¿PELIGRO DE INTERVENCIÓN MILITAR DE EU EN MÉXICO?

Imágen: Contralínea

Pablo Moctezuma Barragán

Las amenazas suben de tono, el 16 de julio Donald Trump declaró que EU debe intervenir en México ya que los cárteles del narcotráfico tienen "tremendo control" sobre México, los políticos, el pueblo y los funcionarios electos, la declaración fue realizada en la ceremonia de firma de la Ley para Detener Todo Tráfico Letal de Fentanilo (HALT, por sus siglas en inglés). En la Casa Blanca, Trump expresó que está tratando de ser amable, pero que la realidad es que “los cárteles tienen un control muy fuerte de México" y recalcó que “no podemos permitir que eso suceda”. Antes el 4 de julio, el Embajador de EU en México declaró: “estamos completamente comprometidos a desmantelar las organizaciones criminales transnacionales y las redes de narcotráfico”. Mientras tanto, Pam Bondi, fiscal de Estados Unidos incluyó a México en la lista de enemigos de EU junto con Irán, China y Rusia. Por su parte Eric Trump declaró a Fox News: “Si México, digamos, dispara misiles a Estados Unidos, sería decapitado en unos cuatro segundos”.

Desde febrero pasado el Secretario de Defensa, Peter Hegseth, manifestó que están "Todas las opciones en la mesa" y no descartó la acción militar contra cárteles en México. Así suenan los tambores de la guerra.

El presidente Donald Trump aplicó desde el 4 de julio un 17.09 % a las importaciones mexicanas de tomate y amenazó con imponer un arancel de 30 % a las importaciones de Estados Unidos desde México a partir del 1 de agosto, argumentando acciones para cooperar contra la crisis estadounidense por consumo de fentanilo y el déficit de su país en el comercio bilateral.  Si por alguna razón decide aumentar sus aranceles – le dice a la presidenta Claudia Sheinbaum en una carta- entonces, cualquier cifra que elija para aumentarlos se sumará al 30 % que cobramos. Mientras que contradiciendo los argumentos del presidente Trump el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) publicado en mayo informó que las muertes por fentanilo disminuyeron un 27 % en 2024. Según la presidenta Sheinbaum, las incautaciones de este narcótico en estados como Baja California, Sonora, Sinaloa y Tamaulipas, bajo la “Operación Frontera Norte”, permitieron importantes avances en la lucha antidrogas. Refutando así los argumentos del inquilino de la Casa Blanca.

Las amenazas de Donald Trump se han repetido a lo largo de los años, en febrero de 2017 ofreció a Peña Nieto militares contra “bad hombres” en México, para enfrentarlos si el ejército de México no lo hacía. 

Donald Trump aprobó en su primer día como mandatario la orden ejecutiva que designa a los cárteles de la droga mexicanos como organizaciones terroristas. Posteriormente, cuestionado por periodistas presentes en el Despacho Oval, afirmó que no descarta intervenir militarmente en territorio mexicano para combatir el crimen organizado: “Si México necesita o solicita ayuda… Estados Unidos está listo, dispuesto y capaz de involucrarse… a veces necesitas un ejército para derrotar un ejército”. Semanas después mencionó estar dispuesto a “ingresar y limpiar” cárteles del narcotráfico en México y trabajaba en designarlos como organizaciones terroristas. El 24 de julio del año pasado, afirmó que “los cárteles administran México”, que el gobierno mexicano está “petrificado” por ellos y que “podrían quitar al presidente en dos minutos”. El 18 de febrero de 2025 declaró: “México está gobernado en gran medida por los cárteles… si quisieran ayuda, se la daríamos”, habiendo señalado reiteradamente que estos grupos son organizaciones terroristas.

¿Ayuda? Recientemente, sin consultar a México, Estados Unidos hizo un acuerdo con Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo Guzmán, lo que fue criticado por la presidenta Sheinbaum. Además, el narcotraficante Ismael Mayo Zambada “apareció” en Nuevo México, cerca de El Paso, fue detenido y tampoco se le dio información a México, según declaró el presidente López Obrador.

Este año, el 16 de abril, en una llamada telefónica, Trump le insistió a la presidenta Sheinbaum en su ofrecimiento de desplegar tropas para “ayudar” si se lo pide. La presidenta declaró “La soberanía no está a la venta” y sostuvo “colaboración sí, intervención militar no”. Desde 2025, Trump intensificó medidas como la designación de cárteles como organizaciones terroristas, vigilancia con drones y despliegue de tropas en la frontera, e insinuó posibles acciones más agresivas si México no cooperaba en la lucha contra el fentanilo y migración.

La presidente Sheinbaum se ha negado tajantemente a permitir la intervención, acentuando: “coordinación sí, colaboración sí, subordinación no”.

