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La resistencia en los Estados Unidos aumenta en tamaño y determinación

Los brutales asaltos de la policía federal no intimidan y siguen reprimiendo la revuelta. 

- Kathleen Chandler –

A raíz de que las fuerzas de la policía federal han permanecido en Portland, Oregón en la última semana de julio y también están siendo enviadas a Chicago, Seattle, Albuquerque, Kansas City y probablemente otras ciudades, el amplio movimiento de resistencia que ha persistido ahora durante más de dos meses después del asesinato racista de George Floyd, la policía respondió con acciones aún más grandes y decididas. Las manifestaciones en apoyo de Portland y las demandas contra la brutalidad e impunidad policial racista y la igualdad tuvieron lugar en muchas ciudades y pueblos el fin de semana del 25 al 26 de julio. Estos incluyen Oakland y Los Ángeles, California; Chicago, Illinois; Cleveland, Ohio; Boston, Massachusetts; Nueva York, Nueva York; Louisville, Kentucky; Omaha, Nebraska; Richmond, Virginia; Aurora, Colorado y Austin, Texas.


Las acciones han continuado desde entonces en muchos lugares, incluyendo Portland, donde muchos miles de personas se enfrentan todas las noches a los gases lacrimógenos, balas de goma, granadas de golpe flash y otras acciones violentas por parte de las fuerzas de la policía federal, estatal y local fuertemente armadas. Una pared de veteranos también es una característica prominente del movimiento de resistencia en Portland. KPTV de Portland informa: 

"El Muro de los veteranos, dice que su misión y mensaje es simple: apoyan a los manifestantes pacíficos y se interponen como un escudo entre ellos y los que acusan de que están violando sus derechos”.

"Hemos visto el Muro de las Madres, el Muro de los Papás, y ahora, el Muro de los Veteranos”, un grupo de veteranos militares estadounidenses unidos como un muro humano para proteger a los manifestantes pacíficos.

"Estamos aquí como veteranos progresistas que no hemos tenido una voz antes y creo que ahora estamos unidos para defender lo que creemos que es correcto", dijo Tessa Terry, una veterana y organizadora del capítulo del Muro de los Veteranos en Portland. Ella dice que hay que volver a centrarse en el movimiento Black Lives Matter.

"Es difícil ver lo que les está pasando a los ciudadanos y aún más molesto que las tropas federales estén aquí", dijo.

Su esposo LeShan Terry, que también es un veterano, se une a ella y a los otros en las protestas todas las noches.

"Es para mostrar que de nuestro lado no somos violentos, pero a pesar de ello, estamos siendo presionados contra el Muro de Veteranos que están parados, eso demuestra que no somos violentos y aunado a eso, nos están disparando", dijo.

Los dos junto con sus compañeros veteranos han estado recibiendo gases lacrimógenos durante más de 50 noches.

Los conflictos entre las autoridades federales y estatales siguen expresándose. La gobernadora de Oregón, Kate Brown, dijo que algunas fuerzas federales comenzarían a retirarse el 30 de julio, como Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y el equipo táctico especial de la Patrulla Fronteriza BORTAC; pero a pesar de los llamamientos para su remoción, muchos otros permanecerán. El jefe del Departamento de Seguridad Nacional, Chad Wolf, dijo: "El Departamento continuará manteniendo a nuestro personal actual y aumentado las fuerzas del orden federal en Portland hasta que estemos seguros de que el Tribunal Federal de Hatfield y otras propiedades federales ya no sean atacadas". 


El 29 de julio se vivió el mayor despliegue de fuerzas federales contra los manifestantes en Portland, incluyendo no sólo en el tribunal federal, sino que marchó desde dos direcciones a una cuadra de distancia. Las fuerzas federales fueron encaradas por más de 5.000 personas -jóvenes, trabajadores, madres, veteranos- todos pidiendo el fin de la violencia de la policía federal y local y que se cumplan sus demandas de cambios que favorezcan al pueblo. Su nivel de desafío también ha aumentado a medida que se desarrollan medios para contender con los organismos policiales.

"Vinimos aquí vestidos con camisetas, girando Hula-Hoops y esas cosas, sin embargo, empezaron a gasearnos, así que volvimos con respiradores, aunado a eso, empezaron a dispararnos, así que volvimos con chalecos, entonces, empezaron a apuntar a la cabeza, así que empezamos a usar cascos, y ahora nos llaman terroristas", dijo un organizador. Los palos de hockey y las raquetas de tenis se han puesto en uso para golpear botes de gas lacrimógeno sobre la cerca, sombrillas para protegerse de los sopladores de gas y hojas para dispersarlo.

