Promotora por la Suspensión del Pago de la Deuda Pública. Abril del 2022
Héctor Torres
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) presentó el pasado 1 de abril los PRE-CRITERIOS 2023 de Política Económica donde se establecen las nuevas estimaciones para 2022 y 2023 en torno al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y de otras variables económicas como inflación, tipo de cambio, así como de las finanzas públicas.
Llama la atención que en los CRITERIOS GENERALES DE POLÍTICA ECONÓMICA 2022, aprobados junto con el Paquete Económico 2022 por la Cámara de Diputados, se estimaron tasas de crecimiento del PIB para 2022, 2023 y 2024 como promedio de rangos mínimos y máximos y ahora en los PRE-CRITERIOS el crecimiento estimado del PIB solo se basa en los rangos máximos.
La SHCP, en los Criterios para 2022, estimaba un crecimiento del 4.1%, como promedio del rango 3.6% y 4.6%; para 2023 era de 3.4% como promedio de 2.9% y 3.9%; y para 2024 del 2.8% por el promedio de 2.3% y 3.3%. Pero en los nuevos Pre-Criterios se toma el rango máximo y no el promedio; así el PIB para 2022 se estima en 3.4% del rango 1.4% y 3.4% y para 2023 el PIB es de 3.5% del rango 2.5% y 3.5%. No hay explicación de la SHCP de la razón de estos cambios. Si se siguieran las estimaciones con los promedios de los rangos, el PIB para 2022 sería del 2.4% y no 3.4% y para 2023 del 3.0% y no del 3.5%. No obstante, es un hecho que la SHCP baja sus proyecciones del crecimiento económico para 2022. Si se promediaran los rangos como lo hacía antes, las estimaciones del crecimiento del PIB serían aún más bajas con consecuencias en el empleo y en el bienestar del pueblo.
En los Criterios Generales de Política Económica para 2022 se estimaba en 791.5 mil millones de pesos el pago de los intereses de la deuda pública que equivaldrían al 2.8% del PIB. Pero con los PRE-CRITERIOS 2023 el costo financiero de la deuda pública aumenta y el nuevo estimado para 2022 es de 869.3 mil millones de pesos, que equivalen al 3.0% del PIB, y para 2023 el costo financiero se eleva a 1,003 mil millones de pesos, el 3.2% del PIB. El costo financiero de la deuda crece en 2022 y 2023 a causa del aumento de las tasas de interés, por la inflación y por el efecto en el tipo de cambio.
Este mayor pago de intereses de la deuda pública para 2022 y 2023 van a significar una mayor sangría de recursos financieros necesarios para el progreso de México. En 2021 se pagaron por intereses 687 mil millones de pesos y la SHCP estima 869 mil millones de pesos para 2022, un aumento de 202 mil millones de pesos, el 27% de incremento nominal en un año. Y para 2023 el costo financiero será de más de un billón de pesos, más de un millón de millones de pesos.
No es buen augurio para México que se reduzca el crecimiento económico porque ello implicará menos creación de empleos, y la situación se pone peor cuando con menor crecimiento se van a pagar más intereses por la deuda. No es justo que México se sacrifique y que los prestamistas financieros nacionales e internacionales sean los ganones en esta historia. En 2022 el PIB va a crecer en 2.4%, o sea el promedio de 1.4% y 3.4%, pero resulta que el costo financiero de la deuda será del 3% del PIB. Si no se pagara el costo financiero de la deuda la economía crecería en 5.4% del PIB, en más del doble que las proyecciones oficiales y no oficiales. No es justo que el pago de intereses de la deuda sea mayor que lo que crecerá la economía nacional. El sacrificio ante la crisis que padecemos no es parejo: el pueblo mexicano se sacrifica, pero los prestamistas financieros no lo hacen, sino que se benefician de ello.
Por que frente a la crisis económica mundial y nacional y el abrupto frenón de la economía provocado por la pandemia de COVID-19 -la cual está lejos de concluir- es indispensable contar con cuantiosos recursos económicos, que hoy se van en el pago del servicio de la deuda pública, para enfrentar las necesidades básicas de las familias mexicanas, la pérdida masiva de empleos y cierre de ... nomasdeudapublica.org