Usan el tema del narcotráfico como el mejor pretexto para intervenir en otros países, es sabido que el problema de raíz está en Estados Unidos, allá les compran las drogas, las distribuyen a lo largo y lo ancho de un territorio cinco veces más grande que el de México, les venden las armas a los distintos cárteles, allá lavan el dinero y allá fomentan el consumo de drogas y controlan el negocio. Todo dirigido desde las más altas esferas políticas y económicas.

No se puede descartar una intervención militar de Estados Unidos, sería ignorar la historia. En 1835 apoyaron la lucha contra México para anexarse Texas en 1845, en 1846 nos invadieron para arrebatarnos más de la mitad del territorio mexicano que abarcaba 4.5 millones de km² para dejarnos 1.9 km². En 1914 invadieron Veracruz durante siete meses. Y en 1916, para perseguir a Pancho Villa, nos invadieron bajo el mando del general John Pershing, quien luego comandaría al ejército de los Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial, además de incontables incursiones fronterizas y ocupaciones diversas.

La historia de Estados Unidos es la de constantes intervenciones, alrededor de 400 a lo largo de su historia, con 55 países invadidos, innumerables golpes de estado, decenas de operaciones de cambio de régimen, tan solo a partir de la Segunda Guerra Mundial ha emprendido más de 30 invasiones e instalado 800 bases militares en todo el mundo.

Los métodos terroristas de EU están a la vista de todo el mundo. Propinan golpes sorpresivos, sin declaración de guerra, y sin contar ni con el permiso del Congreso, de modo sistemático, violan las leyes internacionales como sucedió de forma flagrante con los ataques a Irán por parte de Israel (apoyado por EU) el 13 de junio y posteriormente el 20 de junio con el ataque de EU que además violó el espacio aéreo de otros países, como el de Irak, para atacar a Irán. Es de resaltar que la mayoría de la población estadounidense desaprobó el ataque.

Washington viola sistemáticamente la soberanía de otros países, el derecho internacional y la Carta de la ONU. De hecho, desconoce las leyes internacionales para sustituirlas por un “orden basado en reglas”, que no son más que las reglas que dicta el Imperialismo yanqui a su capricho, que van en contra de quien defienda su soberanía y los intereses de su pueblo.

Una intervención armada de Estados Unidos en México no es inminente, pero no se puede descartar. El costo para el vecino del Norte sería enorme, allá viven 40 millones de personas de origen mexicano, que tienen el apoyo de decenas de millones, en las últimas semanas se han desarrollado manifestaciones en todo el país: el 14 de junio más de 2,000 protestas “No Kings” tomaron las calles de EU para rechazar las políticas de Trump, manifestaciones en 1,600 ciudades se llevaron a cabo el miércoles 17 de julio en todo Estados Unidos en rechazo a las políticas migratorias del actual gobierno, bajo el lema: “Good Trouble Lives On”.

Lo que busca Estados Unidos es doblegar a México, no por ahora, con una incursión armada de sus tropas, sino con un intervencionismo político, económico y militar. Busca un gobierno títere que le abra las puertas “voluntariamente” para que su ejército tenga el control de nuestro territorio. No olvidemos que está en marcha un proceso de integración militar que comenzó desde el gobierno de Fox, con la firma de la ASPAN (Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte) en 2005 y la integración de facto al Comando Norte y luego con el gobierno de Calderón con la iniciativa Mérida en 2008; además de la integración, por primera vez en la historia de nuestro país, a las maniobras militares UNITAS Gold, en 2009, en Mayport, Florida, que mereció el aplauso del comandante de las fuerzas navales del Comando Sur, almirante Joseph Kernan, quien ponderó que la presencia de México fue uno de los elementos estratégicos más importantes de los ejercicios navales. Felipe Calderón permitió la actuación de agentes armados de todas las agencias de inteligencia en México, el sobrevuelo de drones, fuerzas especiales, la base militar de San Salvador, Chachapa, Puebla disfrazada de Academia de Formación Policial, etc.

Durante el sexenio de Peña Nieto se fortaleció la cooperación con el Comando Norte y se procedió a la capacitación y entrenamiento conjunto de fuerzas armadas mexicanas y estadounidenses, intercambio de información de inteligencia y vigilancia conjunta. En mayo de 2012, se procedió a participar junto con EU en ejercicios como el Ardent Sentry, ya no en el extranjero, sino en territorio mexicano, para “coordinarse ante desastres naturales”. En 2014 se comenzó con los ejercicios Jaguar Strike y se continuó asistiendo a los ejercicios navales UNITAS Pacífico. Peña Nieto, en 2015, nos integró a los Cascos Azules de la ONU, que han sido cómplices de Estados Unidos en 1953 para atacar Corea del Norte; en 1994 este cuerpo abandonó a los tutsis a manos del exterminio hutu y atacaron Yugoslavia en 1999, Afganistán 2003, invadieron a Haití en 2004 y en 2007, donde fueron acusados de abuso, explotación sexual contra la población, además de causar una epidemia de cólera.

