ejerciéndolo sobre el cumplimiento de las políticas públicas aprobadas y su efectiva implementación.
Otro frente decisivo de la soberanía nacional es la batalla en el ecosistema digital. Así lo demuestran las constantes operaciones de desprestigio contra el país; las redes de influencers, medios y algoritmos que amplifican las narrativas negativas; armas digitales como bots y cuentas falsas que saturan ese espacio con narrativas distorsionadas. También se confirma por el uso de técnicas emocionales que buscan erosionar la credibilidad de los líderes, las instituciones y los medios públicos.
Allí también tenemos que ser capaces de defender la verdad con ética, decencia, ingenio, optimismo, confianza y energía; pasar a la ofensiva ideológica; buscar alianzas internacionales que nos permitan romper el cerco mediático; promover soluciones tecnológicas soberanas y, cada vez más, construir un ciberespacio articulado de emancipación.
Damas y caballeros:
En la Sesión que concluye hoy se aprobaron cuatro leyes, todas con enfoque de género, que fortalecerán el orden institucional del país, con un papel determinante en el ámbito económico y social de la nación.
La Ley del Sistema Deportivo Cubano establece y regula las áreas, objetivos, principios, componentes, organización y su funcionamiento, favoreciendo su desarrollo integral en medio de los desafíos actuales.
La Ley del Régimen General de Contravenciones y Sanciones Administrativas prevé modificaciones que ponen su contenido en mayor armonía con los postulados constitucionales y con las disposiciones legislativas adoptadas últimamente, relacionadas con la administración pública para garantizar el cumplimiento y respeto a la legalidad.
La Ley de Registro Civil permite establecer un registro civil único para toda la nación que contribuye a lograr un procesamiento más ágil y eficiente de los asuntos de la población, incorporando el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Todas son normas importantes, pero una, en mi opinión, se destaca entre todas ellas y revela en toda su belleza la importancia de lo que hacemos como legisladores: me refiero al Código de la Niñez, la Adolescencia y la Juventud. Al aprobarla, legislamos sobre los derechos más sagrados de nuestra sociedad, de acuerdo con el futuro que ya camina con nosotros.
El Código de la Niñez, la Adolescencia y la Juventud es un motivo de orgullo para Cuba, como lo fue y lo sigue siendo el Código de las Familias.
El Código es una guía y una herramienta. Todos los que tienen que ver con la formación de niños, adolescentes y jóvenes cubanos deben empaparse del espíritu y la letra de la norma para que el futuro que simbolizan encuentre su proyecto de vida en la nación. Y que este proyecto se salve de las terribles plagas de esta época, como las drogas y la violencia.
Este Código es motivo de orgullo para Cuba, como lo fue y lo sigue siendo el Código de las Familias, en medio de un mundo cada vez más hostil y agresivo. Es también un homenaje a Vilma, quien dedicó su vida a los niños, adolescentes y jóvenes cubanos, y nos abrió el camino con su visión siempre humanista, feminista y, sobre todo, revolucionaria (Aplausos).
Nada de lo que soñamos y hacemos tendría sentido sin nuestro mayor tesoro: las nuevas generaciones. O para decirlo con palabras más personales: nuestros hijos y nietos. Su felicidad y el mundo mejor posible que queremos legarles es lo que el Código busca promover. Gracias a los que lo hicieron posible en tan poco tiempo (Aplausos).
Por otro lado, la reforma constitucional aprobada constituye un hecho legítimo y justo, responde a las realidades actuales del país y es fiel a nuestra historia. De tal manera que la Constitución favorece la posibilidad de una selección más amplia de compañeros con condiciones para ser elegidos como Presidente de la República. Finalmente, defendemos el futuro de la nación con la aprobación de esta reforma constitucional (Aplausos).
Compatriotas:
Hoy, a pocas horas de una nueva conmemoración de aquel momento clave de la historia que fue el 26 de julio de 1953, vale la pena recordar lo que dijo Fidel en el IV Congreso del Partido en 1991, año que terminaría con la desaparición de la URSS y del campo socialista.
Ante la desafiante incertidumbre que este escenario planteaba para Cuba, el Comandante en Jefe respondió de la siguiente manera: "A quienes dicen que nuestra lucha no tendría perspectiva en la situación actual y ante la catástrofe que se ha producido, debemos responder categóricamente: Lo único que nunca tendría ninguna perspectiva es si la patria, la Revolución y el socialismo se perdieron. Es como si nos hubieran dicho que no teníamos perspectiva después del ataque al Moncada..."
Su legendario optimismo se resume en esa frase y en las salidas que siempre vio, no fuera sino dentro de la gente, con su tremendo potencial de inteligencia, que es uno de los grandes recursos a mano. Consciente de la absoluta vigencia de esas ideas, reitero hoy lo que Fidel nos dijo entonces: "Hay posibilidades, eso es lo importante, hay posibilidades, pero las posibilidades son para los pueblos que luchan, los pueblos firmes, los pueblos tenaces, los pueblos que luchan; las posibilidades existen para un pueblo como el nuestro". (Aplausos)
Ese es el pueblo cubano que, representado por ustedes, ha iluminado los días venideros y lo ha hecho con justas críticas y propuestas esperanzadoras, desde las magníficas sesiones de esta Asamblea que nos ha dejado lecciones, lecciones aprendidas, angustias, pero sobre todo una extraordinaria inspiración para emprender el combate decisivo de hoy: prepararnos para saltar los obstáculos de la guerra económica que el imperio más grande de la historia está librando contra nosotros con su infame Memorándum y su plan para sofocar nuestra sagrada independencia y soberanía.
El 26 de julio en Ciego de Ávila, a cuyo pueblo laborioso felicitamos, celebraremos la certeza de que ¡Sí se puede! ¡La historia lo dice y el presente lo certifica! (Aplausos)
En nombre del Partido y del Gobierno, extiendo mis felicitaciones y mi más profundo agradecimiento a todo el pueblo de Cuba (Aplausos). Por su resistencia a tantas dificultades. Por su inagotable creatividad. Por no rendirse nunca cuando falta todo, a veces incluso la indispensable comunicación que estamos obligados a darles.
En menos de un mes estaremos celebrando el inicio del centenario de Fidel, que tendrá lugar en agosto de 2026. ¡El mejor homenaje al genio político-militar, al educador, al científico, al líder de las causas justas en Cuba y en el mundo, es obra del pueblo cubano! (Aplausos).
¡Gracias, Cuba! La belleza de esta hora difícil radica en saber que somos parte de un pueblo invencible.
La rendición nunca ha sido una alternativa. ¡Independencia o muerte, sí! ¡Patria o muerte, sí! ¡Socialismo o muerte, sí! ¡Ríndete, nunca! (Aplausos).
Así lo certificó con su poderosa voz el comandante Juan Almeida bajo una lluvia de balas en Alegría de Pío:
¡Nadie se rinde aquí...!
¡Patria o muerte!
¡Ganaremos!





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