Promotora Nacional por la Suspensión del Pago de la Deuda Pública – Por el bien de todas y todos: suspensión del pago de la deuda pública !Ya! Por que frente a la crisis económica mundial y nacional y el abrupto frenón de la economía provocado por la pandemia de COVID-19 -la cual está lejos de concluir- es indispensable contar con cuantiosos recursos económicos, que hoy se van en el pago del servicio de la deuda pública, para enfrentar las necesidades básicas de las familias mexicanas, la pérdida masiva de empleos y cierre de ... nomasdeudapublica.org
Marzo de 2022
Héctor Torres
1.- El neoliberalismo empobreció a México, lo hizo más injusto y lo endeudó. El neoliberalismo no solo significa privatizaciones, significa también, endeudamiento. Las privatizaciones y el endeudamiento saquearon a la nación. Con las privatizaciones el pueblo mexicano fue despojado de bienes públicos los cuales se convirtieron en bienes privados y en poder de grandes grupos de capitalistas monopolistas nacionales y extranjeros. Pero también con la deuda pública el pueblo mexicano es saqueado de cuantiosos recursos públicos financieros que se destinan al pago de intereses al capital financiero en vez de ser utilizados para el progreso social, económico, político y cultural de México.
2.- En 2018 la deuda pública total ascendió a 10.5 billones de pesos, pero para enero de 2022 la deuda pública es ya de 13.2 billones, 8.8 billones de deuda interna y 4.4 billones de deuda externa (Gráfica 1). En estos tres años de AMLO la deuda ha crecido en 2.7 billones de pesos, el 25% nominal. La deuda interna crece en 2. billones de pesos y la deuda externa aumenta en 597 mil millones de pesos. A pesar de que el presidente López Obrador planteó no endeudarse, en los hechos se ha dado este endeudamiento de 2.7 billones de pesos. Y esto ha obedecido a la crisis económica agravada por la pandemia, sobre todo a la gran crisis de 2020, crisis mundial más grave que la gran crisis capitalista de los 30 's del siglo pasado.
3.- México se endeuda porque los ingresos públicos son insuficientes para cubrir el gasto público, porque las finanzas públicas están en crisis. Todos los años del sexenio pasado y los tres del actual el presupuesto público ha sido deficitario, (Gráfica 2). El año pasado el déficit fue de 758 mil millones de pesos y el presupuesto de egresos aprobado para 2022 por los diputados estima un déficit público de 916 mil millones de pesos y un límite de endeudamiento de 934 mil millones de pesos. Por tanto, si se da este último supuesto la deuda pública será de 14.5 billones de pesos a finales de 2022.
4.- Este elevado nivel de endeudamiento implica altos pagos de intereses o, lo que se denomina, costo financiero de la deuda pública. En 2021 se pagó por puros intereses de la deuda la cantidad de 685 mil millones de pesos y para 2022 se han presupuestados 972 mil millones de pesos, (Gráfica 3). En 2012 se pagaron 11 mil millones de dólares por solo la deuda externa, cifra que rompe récord en la historia reciente de México (Gráfica 4). En todo lo que va del siglo, hasta 2022, se habrá pagado por puros intereses 8.5 billones de pesos, casi el 65% de la deuda. Una deuda eterna que no se reduce. Además, se refinancia periódicamente a plazos más largos, se pide prestado para pagar vencimientos y se alargan los próximos vencimientos a treinta o cincuenta años de plazo.
5.- ¿Que significa esta enorme suma de dinero destinada pagar el costo financiero de la deuda?
El costo financiero de la deuda para 2022 supera el costo de todos los programas sociales prioritarios que suman 450 mil millones de pesos, supera también al costo de los proyectos prioritarios que suman 140 mil millones de pesos. (Gráfica 5, 6, 7).
Además, el costo financiero de la deuda supera al presupuesto de las secretarías de educación, de salud, de desarrollo agropecuario, del trabajo, de ecología, de ciencia y tecnología, de cultura, supera a todas. (Gráfica 8). E incluso el costo financiero de la deuda es mayor que el programa especial para el desarrollo rural, o el programa para la igualdad de entre hombres y mujeres o el programa de apoyo a los pueblos originarios (Gráfica 9)
6.- El costo financiero de la deuda pública para 2022 en dólares es de 39.6 mil millones de dólares. Esta fabulosa suma de dinero representa el 63% de la fortuna total de Carlos Slim, el más rico de México y el número 16 de los más ricos del mundo. La fortuna del segundo más rico de México, Larrea, es de 25.9 mil millones de dólares, la de Salinas Pliego, el tercero más rico de México es de 12.9 mil millones de dólares. El costo financiero de la deuda es casi igual a la fortuna de Larrea y Salinas Pliego juntos. (Gráfica 10).
