Mandaba un gobierno extranjero con un rey extranjero .Saqueaban el oro y la plata y se llevaron 190 toneladas de oro y 16 millones de kilos de plata) además nos vendían todos los productos ellos y no nos dejaban producirlos aquí.
Esclavizaban a muchas personas, sometían a los indios y les arrebataban sus tierras. Las mujeres no podían estudiar y las encerraban en su casa, estaban solo para servir al hombre, eran consideradas un objeto sexual y de segunda categoría.
ESTO ERA INTOLERABLE PARA MEXICANOS COMO HIDALGO Y MORELOS Y MUJERES COMO GERTRUDIS BOCANEGRA, MARIANA RODRIGUEZ DEL TORO, ANTONIA NAVA Y MILES MÁS.
Todos los gobernantes tenían que ser españoles nacidos en España. Incluso hasta sus mismos hijos llamados criollos por haber nacido en estas tierras, eran discriminados pues decían que “su sangre era de segunda”.
Todos los más altos puestos del gobierno, ejército, religiosos, jueces, tenían que ser para nacidos en España. Nos dividieron por razas a los indígenas no los dejaban ni aprender a leer y a escribir, ni ser maestros u oficiales en los gremios que producían todo, los endeudaban y castigaban brutalmente, los negros en su mayoría eran esclavos. En la colonia establecieron castas para discriminar a la gente por color de piel.
HIDALGO quien sufrió mucho por la pérdida de su mamá a los 8 años, ayudaba a todos los que sufrían y se dedicó a organizar a los indígenas en las comunidades para aprender a producir en talleres de todo tipo (alfarería, telares, carpintería y otros) que él impulsaba y lograr que fuesen autosuficientes. Sabía hablar náhuatl, purépecha, ñahñu y cuatro idiomas extranjeros. Lo quiso tanto la gente que cuando él llamó a luchar por la independencia de inmediato en Dolores lo siguieron 600, al llegar a San Miguel eran 5,000, en Celaya ya llegaban a 20,000 y en el Monte de las Cruces sumaban 80 mil insurgentes.
CUANDO DESCUBRIERON LA CONSPIRACIÓN TODOS TUVIERON MIEDO MENOS JOSEFA ORTIZ DE DOMÍNGUEZ que les avisó a los conspiradores recomendando que de inmediato pasaran a la acción y fué Hidalgo quien valientemente se lanzó dando el Grito porque confió totalmente en el pueblo y el pueblo lo acompañó en la lucha.
Todos estaban cansados de para tantos impuestos y tributos, hartos de que les quitaran sus tierras y los maltrataran, furiosos luego de 3 siglos de dominio extranjero y de ser mandados por un rey que ni conocían. Querían que las decisiones estuviesen en manos mexicanas. Ya era hora de ser independientes.
Hidalgo reconoció derechos, en Guadalajara, abolió la esclavitud y los tributos, propuso devolver la tierra a los indígenas (como lo hizo Zapata después) y que los trabajadores disfrutaran el producto de su trabajo.
Los españoles lo capturaron y lo fusilaron en Chihuahua, lo último que hizo fue escribir dos poemas a sus carceleros, darles dulces a los soldados que lo iban a fusilar. Fue tortuoso, porque le dispararon tres veces y ningún soldado le tiró a matar por lo que el teniente Pedro Almendariz tuvo que darle un ben la cabeza. En verdad el pueblo lo quería mucho. Su lucha la continúo Morelos y muchos más. Hubo mujeres como LEONA VICARIO que nunca se doblaron y la causa triunfó en 1821.
Expulsamos al gobierno colonial español y México abolió la monarquía, estableciendo la República. Desde entonces sabemos que la clave de la libertad se encuentra en soberanía nacional y popular, que el pueblo mande, que México sea independiente.
A inicio del siglo XXI hace falta retomar la causa de Hidalgo y Morelos, pues México ha sido hundido en el neocolonialismo y hoy nuestra economía depende totalmente de las corporaciones extranjeras y de los Estados Unidos. Hace falta luchar por la plena independencia para construir la Soberanía Popular y Nacional que implica la Soberanía Económica y una economía en la que decida el pueblo y no los mercados de capitales.
En la lucha actual, nos inspiran el ejemplo de los insurgentes porque nuestra causa es la misma y así como ellos vencieron en su época al imperio español, nosotros derrotaremos el dominio del imperio yanqui en nuestro México.