En el verano del 2018, México participó en RIMPAC 2018 "Rim of the Pacific", el mayor ejercicio naval multinacional del mundo en Hawái y modalidad anfibia en California.

Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se realizaron maniobras y ejercicios militares ya no solo con el Comando Norte, sino con el Comando Sur. Siendo México coanfitrión de Tradewinds, por primera vez, desde que este ejercicio comenzó en 1984.

Llega el nuevo presidente Joe Biden a la presidencia estadunidense y de inmediato su secretario de Defensa, Lloyd Austin, promueve desde el primer instante la integración militar de México. Propone que México se una a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), para “defender la región”. Describe que la Iniciativa Mérida implicó interoperabilidad militar real: drones, fuerzas especiales conjuntas operando en ciudades mexicanas, capacitación dependiente del ejército estadounidense.

La integración militar de Norteamérica, impulsada por PRI-PAN, nos llevó a participar en maniobras militares con Estados Unidos. Hoy sigue esa inercia. México fue anfitrión –del 7 al 21 de mayo de 2022– de las maniobras militares Tradewinds, en Quintana Roo, dirigidas por el Comando Sur, y la Armada de México del 28 de febrero al 3 de marzo de 2022, en Chiapas, en Namsi Pacific, que dirige el Comando Norte.

Hubo más ejercicios militares como el Amalgam Eagle 2019 en Chihuahua, el Jaguar Strike en Temamantla, Estado de México, usando armamento y equipo con autorización del Senado. Del 8 de abril al 16 de mayo de 2024 se realizó el Entrenamiento de Ejercicios Combinados Conjuntos (JCET) en Chihuahua. Las y los senadores autorizaron el paso de una delegación conformada por 220 elementos en el Ejercicio “Fuerzas Amigas 2024”, que se realizó en Ciudad Juárez, luego se realizó el “Entrenamiento de Ejercicios Combinados Conjuntos", en Puerto Chiapas, Chiapas, del 23 de mayo al 25 de junio de 2024.

Se permitió luego el ejercicio “Fuerzas Amigas” en Chihuahua, entre el 23 y 29 de junio de 2024. Después se asistió al “Ejercicio Especializado Conjunto 2024”, que se realizó en el Centro Nacional de Adiestramiento ubicado en Santa Gertrudis, Chihuahua, entre el 15 de julio y el 3 de agosto de 2024.

Los ejercicios Fénix 2025, fueron realizados entre el Comando de las Fuerzas de Infantería de Marina de los Estados Unidos y la Armada de México en la isla Santa Margarita, Baja California Sur, México, que se llevó a cabo del 23 de marzo al 25 de abril.

 Entre el 27 y 28 de mayo de 2025, en el Centro Nacional de Adiestramiento Santa Gertrudis, Chihuahua, altos mandos militares de ambos países supervisaron un ejercicio conjunto para reforzar el Acuerdo de Apoyo Logístico (ACSA) y la interoperabilidad binacional.

En abril de 2025, se reportó un aumento del 200 % de personal del Comando Norte desplegado en la frontera sur de EE. UU., incluyendo unos 10 000 efectivos y al menos 40 especialistas en inteligencia militar apoyando la Joint Intelligence Task Force–South Border. Aunque no implica presencia en suelo mexicano, es parte de coordinación regional compartida.

En junio de 2025, los secretarios de Defensa y Marina de México realizaron una visita oficial a las sedes de NORAD y USNORTHCOM en Colorado, “para fortalecer” la agenda bilateral de seguridad frente a amenazas regionales compartidas.

La intervención de Estados Unidos en México se acentúa desde el gobierno de Carlos Salinas de Gortari que comenzó con la integración económica, luego con la integración política, para pasar a la integración militar con Fox y Calderón. Durante la campaña presidencial de 2024, dirigentes de la oposición pidieron abiertamente la intervención de Estados Unidos. Este país ha trabajado constantemente para tener el control total de México.

No es un problema que tenga que ver solo con Trump, es la agenda del Imperio estadounidense hacia México. El actual gobierno de México ha puesto frenos, pero existe el peligro, tal como sucedió en Argentina tras los gobiernos kichneristas, en Brasil, con el triunfo de Bolsonaro, en Ecuador luego del gobierno de Rafael Correa, en Perú luego del golpe a Pedro Castillo, que llegue al gobierno un incondicional de Washington y que sin necesidad de una intervención militar nos conduzca a una situación neocolonial similar a la que sufre Puerto Rico. No olvidemos nunca la clase de vecino que tenemos, no podemos dejarnos subordinar a ser parte de la “región norteamericana”. ¡Somos una nación soberana! ¡México soberano!

Se debe profundizar la transformación y no permitir ningún retroceso, que sería muy peligroso. La salida para México está en recuperar la plena soberanía e independencia. La soberanía económica, logrando la autosuficiencia alimentaria, la soberanía industrial, la soberanía militar. La soberanía popular con la movilización y participación activa de las y los mexicanos en el diseño del país que queremos, un país libre e independiente.