Palabras de Pablo Moctezuma Barragán, vocero del Congreso de la Soberanía en LA RESISTENCIA HOY

Estamos reunidos hoy aquí este 4 de diciembre, fecha que en 1914 en el punto más alto de la Revolución se Reunieron en la Ciudad de México Emiliano Zapata y Pancho Villa al frente de sus ejércitos populares y el motivo de encontrarnos aquí y ahora es hacer honor al ejemplo de Cuauhtémoc, Tetlepanquetzal, Coanacoch y a las y los heroicos defensores del Anahuac, en esta conmemoración por los 500 años del magnicidio que cometió el invasor español. Ellos son símbolo de resistencia de ayer y de hoy.

Estamos aquí para encontrarnos y compartir nuestra resistencia actual y planes de acción para 2026, generando comunicación y solidaridad entre nosotros, difusión de nuestras luchas y unidad en nuestras acciones. La lucha de los pueblos es común, somos una sola humanidad y una sola lucha, por lo que nuestra causa es también la de los pueblos atacados por el imperialismo y el sionismo.

La larga lucha sigue, México resistió al colonialismo, la nación se construyó gracias a la lucha de todos y todas contra el invasor, se desarrollaron más de 100 rebeliones en el Anahuac, como la de Jacinto Canek que cimbraron el dominio español sobre nuestras tierras y logramos el triunfo de la Soberanía Nacional, gracias a la articulación de las luchas y a la gesta de Miguel Hidalgo, Josefa Ortiz, José Maria Morelos, Leona Vicario, Gertrudis Bocanegra, Guadalupe Victoria Vicente Guerrero  y a todo un pueblo que se alzó para conquistar la independencia.

El objetivo fue conquistar no solo la soberanía nacional, también la soberanía económica y popular. Esa aspiración de nuestras heroínas y héroes esta pendiente aún en el siglo XXI.

Nuestra población combatió la invasión norteamericana que nos arrancó más de la mitad del territorio y luego derrotamos al invasor francés y a su emperador títere, teniendo el ejercito mas poderoso del mundo.

La Revolución Mexicana y la gesta de Vila, Zapata, Juana Arcos La Barragana, Juana Belem y miles de revolucionarios y luego de luchas de obreros y campesinos se logró expropiar el petróleo y la tierra y ser voz solidaria con los pueblos del mundo durante el cardenismo, siendo México quien primero alzó la voz contra el nazifascismo.

Hemos tenido tres transformaciones y comienza la cuarta, pero en ninguna de ellas, al final de la gesta, el pueblo tomo el poder. Las clases poderosas dominaron. Es hora de que la resistencia lleve al triunfo del poder popular, de la voluntad popular.

En la segunda mitad del siglo XX EU nos endeudó y nos subordinó económicamente y nos llenó de inversión de sus corporaciones para el saqueo de nuestras riquezas y la explotación de la clase obrera mexicana, el PRI, el PAN, el PRIAN impusieron contrarreformas anticonstitucionales, para anular todos los derechos y entregar al país y a su gente a las corporaciones y al imperio. Es urgente revertir las contrarreformas, esa es nuestra lucha hoy. Basta ya de retrocesos neoliberales en la vida de México.

El pueblo se movilizó por décadas en el siglo XX, contra el PRI y luego en el siglo XXI contra el PRIAN que solo defienden el neocolonialismo y el neoliberalismo y que causaron el retroceso más profundo de la historia, pisoteando soberanía y derechos. Nos hundieron en el pozo del neocolonialismo, el extranjero domina nuestra tierra, explota nuestras minas, las corporaciones son dueñas y señoras, han impuesto un sistema en el que, aunque se cambie un partido en el gobierno, ellas siguen al mando. Eso hay que transformarlo.

Por eso la resistencia actual está al orden del día, la clase obrera, las y los trabajadores del campo y la ciudad, mujeres y jóvenes, maestros y artistas, se organizan en la lucha por la soberanía, la soberanía alimentaria, la defensa del maíz, la defensa de la tierra y el agua. La resistencia exige que la transformación se profundice para defender los intereses del pueblo frente a las corporaciones y al imperio yanqui que las defiende. Y que incluso nos amenaza de una nueva invasión, ya nos han invadido 13 veces y robado más de la mitad del territorio, no lo olvidamos. ¡Que no se atrevan! Aquí hay un pueblo que resiste.

Cuauhtemoc nos enseñó a llamar a la unidad de todos los pueblos contra el invasor extranjero, a luchar juntos para evitar el saqueo y la explotación. Los principales mecanismos de la injerencia extranjera son hoy la deuda y la inversión extranjera. La nación tiene que luchar por su plena soberanía, eso implica que la nación sea dueña de los recursos del pueblo y eso exige revertir todas las privatizaciones bajo sus diferencias formas en el sector energético, recuperar la soberanía alimentaria, la autosuficiencia en maíz, sacarlo del T-MEC, recuperar el derecho al agua para todos.

