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Acciones frente a la comida chatarra y los refrescos

Por Izcuauhtli Paz

A nivel mundial la obesidad y el sobrepeso presentan proporciones epidémicas, el incremento en los últimos 30 años es alarmante, cada año mueren como mínimo 2,8 millones de personas por esta causa, el año pasado en el mundo se reportó la muerte por covid19 de 1,8 millones de personas.

En el 2019 México presentó un aumento de 75.2% de la población con sobrepeso y obesidad. El 39.1 % mayor de 20 años padecen sobrepeso y el 36.1% obesidad, es decir 3 de cada 4 personas presentan un problema de sobrepeso u obesidad en el país. En el caso de niñas de 12 a 19 años, la obesidad y el sobrepeso aumentó al 41.1 por ciento. En los niños de la misma edad se incrementó a 35.8 por ciento.


La alimentación inadecuada, el sedentarismo y el consumo de bebidas de alto contenido calórico, alto consumo de productos chatarra, representan un factor determinante. México es el país con mayor consumo en bebidas azucaradas, la Organización Mundial de la Salud OMS, estima que en promedio un mexicano consume 163 litros de refresco al año, siendo Chiapas es el estado que más refresco consume a nivel nacional, donde hay bebes lactantes que ya consumen refrescos, el país tiene un crecimiento anual del 2.3 % en consumo de productos chatarra. Se estima que el 10% de los ingresos de la familia mexicana están destinados al consumo de refrescos, 24% a otros alimentos y bebidas, y el resto a consumo personal.

Es de suma importancia no consumir cotidianamente altos niveles de grasas, sales, azúcares ya sea sacarosa, fructuosa, glucosa u otra presentación de azúcar ya que contribuye al aumento de peso y al desequilibrio hormonal, así como resistencia a la insulina, causando diabetes entre otros padecimientos como enfermedades cardiovasculares, enfermedad renal crónica, problemas musculoesqueléticos, y problemas psicosociales.

El sector de salud enfrenta grandes problemas presupuestarios que podrían mejorarse aumentando considerablemente el impuesto sobre refrescos, bebidas azucaradas y comida chatarra que daña la salud de los mexicanos.

El impuesto a los refrescos es de 1.2 pesos por litro, para aquellos alimentos no básicos con densidad calórica de 200 kilocalorías o mayor por cada 100 gramos, es del 8%. La Secretaría de Salud recibirá en 2021 un presupuesto de 145 mil 415 millones de pesos, un 13% más que en 2020, si se aumentara al 24% a la comida chatarra el presupuesto de recaudación sería superior a los 50 mil millones de pesos, si el impuesto a las bebidas azucaradas pasará a los 3 pesos por litro se recaudaría alrededor de otros 50 mil millones, el presupuesto podría ser de más de 200 mil millones de pesos, ya que si no solo se destina el 20% de las recaudaciones de este impuesto y se asigna el 100% el presupuesto al sector Salud podría ser superior a los 250 mil millones de pesos.

Sumado a las políticas fiscales, las políticas públicas además del reciente etiquetado, el gobierno debe regular la venta de productos nocivos para la salud, controlar la publicidad, se debe aumentar la disponibilidad de agua potable, mejorar el acceso a alimentos y bebidas saludables, mejorar cambios en la agricultura e industria hacia comidas y bebidas saludables, políticas que faciliten la actividad física y la lactancia materna. En un mundo donde las corporaciones imponen los patrones de consumo no será posible el cambio de hábitos a pesar del entorno no saludable sin el poder del gobierno que regule, investigue, sensibilice, invierta y prevenga.

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