Mientras la gente se enfrenta a una violencia brutal con gases lacrimógenos nocturnos, las fuerzas federales armadas con equipo antidisturbios y máscaras están totalmente protegidas detrás de una valla de metal negro de ocho pies erigida el 22 de julio. Toda esta violencia está destinada a dispersar e intimidar a las personas. También a interrumpir los esfuerzos de los manifestantes para que ellos mismos afirmen los derechos humanos a la alimentación, la atención de la salud, a la conciencia y a la reunión.

"No tenemos a nuestra ciudad como rehén. Estamos diciendo que somos la ciudad", señaló un organizador.

En Portland, la gente tiene sus propios médicos entrenados, incluyendo su propio vehículo de emergencia: el "Breonna Taylor Memorial Medical Utility Vehicle" - llamado así por el técnico médico de emergencia negro (EMT) asesinado por la policía de Louisville, Kentucky a principios de este año. Es una unidad MASH sobre ruedas, construida en la parte trasera de un camión usado por un colectivo de enfermeras y EMT de Portland. Está equipado con un desfibrilador, cascos y botellas de solución salina y agua para contrarrestar los gases lacrimógenos. El colectivo decidió iniciar una clínica móvil que pudiera aparcar al borde de las protestas para poder prestar ayuda a los heridos en cuestión de minutos y, si fuera necesario, llevarlos rápidamente a un hospital o ambulancia cercano, algo que han hecho repetidamente por los golpeados por balas de goma. La atención médica se proporciona de forma gratuita, una demanda de manifestantes en todo el país, especialmente dada la crisis COVID-19 y las fallas del gobierno en ese frente. Seattle y otras ciudades también han establecido tales servicios médicos móviles de emergencia.


Además, la gente se ha organizado para que los alimentos se proporcionen de forma gratuita, todo ello protegido a través de sus propios esfuerzos. Los Riot Ribs de Portland, por ejemplo, con una docena de parrillas y donaciones regulares de la comunidad han proporcionado hamburguesas y costillas a lo largo de las acciones.

También está la furgoneta de aperitivos Black Lives Matter que proporciona barras de comida, botellas de agua y manzanas (todas donadas), para que los manifestantes se alimenten de forma gratuita. La gente también está proporcionando computadoras portátiles para ayudar a las personas que solicitan pagos por desempleo. Se han creado "Círculos de sillas" dedicados a las "conversaciones libres", a las discusiones y a proporcionar refugio a artistas y muralistas. Los manifestantes los describen como un santuario de amor y compasión.

"Cuando llegas a la energía aquí afuera, las cosas que están cantando, me hacen estar muy emocionado, me hacen sentir querido, apreciado y respetado. Me hace sentir que, por primera vez en mi vida, importo más que físicamente", dijo un afroamericano.

La gente en todo el país se está organizando para acciones aún más unidas, prohibidas por la violencia de la policía federal y local y por los esfuerzos para criminalizarlas. Existe una creciente conciencia de que las políticas del gobierno existentes a todos los niveles son disfuncionales y dañinos. En Portland esto se indica por el acuerdo de que la policía estatal ahora trabaje bajo la policía federal mientras que también toma el mando de la policía local. Esa estructura de mando es lo que busca el gobierno federal, mientras que no tiene intención de detener la violencia de las fuerzas policiales a todos los niveles.

Pero los millones de personas en acción gozan de un amplio y creciente apoyo. Están exigiendo una nueva dirección para el país, que favorezca a la mayoría, y no a los intereses privados egoístas de una pequeña minoría. La resistencia está dando expresión a la necesidad de los tiempos, para el empoderamiento de las personas, la democracia de un pueblo y hay todo indicio de que persistirá.

Es este esfuerzo unitario y la lucha por políticas, que afirmen el derecho humano a ser y la postura que establece que la lucha unida por los derechos de todos es el camino para seguir, lo que más asusta a las élites gobernantes y es la razón por la que han desatado tantos organismos policiales para eliminarlo. Está claro para todos que la brutalidad y la violencia contra el pueblo se desatan repetidamente, en continúas oleadas, para agotar al pueblo y acabar con la resistencia, pero no pueden eliminar la resistencia porque prevalece la voluntad del pueblo. Este gran momento de ajuste de cuentas lleva en su interior el surgimiento de una democracia creada por el propio pueblo, donde este decide los acontecimientos y no los que gobiernan desde arriba, además de que quieren que el pueblo se someta a condiciones y a una autoridad que les es inaceptable.


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