Por Ramón Lobo* ULTIMASNOTICIAS.COM.VE 27 de abril 2022
La situación derivada en el conflicto Rusia-Ucrania producto de la actuación hegemónica por parte de la Otan viene a validar la visión bolivariana y martiana de los modelos de unión, integración o alianzas que se concretaron a principios de este siglo en nuestra América con la finalidad de erigir espacios soberanos para la discusión y definición de alternativas que abordaran la problemática regional bajo la mirada soberana, solidaria y complementaria, libre de las políticas tradicionales injerencistas de EEUU asentada en la doctrina Monroe y de las intenciones neocoloniales de la Unión Europea y del Reino Unido.
En 2004, Hugo Chávez y Fidel Castro acuerdan el Alba, la cual en 2006 con la incorporación de Bolivia tras el triunfo de Evo Morales se incluye el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), lo que condujo a la denominación Alba-TCP. Un año más tarde, nace la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y se cristaliza la Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños (Celac) en 2011.
Precisamente, la Unasur acaba de cumplir 15 años de su fundación. Recordemos que la misma tiene sus bases y principios en la declaración de CuzcoPerú emitida en la III Cumbre de Presidentes Suramericanos en diciembre de 2004. Luego, en el marco de la I Cumbre Energética Suramericana realizada en Venezuela en 2007, se acuerda su creación, firmándose el protocolo constitutivo en 2008 en Brasilia.
La Unasur se edifica con una orientación unionista, independiente de la influencia imperial, donde se propone sobre la base del diálogo, un punto de encuentro cultural, social, económico y político entre los pueblos suramericanos, con el objetivo de combatir la desigualdad y la pobreza; a la par, de lograr la inclusión social y favorecer la participación ciudadana en aras de fortalecer la democracia.
Fue tan significativo el avance que avizoraba este esquema de integración, que al concretarse, parte del reflujo de gobiernos de derechas en la región se atacó de forma directa con el retiro de algunos países y con la constitución de mecanismos paralelos como el denominado Grupo de Lima y el Foro para el Progreso y Desarrollo de América Latina (Prosur).
Considerada la motivación guerrerista y de claudicación que impulsa la perspectiva unipolar promovida por la Otan –y más grave aún con la incorporación de Colombia como país observador-, los pueblos latinoamericanos debemos retomar –como es el caso de la Unasur – y fortalecer las alianzas que nos permita la defensa de la soberanía; en este orden, los modelos bolivarianos y martianos deben marcar la pauta, para lo cual se requiere asumir nuevamente aquellos gobiernos sumisos a las instrucciones del Gobierno de Estados Unidos. Este año será crucial con las elecciones en Colombia y Brasil.
*Ramón Lobo Leyder (Lagunillas, Venezuela, 23 de enero de 1955) es un periodista y escritor español, nacido en Venezuela.
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