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NUESTRO DERECHO A LA GARANTÍA DE UNA PENSIÓN DIGNA 

Ana Arenas 

Con respecto a la problemática de la pensión y a la cuestión de que si va a mejorar un poco o a empeorar el sistema actual de pensiones. Más allá de que las reformas recientemente anunciadas por patrones, líderes charros y gobierno en realidad son más de lo mismo, el problema de fondo es que se sigue manejando la cuestión de la pensión de manera parcial y limitada. Como si fuese una dádiva a los trabajadores, una prestación. 


Veamos, los trabajadores no son un costo de producción, de hecho, son ellos mismos los que generan toda la riqueza social. Es el trabajo la fuente de la riqueza al interactuar con los recursos de la naturaleza. Los trabajadores laboran y reciben un salario, pero ese salario que reciben no es equivalente al valor agregado que incorporan al producto. El salario solo paga parcialmente el tiempo trabajado, el patrón se queda con la plusvalía que son las horas de trabajo no pagadas y que van directo a los bolsillos del patrón. Y amasan una gran riqueza. 

Pero es todo trabajador quien genera a lo largo de su vida esa inmensa riqueza, un gran excedente, por eso al pagarle una pensión, por dejar de participar de manera activa en la producción lo que recibe no es otra cosa que una parte de esta riqueza que produjo durante años. 

Además, no se le da nada extra con el pago de la pensión, pues esta se le fue descontando de su salario durante décadas y guardando, formando una bolsa de ahorro para la vejez. Es su propio dinero. Por lo tanto, los fondos de pensiones deben ser manejados por los trabajadores, controlados por ellos y mantenidos en instituciones públicas. Ese fondo debe ser garantizado por el Estado. El trabajador debe tener garantizada una vida digna. 

En el neoliberalismo, se han privatizado los fondos de las pensiones. Son cantidades de cientos de miles de millones de pesos que van a parar a las manos de organismos financieros privados a través de las Afores. Las corporaciones especulan con el dinero de los trabajadores, si ganan les dan una migaja, pero si pierden, el trabajador ya no cuenta con su pensión. Eso es un robo descarado. Las Afores son producto preferido del neoliberalismo. 

Por otra parte, el Estado debe garantizar a todo trabajador su pensión, porque sabemos que de la población económicamente activa que está laborando, es solo una parte la que tiene un empleo formal, decenas de millones trabajan informalmente y no se les reconocen sus derechos. También se tiene que garantizar que, al momento mismo de comenzar a trabajar, los jóvenes comiencen a acumular su antigüedad y su derecho a la pensión. En el neoliberalismo, los jóvenes y aún los mayores laboran muchos años sin prestación alguna. 

El problema de la pensión es actualmente uno de los más agudos y hay que resolverlo a fondo. Comenzando por eliminar las Afores y la especulación privada del producto de la labor de los trabajadores. No es que las Afores les den más a los trabajadores, es que ni siquiera deben tener acceso alguno a ese fondo que no les pertenece. Le pertenece al trabajador y el Estado debe ser el garante de éste a través de una Institución Pública, Social bajo el control de sus dueños: los trabajadores. 

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