Valentina Galeana
Sergio Méndez Arceo, nació el 28 de octubre de 1907, en la Ciudad de México, y fallece en Cuernavaca, Morelos el 6 de febrero 1992, fue un personaje clave en el proceso de liberación política y social de México. Además, mostró su apoyo a las causas de varios países latinoamericanos frente a las fuerzas imperialistas y en contra del régimen militar y las dictaduras.
Historiador mexicano e ideólogo de la teología de la liberación, Sergio Méndez Arceo fue el VII Obispo de Cuernavaca. Desarrolló una propuesta cristiana centrada en la unidad de los pueblos latinoamericanos y la reivindicación de los sectores marginados de la sociedad. Impulsó una revolución cultural, centrada en un espíritu de solidaridad que contribuye a la liberación, de los grupos sociales excluidos en México, centro, Sudamérica y el caribe, un esfuerzo unificador que iría más allá de las regiones, de los estados y las instituciones, para tejer la hermandad entre los pueblos contra los gobiernos, autoritarios de la zona y el imperialismo estadounidense.
Miembro del movimiento cristianos por el socialismo. Denunció las invasiones de Estados Unidos a Vietnam, además de condenar los violentos regímenes militares, en Latinoamérica impulsar el movimiento va por Cuba, que promovía la solidaridad con el pueblo cubano, en resistencia al bloqueo estadounidense a la isla. También apoyó la Revolución Sandinista en Nicaragua, creó el comité Manos fuera de Nicaragua, contra los ataques de la contrarrevolución financiada por el gobierno de Estados Unidos desde Honduras. por todo esto muchos lo llamaban el Obispo Rojo.
La represión estudiantil de 1968 fue un punto de quiebre para la vida política y social del país, pero también para la actividad pastoral del Obispo de Cuernavaca. Con mayor fervor, desde ese momento, Méndez Arceo insistiría en echar a andar una revolución distinta un cambio profundo de las estructuras sociales económicas y culturales. Lo importante no era derrocar al gobierno autoritario, era hacerse escuchar con la esperanza de que hubiese un cambio en su actitud, un cambio que también era necesario en la propia sociedad en su homilía del 27 de octubre de 1968, posterior a la matanza de estudiantes en la plaza de las tres culturas de Tlatelolco dijo: ante los acontecimientos que nos llenan de vergüenza y de tristeza hay que considerar positivo y consolador el hecho de que los jóvenes hayan despertado así a una conciencia política y social y que aporten a México una esperanza que es nuestro deber alentar.
Sergio visitaría a los presos políticos en la cárcel de Lecumberri, en la Navidad de 1969, el sentimiento de solidaridad con las luchas de otros pueblos sería a partir de ese momento una convicción más fuerte que alimentaría su trabajo pastoral pero también, su actuación política el 17 de abril de 1981, en una medida claramente en contra del gobierno promulgó una ex comunión en contra de todo aquel católico, que torturara cualquier persona, Méndez Arceo fundó la casa de la solidaridad que ahora se llama. Casa de la Solidaridad Sergio Méndez Arceo que se encuentra en la antigua escuela de trabajo social Vasco de Quiroga en la Ciudad de México. En 1992, se estableció en México el premio don Sergio Méndez Arceo que se otorga como reconocimiento a organismos y activistas que luchan en favor de La Paz la autodeterminación de los pueblos y el respeto a los derechos humanos.
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