Cuauhtemoc defendio la grandeza de nuestra gran civilización. Por eso en el neocolonialismo, la historia oficial sigue defendiendo al colonialismo y al hispanistmo. Afortunadamente está en marcha un poderoso movimiento inspirado en los trabajos científicos de Ignacio Romero Vargas Iturbide, Eulalia Guzmán Barrón, Alfonso Quiroz Cuarón y sus 20 colaboradores, continuado por Miguel Ángel Mendoza KUAUHKOATL, Benjamín Laureano Luna, Domingo Martínez Esparza Hidalgo, Izkalotzin Nieva Lopez,  Vicente Vila y en la actualidad por Arturo Meza, Izkaltekatl Nieva Rojas, Edilberto Morales, Jorge Veraza Urtuzuástegui, Juan de la Torre, Abel Rodríguez, Perla Medina, Yesica Barragán y otros muchos que colocan en su lugar a nuestra entrañable gran civilización del Anáhuac y exhiben las falsedades del hispanismo neocolonial. Teniendo clara lo que era nuestra gran civilización en la que no existía la propiedad privada y predominaban sistemas comunitarios, nos armamos para construir la nueva sociedad donde predomine la armonía entre los interese personales y los colectivos y los intereses colectivos con los intereses generales y con el respeto a la madre naturaleza.

La lucha actual de organizaciones como la Confederación del Ollinkan, el movimiento restaurador del Anauak, Mexteki levantan la bandera de nuestra cultura ancestral, colectivos de música, danza, poesía, pintura rescatan nuestras raíces. Muralistas como Pepe Padilla recrean nuestra identidad. tras siglos de eurocentrismo, es hora de conocer nuestro propio rostro, nuestro propio corazón, además de sentirnos orgullosos y dignos de la gran civilización original de la que provenimos. Esa son nuestras raíces y de ellas en la lucha obtendremos futuros frutos para acabar con la explotación y la opresión, lograr la paz y la justicia, luego de siglos de lucha.

Al mismo tiempo hoy por hoy los movimientos sociales se activan para enfrentar los problemas actuales y construir la sociedad nueva, para que salga nuestro nuevo sol como lo anunció Cuauhtemoc. La clase obrera resiste y se organiza, pero el aparato estatal de control de las y los trabajadores y sus sindicatos permanece, de ahí la necesidad de una nueva insurgencia obrera. En el campo continúa vigente el retroceso salinista y la negación del espíritu original del articulo 27 constitucional, la ley de aguas privatizadora de salinas no ha sido abrogada se pretende hacer un cambio para que nada cambie en la actual iniciativa de Conagua. El movimiento urbano popular, la UPREZ siguen en pie de lucha, así como sus escuelas populares por demandas que no han sido satisfechas. Seguimos pagando deudas odiosas como el fobaproa y el pago por el servicio de la deuda se dispara a un billón seiscientos mil millones para el año 2026, mientras que no para de crecer la deuda que cargamos sobre nuestras espaldas. Por eso la Promotora para la suspensión de la deuda pública está en acción.

México y su pueblo somos internacionalistas, eso nos caracteriza. La resistencia y la solidaridad entre los pueblos crece, en particular en Palestina, Cuba Socialista, Venezuela y en muchas naciones como Puerto Rico que ha sido colonizado por Estados Unidos. En todo el mundo los pueblos asumen su soberanía frente a genocidas, imperialistas y neocolonialistas. Estas luchas son nuestras y cuentan con nuestra plena solidaridad.

En cada etapa critica de la vida nacional, la población mexicana se ha alzado potente para transformar el viejo sistema. Hoy en este siglo XXI nos toca a todas y todos emular esas tradiciones historicas, resistir y vencer. Y no hay duda alguna que los pueblos obtendrán una nueva victoria contra un imperio y un sistema en decadencia. El futuro es de los pueblos, así lo demuestra la historia.

Este encuentro tiene la finalidad de promover el apoyo mutuo, la unidad y solidaridad en la lucha común, en la resistencia común y plantear propuestas de acción, porque la unión hace la fuerza en ese sentido se trabaja por promover un frente amplio antiimperialista y antifascista. Cerramos las conmemoraciones al héroe de la resistencia mexicana, Cuauhtémoc para mirar a la unidad de acción, a la acumulación de fuerzas, y los combates de 2026 que nos deben encontrar unidos y organizados. Nuestro homenaje a Cuauhtémoc es resistir, resistir y vencer. Que 2026 sea el año del ascenso de la lucha popular, los movimientos sociales y la lucha contra el imperialismo y contra la explotación entre los seres humanos y a la naturaleza para conquistar.

Pasemos de la resistencia a la toma del poder, que el pueblo decida, que gracias a una renovación democrática, la voluntad popular se ejerza para transformar el futuro, garantizar derechos y construir una sociedad de bienestar y justicia.

Viva la resistencia de los pueblos originarios.

Viva nuestras resistencias. Hasta la Victoria. Venceremos.