4 de septiembre de 1813. Promulgación de los Sentimientos de la Nación
Valentina Galeana
Sentimientos de la Nación fue el discurso de apertura que da José María Morelos y Pavón en el Congreso del Anáhuac, realizado el 14 de septiembre de 1813 y fue un documento inédito cuya esencia es la lucha por la independencia, ahí se reunieron los diputados electos: José Sixto Verduzco por Michoacán, José María Murguía por Oaxaca, Andrés Quintana Roo por Puebla, José Manuel de Herrera por Técpan; posteriormente se sumaron Ignacio López Rayón de Nueva Galicia, José María Liceaga de Guanajuato, Carlos Marian Bustamante, Cornelio Ortiz Zarate de Tlaxcala y Carlos Enríquez del Castillo por Veracruz. En ese discurso hace hincapié en que la soberanía reside esencialmente en los pueblos, que estos son libres de reformar sus instituciones políticas siempre que les convenga y que ningún pueblo tiene el derecho de sojuzgar a otro reivindicando a las naciones originarias. El Congreso se llamó del Anáhuac y en una parte de la arenga, Morelos reivindico a los héroes calumniados por los invasores españoles durante siglos y dice: “Genios de Moctezuma, Cacamatzin, de Cuauhtémoc, de Xicoténcatl, ¡del malhadado Caltzonzin! aplaudid y celebrad este dichoso instante en que nuestros hijos se han reunido para vengar desafueros y ultrajes, ¡qué golpe tan contundente a los invasores españoles!`` Al día siguiente fue leído su célebre documento “Sentimientos de la Nación” en el que se opone al planteamiento de que la soberanía residía en la persona del señor Don Fernando VII y su ejercicio en el Supremo Congreso Nacional Americano que Rayón había formulado en sus elementos constitucionales.
1. Que el América es libre e independiente de España y de toda otra Nación, Gobierno o Monarquía.
2. Reafirmar la religión católica como única aceptada sin tolerancia de otras.
3. Que el pueblo no tenga que pagar más obvenciones que las de su devoción y ofrenda.
4. Establecer que la soberanía dimanaría del pueblo y que éste la deposita en el Supremo Congreso Nacional Americano, compuesto por representantes de cada provincia eliminándose la figura del Rey de España.
5. El Gobierno se dividiría en 3 poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
6. La dotación de los vocales era una congrua suficiente y no superflua.
7. Que los empleos sólo los americanos los obtengan.
8. Que no se admitan extranjeros y no son artesanos capaces de instruir libres de toda sospecha.
9. Se cambiaría la forma de Gobierno, se eliminaría el sistema monárquico y se establecería un Gobierno Liberal.
10. La buena Ley es superior a todo hombre los que dicte nuestro Congreso, deben ser tales que obliguen a constancia y patriotismo moderen la opulencia y la indigencia; si aumenta el jornal del pobre que mejore sus costumbres, alejando ignorancia, la rapiña y el hurto.
11. Se proscribe la esclavitud y la distinción de castas.
12. Que las leyes generales comprendan a todos sin excepción de cuerpos privilegiados.
13. Que para dictar una ley se haga Junta de sabios en el número posible.
14. Que la esclavitud se proscriba para siempre y lo mismo la distinción de castas quedando todos iguales y sólo distinguirá a un americano de otro el vicio y la virtud.
15. Que las naciones extranjeras no internen al Reino por más amigas que sean.
16. Que las tropas extranjeras o de otro Reino no pisen nuestro suelo.
17. Que no se hagan expediciones fuera de los límites del Reino.
18. Que desaparezcan las alcabalas, estancos y el tributo de los indígenas y se señale una contribución ligera del 5%.
A pesar de que Morelos se resistió fue electo por unanimidad Generalísimo, los otros candidatos fueron Rayón, Liceaga y Verduzco. El Congreso le dio el título de Alteza ser en serenísima, pero él lo cambió por el “Siervo de la Nación”, avanzaba el Congreso y los diputados Bustamante, Cos, Liceaga y Rayón no llegaban. El 5 de octubre volvió a declarar la abolición de la esclavitud, junto con Miguel Hidalgo fue un pionero en este respecto.
El 6 de noviembre de 1813 el Congreso de la Anáhuac aprobó el acta solemne de la declaración de la Independencia de la América Septentrional donde se establece que: “Queda Rota para siempre jamás y disuelta la independencia del trono español”, todavía no se usaba el término de México para nombrar a nuestra Nación. López Rayón se había opuesto al grado de lanzar un manifiesto público en el que insistía en seguir reconociendo al Rey Fernando VII. Pero prevaleció la postura de Morelos y la de los congresistas que deseaban ya dejar atrás por completo el dominio español. Fue ese el momento de mayor fuerza y gloria de José María Morelos y Pavón y será reconocida siempre su audacia de enterrar para siempre el sometimiento al Rey de España, que a sangre y fuego impusieron las huestes salvajes de Hernán Cortés. Por eso es por lo que Morelos y el Congreso de la Anáhuac, quienes deben ser reconocidos como consumadores de la independencia y no Agustín Iturbide. El 6 de noviembre culminaron lo que inició Miguel Hidalgo y Costilla al frente de los insurgentes, llegar no fue fácil, cabe mencionar que López Rayón se resistió asistir al Congreso y llegó hasta el 2 de noviembre, pero la prudencia y el espíritu unitario de Morelos lograron evitar la división, por cierto, que López Rayón tampoco se presentó a la firma de Constitución de Apatzingán en octubre de 1814.
También inauguraron el espíritu republicano en el reglamento del Congreso y en los Sentimientos de la Nación, Morelos ratifica su vocación republicana en la declaración de la independencia, cimiento del derecho constitucional mexicano queda rota para siempre y jamás disuelta la Independencia del trono de España.
Morelos siempre recordado porque rompió con las viejas instituciones y propuso grandes cambios a favor del pueblo de México enfrentando una gran imposición dentro de las filas insurgentes.
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