7.- Este elevado costo financiero de la deuda pública equivale al 2.8% del PIB, producto interno bruto. Es una enorme sangría de recursos que en vez de utilizarse al gasto social y a la inversión productiva para generar empleos y con mejores salarios se van a engrosar las arcas del capital financiero nacional e internacional.
8.- México casi no creció en 2019, en 2020 el PIB se cae en 8.5% y en 2021 la producción crece en 5%, para 2022 se estima por el Banco de México un crecimiento de 2.4%. El costo financiero de la deuda es del 2.8% del PIB, más de lo que va a crecer la economía mexicana.
Pero para 2024 el PIB per cápita será negativo y de seguir así las cosas tendremos un sexenio más perdido (Gráfica 11).
La economía mexicana debe crecer a tasas mayores de las que se estiman y debe hacerlo porque existe un grave problema de desempleo. En estos tres años, de noviembre de 2018 a febrero de 2022, solo se han creado menos de medio millón de empleos formales cuando el crecimiento de la fuerza laboral es de más de tres millones, hay un gran déficit de empleo formal, de cuando menos 2.5 millones, en donde los jóvenes se encuentran sin oportunidades, o se van al desempleo, o a la informalidad o emigran a Estados Unidos (el número de deportados ha crecido de manera escandalosa). (Gráfica 12). El empleo formal manufacturero crece en estos tres años en 320 mil y en el comercio en 204 mil, pero en los servicios se han perdido casi 366 mil y en la construcción 60 mil. El crecimiento del empleo en las manufacturas tiene que ver con las maquiladoras y la industria de exportación.
Además, los salarios contractuales no han aumentado al mismo ritmo que los salarios mínimos. En 2021 los salarios contractuales perdieron poder de compra y en 2022 seguirá la misma tendencia. La participación de los salarios en el ingreso nacional en 2021 prácticamente sigue igual que en el 2018, sigue en 27%. (Gráfica 12).
Si no se pagara el costo financiero de la deuda la economía crecería no al 2.4%, sino a más del doble, al 5.2%. Para pagar la deuda se sacrifica el crecimiento del país y sobre todo la inversión productiva y la generación de empleos.
9.- ¿Cuál es la composición de la deuda pública?
La deuda externa es de un tercio de la deuda pública total, y la deuda bruta externa es de 225 mil millones de dólares enero de 2022, similar a diciembre del 2021. En 2021 se pagaron 11 mil millones de dólares en intereses. Es la mayor cifra pagada en todo el siglo en un año y quizás de toda la historia.
El 75% de la deuda externa contratada por México es con el mercado de capitales, son bancos privados internacionales y fondos de inversiones privados que compran bonos del gobierno o de empresas públicas. El 14% de la deuda externa es con los llamados organismos financieros Internacionales (FMI, Banco Mundial, BIRD, etc.) que son organismos con base gubernamental.
La deuda interna por su parte comprende la deuda del Fobaproa (IPAB, hoy) que es de 990 mil millones de pesos y sumados a los rescates carreteros y apoyo a deudores llega a 1.3 billones de pesos. La deuda del Fobaproa es una deuda ilegítima e ilegal que debe ser abolida. En 1995 era de poco más de 500 mil millones de pesos y ya se acerca al doble (gráfica 13).
Hay otra deuda interna en poder de residentes extranjeros que es de 1.6 billones de pesos, en realidad es deuda externa solo que en pesos y no en dólares.
La deuda interna en poder de residentes mexicanos es de 1.7 billones de pesos, la deuda pública interna con bancos nacionales y aseguradoras es de 1.6 billones de pesos. Y la deuda interna en poder de la Siefores es de 2.4 billones de pesos, esta deuda está en poder de los trabajadores en donde las Afores privadas invierten en Cetes o deuda pública. Esta deuda no debe ser tocada, en todo caso debe desprivatizar las Afores porque las Afores se apropian del dinero de los trabajadores (gráfica 14).
10.- El problema de la deuda pública a nivel internacional es de tal magnitud que se convierte en una traba para el desarrollo de los pueblos. Con la pandemia y el agravamiento de la crisis en 2020, el FMI decretó que los países pobres se acogieran a un programa de suspensión de pagos de la deuda porque la atención a la salud y al desarrollo exigían recursos extras que los países no tenían. Más de 40 países pobres se inscribieron a tal programa que se alargó hasta principios de 2021. La magnitud de la crisis es tal que el gran desempleo y la pobreza requerían más recursos. Posteriormente, en agosto de 2021, el FMI dio una inyección de recursos, los más cuantiosos de su historia por 650 mil millones de dólares, pero la mayor parte de ellos les tocaba a los países más ricos y a los países pobres y emergentes como México les tocaba muy poco. México recibió 12 mil millones de dólares, pero se pagaron 11 mil millones de dólares de intereses por deuda externa. Esas medidas han sido insuficientes para reactivar la economía mundial.
