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Saludo del Partido Comunista Marxista-Leninista de Canadá a Mexteki

Claude Brunelle

Secretario de Relaciones Internacionales

Partido Comunista Marxista-Leninista de Canadá 20 de noviembre 2022



Mexteki

Ciudad de México

 

Queridos compañeros ,

 

Permítame transmitir el saludo revolucionario de nuestro Partido, en esta ocasión tan importante en su vida organizativa y política, así como en la de los trabajadores y el pueblo mexicano representado por el Congreso de Mexteki. También queremos hacerles llegar nuestras más calurosas felicitaciones por la celebración del 35 aniversario de su periódico El Teixitiani.


Nacer en condiciones de gran convulsión para los pueblos del mundo, de tal magnitud que cualquier fuerza activa para sobrevivir se vio obligada a reconocer que era imposible seguir trabajando y luchando como antes, es una acción audaz, llena de un alto nivel de responsabilidad social hacia las y los trabajadores y el pueblo. Es mérito del compañero Pablo y de las fuerzas progresistas que se han sumado a este esfuerzo, haber dotado a los trabajadores mexicanos de este instrumento esencial, primordial, que es Mexteki y su periódico El Teixitiani, para asegurarles una voz independiente que les permita hablar en su propio nombre, para presentar sus soluciones a los graves problemas políticos, económicos, sociales y culturales que enfrenta todo el pueblo.



Surge en un momento en que las fuerzas progresistas y revolucionarias entraban en repliegue de la revolución, cuando las fuerzas reaccionarias lanzaban su ofensiva antisocial y sus políticas neoliberales a escala internacional, declamando que la historia ha llegado a su fin con la caída de la Unión Soviética. Declararon que las teorías del marxismo-leninismo habían fracasado y que a los pueblos del mundo sólo les quedaba someterse al dominio del capital y sumarse a sus fines antihumanos. Pero las fuerzas progresistas y revolucionarias se han atrevido, en un momento de tanta euforia de la oligarquía internacional, a levantarse y decir ¡no! La historia no ha terminado.


No, no es la teoría del marxismo-leninismo la que ha fracasado, sino el sistema capitalista el que demuestra su incapacidad para dar soluciones a las necesidades y demandas de los pueblos para el bienestar y avance de la humanidad. Declarar en estos momentos de gran oscuridad que hay alternativas y que otro mundo es posible, sin duda es un momento clave en la marcha de los pueblos para establecer lo necesario para solucionar los problemas que se le presentan. Lo que la euforia de la reacción pretendía camuflar en realidad era el movimiento de los pueblos que exigen el fin de los intermediarios y los poderes de decisión, el fin de su marginación como de sus intereses en beneficio de los intereses de una minoría; la necesidad de lo nuevo.



Durante estos 35 años los trabajadores y pueblos del mundo han visto, vivido y sufrido el significado de la afirmación de que la historia ha llegado a su fin. En su desesperación por impedir que los pueblos avancen en la realización de sus objetivos de apoderarse de su capacidad de decidir, de pasar de las calles al poder político, de crear los instrumentos que les permitan llegar al poder político y transformar la estructuras y el mismo sistema antidemocrático para resolver los problemas económicos a su favor, para armonizar el entorno natural y social, la oligarquía financiera internacional y su sistema imperialista han destruido constantemente todas las instituciones de su democracia que ya no le servían, lo que representaba un obstáculo para la realización de sus objetivos de dominación; destruir todos los arreglos y reglas establecidos al final de la Segunda Guerra Mundial.

Cuanto más fuerte es la resistencia de los pueblos del mundo, confirmamos que otro mundo es posible, y la desesperación de las fuerzas reaccionarias los empuja a avanzar en la destrucción, tanto que hoy, todo lo que representaban los Estados Nacionales modernos y la sociedad civil creada ya no funciona, ya no existe. Todos deben aceptar que lo viejo ya no existe y lo nuevo aún está por crearse.


Esta es la situación en la que todos nos encontramos hoy. Independientemente del campo al que pertenezcamos, el período de cambio en el que nos encontramos presenta la necesidad de crear una nueva sociedad sobre nuevas bases. ¿Esta nueva sociedad será creada para servir a los intereses de dominación de una minoría que, para lograrlo, está dispuesta a poner en peligro e incluso destruir a la humanidad? O ¿Será creada por los pueblos para servir a sus intereses y permitir el pleno desarrollo de la humanidad. Una sociedad humana hecha para y por humanos?



