Valentina Galeana
Las reformas Cardenistas, especialmente la reforma agraria, dieron un nuevo rostro al campo mexicano donde se sentaron las bases de crecimiento y desarrollo del país Lázaro cárdenas, con el reparto agrario que dio inicio en los Estados de Durango, Coahuila, en donde había poderosas familias adineradas, beneficiando a más de un millón de campesinos al dotarles más de 20 millones de hectáreas, y cerca de 200 mil agricultores indígenas todos organizados.
Lázaro Cárdenas del Río, quien en el campo mexicano con una gran influencia por impactar positivamente a través de sus acciones con gran crecimiento así como desarrollo en el país se estima que en el sexenio Cardenista una cuarta parte de la reforma agraria se realizó, ya que los archivos del archivo General Agrario cuentan con 140 resoluciones presidenciables, es decir representan las notificaciones a las autoridades del ejido y los propietarios afectados y colindantes el acta de apeo y deslinde de las tierras concedidas, la posesión definitiva así como la determinación y localización de las tierras. Lázaro Cárdenas repartió 18 millones de hectáreas, expropiándoselas a los terratenientes.
También se atendió y reivindico los derechos de los comuneros, ejidatarios y pueblos originarios, con el propósito central de superar la pobreza y lograr el bienestar en la población rural para el General Cárdenas no termino en el reparto de tierras, su política agropecuaria abarcaba la organización de los productores, la asistencia técnica, la capacitación, la investigación y la educación agrícola además de promover el crédito para que los campesinos pudieran acceder a la maquinaria y equipo agrícola y los insumos productivos , por lo tanto crea el Banco Nacional de Crédito Ejidal, entre otros.
El General Cárdenas impulsó la producción de los pequeños y medianos productores, con la intención de mejorar sus condiciones de empleo e ingreso y satisfacer sus propias necesidades alimenticias, y el mercado interno.
Desde el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, se modificó el artículo 27 de la Constitución para privatizar el ejido, y con su ley de Aguas Nacionales y la ley Minera aprobadas en 1992 dio pie al despojo de los campesinos y sus comunidades. Esas reformas, que son contrarreformas deben ser revertidas, para devolverle al pueblo lo que le han quitado.
Los ideales y principios de transformación del campo del Cardenismo, sirven de guía para actualizarlos e implementarlos, con la misma intención del General Cárdenas sacar del rezago económico, y de la pobreza a las y los productores e impulsarlos y empoderarlos para que en conjunto se rescate el campo mexicano. Hoy la lucha es contra los terratenientes, la agroindustria monopólica y también contra los agua tenientes y las grandes mineras.