Ahora con la inflación mundial y la guerra en Ucrania la economía mundial va a sufrir una recaída. Y con mayor inflación los intereses aumentan y con ello la deuda y su costo. El Banco de México acaba de subir las tasas de interés a 6.50%.
11.- Con motivo de la pandemia y la drástica caída de la producción diversas voces han clamado por la suspensión del pago de la deuda y su renegociación. El Papa Francisco se ha manifestado, el FMI y el G-20 lo hicieron también solo que para los países pobres. Y en América Latina en marzo de 2020 varios expresidentes como Dilma Rousseff de Brasil, Rafael Correa de Ecuador, Fernando Lugo de Paraguay, Ernesto Samper de Colombia, Rodríguez Zapatero de España y Álvaro García Linera de Bolivia y Gustavo Petro de Colombia pidieron condonar la deuda externa e iniciar un proceso de reestructuración de la deuda que contemple una mora absoluta de dos años sin intereses.
El año pasado el presidente de Bolivia, Luis Albero Catacora en su visita a México, el 23 de marzo, planteó en el senado que se debían dar negociaciones para la condonación y refinanciamiento de la deuda.
12.- Las experiencias de renegociación de deudas se han dado a lo largo de la historia, tanto a nivel mundial como en México. En América Latina, Ecuador renegocio su deuda con Rafael Correa e incluso se estableció una comisión auditora ciudadana de la deuda pública interna y externa. En Argentina se han dado renegociaciones, la última ha sido tal y como quería el FMI y no de acuerdo con las necesidades populares. Grecia e Islandia han reestructurado sus deudas.
López Obrador en 2004, en Un Proyecto Alternativo de Nación, decía: “Es indispensables crear una Comisión de la Verdad para transparentar todo lo relacionado con el Fobaproa….Las finanzas públicas están en crisis porque, entre otras cosas, hay una enorme deuda pública…Es necesario reducir el costo de la deuda…la renegociación debe fincarse en un balance entre los recursos presupuestales que puedan destinarse para el servicio de esta deuda y las necesidades de inversión para el desarrollo económico y social de México” (p.157,158).
13.- La Promotora por la Suspensión del Pago de la Deuda Pública plantea renegociar la deuda pública, crear una Comisión Auditora Ciudadana que investigue en donde y cómo se utilizaron las deudas contraídas, que se desconozca la deuda del Fobaproa, que se suspenda el pago de los intereses de la deuda pública por cuando menos dos años y utilizar esos recursos para desplegar un programa emergente que impulse el bienestar social y cultural del pueblo mexicano, que se destine a reactivar la economía con justicia social, se impulse la inversión productiva y el empleo, se apoye al campo, a la salud, educación, ciencia y cultura, ecología, apoyo a la mujer, a las comunidades indígenas y a la micro, pequeña y mediana empresa.
Además, es preciso crear un frente de países para construir un nuevo marco global u orden internacional para que se renegocien las deudas de los pueblos y se construya un orden mundial más justo y solidario.
Lázaro Cárdenas definió los principios que debe aplicarse con respecto a la deuda de México cuando expresó en 1936: “No ha variado la actitud de México en lo que respecta al problema de su deuda exterior; los deseos del gobierno de cumplir todas sus obligaciones siguen subordinadas a la necesidad de aplicar la mayor parte de los recursos del país a su progreso cultural y político”. Primero el pago de la deuda social y después el pago de la deuda pública.
La Declaración Universal de Derechos Humanos en su artículo 28 establece que “Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos”. Pero un orden internacional donde existe un enorme endeudamiento por parte de los países de ingresos bajos y medios, o países pobres y emergentes empobrecidos como México, es imposible cumplir los derechos humanos de sus ciudadanos. O se paga la deuda o se cumplen los derechos humanos, tal es la disyuntiva que conduce al endeudamiento público.
Un nuevo orden internacional exige la solución de fondo del problema de la deuda. Los países pobres y los empobrecidos por el neoliberalismo requieren que los recursos financieros que se destinan al pago de la deuda pública se destinen a la solución de las necesidades y rezagos sociales; o se beneficia al gran capital financiero o se beneficia a los trabajadores y a los pueblos del mundo.
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