En esta gran batalla por la supervivencia de la humanidad que se libra todos los días, los pueblos enfrentan peligros muy serios. El frenesí de las élites que dominan internacionalmente no conoce límites para lograr sus fines.


Como todo lo establecido en términos de normas y acuerdos internacionales ya no funciona, no se respetan las normas internacionales establecidas por la ONU y otras instituciones internacionales. Las decisiones tomadas por la mayoría de los países son burladas por los imperialistas. Estados Unidos, que se declara la nación indispensable, forma alianzas de las que Canadá es parte, que invaden a los pueblos y naciones que se niegan a someterse a su dominación.


La guerra que se decía que era la extensión de la política cuando ya no funciona se ha convertido en pura destrucción; lo que no se puede controlar debe ser destruido y también lo son las extraordinarias fuerzas productivas que han generado los desarrollos modernos y que ya no están bajo el control de los oligarcas internacionales. Así que buscan destruirlas.

El caos se sustenta y mantiene en la desinformación configurada como un sistema con el objetivo de impedir que las personas reflexionen, analicen lo que sucede, establezcan y afirmen su visión de la sociedad en la que quieren vivir; mantener a los pueblos en división y desorganización, vestirlos con valores que no les pertenecen, como el racismo, la xenofobia, el anticomunismo, la supremacía racial y de color, está a la orden del día. El manejo del conflicto en Ucrania es un excelente ejemplo, el de presentar la realidad en su opuesto y buscar movilizar al pueblo detrás de los intereses imperialistas en detrimento mismo de sus propios intereses y bienestar.


Ya sea en Canadá, Estados Unidos o incluso aquí en México, los sistemas políticos, ya sea de primer ministro, presidencial, 50 más uno o proporcional, están dominados por partidos de cartel que sirven sólo a intereses privados y que mantienen por todos los medios a la gente alejada de los poderes de decisión.


La gobernabilidad se logra mediante la imposición del poder policial en todos los niveles. Las personas son tratadas como cosas descartables y no como seres humanos con sus debidos derechos. Cualquiera que se niegue a doblegarse ante esta realidad se encuentra brutalmente criminalizado, acusado de poner en peligro la seguridad nacional, de traicionar los intereses nacionales.


Todo esto exige que nuestros pueblos aquí en América del Norte, junto a los del Caribe y Centroamérica, intensifiquen el frente antiimperialista y su unidad de acción para aplastar los planes imperialistas, utilizarnos para sus guerras contra otros pueblos incluso contra los nuestros, como es el caso ahora con los intentos imperialistas de movilizar primero a México, luego a Canadá, luego a Brasil y finalmente a las naciones de CARICOM para ocupar militarmente a Haití y someter al pueblo haitiano a la dominación y seguir negándole el derecho soberano a decidir su propio destino sin injerencias extranjeras, como miles de haitianos vienen exigiendo en las calles de su país desde hace meses.Y es igualmente importante continuar la lucha por el cese del criminal bloqueo contra el heroico pueblo cubano.

 

En estas batallas por hacer avanzan nuestras demandas y se crean los instrumentos necesarios para instaurar una sociedad humana y que respeta los derechos de todos, es fundamental la consolidación de nuestros instrumentos de comunicación independientes. Podemos utilizar todas las posibilidades que nos ofrece el alto nivel tecnológico actual de la comunicación como son las redes sociales, sin olvidar nunca que lo que no controlamos lo pueden bloquear en cualquier momento, lo que refuerza la importancia de poner la atención principal en nuestros propios instrumentos de comunicación independientes que nos permitan hablar en nombre propio, que sirvan para romper el silencio sobre nuestras luchas, para ofrecer al pueblo una visión coherente de la sociedad que le sirva para avanzar de manera organizada en la realización de sus objetivos de crear lo que aún no es, de crear lo nuevo.

 

¡Que viva la unidad entre nuestros pueblos!

¡Que viva Mexteki!

¡Que viva México!

 

Claude Brunelle

Secretario de Relaciones Internacionales

Partido Comunista Marxista-Leninista de Canadá 20 de noviembre 2022


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