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El llamado urgente de la CELAC

El llamado urgente de la CELAC a las instituciones financieras internacionales para que mejoren y aumenten el financiamiento no es suficiente


La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en el Comunicado Especial sobre la Recuperación Económica, del 3 de agosto del año en curso, hace un “llamado urgente a las instituciones financieras multilaterales para que mejoren y aumenten las facilidades crediticias a través de mecanismos no discriminatorios, para aquellos países que lo soliciten, considerando el acceso oportuno y equitativo a los Derechos Especiales de Giro (DEGs) del Fondo Monetario Internacional, teniendo en cuenta que en la propuesta del organismo los países que más DEGs recibirán son los que menos liquidez necesitan. Esto permitirá una recuperación económica más expedita, justa e igualitaria en nuestra región”. La CELAC hace extensivo este llamado también a “otras instituciones financieras públicas y privadas a incrementar el financiamiento para los países en desarrollo”.



Este llamado urgente de la CELAC significa reconocer que hasta ahora las instituciones financieras internacionales públicas y privadas no están contribuyendo con más y mejores financiamientos a lo países pobres y en desarrollo para que se recuperen económica y sustentablemente de los efectos de la crisis y de la pandemia.


La iniciativa del G-20 y del FMI y Banco Mundial de suspender el pago del capital y los intereses de la deuda, de abril de 2020, fue solamente un respiro para un grupo de países que se acogieron a esa iniciativa, y fue mas que nada el posponer los pagos de la deuda por año y medio, pero no cancelarlos. De los 72 países pobres y endeudados sujetos a esa iniciativa de suspensión de pagos de la deuda solo se apuntaron 44 y recibieron de ayuda 5 mil millones de dólares, menos de la mitad que estaba a disposición. Pero los países con ingresos medios, y con mas deudas en monto, quedaron fuera de esa iniciativa y además los acreedores privados internacionales hicieron el vacío y no se sumaron a esta iniciativa del G-20. Así el problema del endeudamiento mundial se agrava cada vez mas y ya es una verdadera amenaza que atenta contra la estabilidad de capitalismo mundial.


Dado que la iniciativa de suspensión de pagos de la deuda del G-20, del Banco Mundial y del FMI ha sido plenamente insuficiente, parcial y limitada y que no resolvió el problema de fondo de la deuda, este 2 de agosto, la Junta de Gobernadores del FMI aprobó un nuevo plan de rescate de la economía mundial. Este plan de rescate, según el FMI, “es una decisión histórica: la mayor asignación de DEG en la historia del FMI y una inyección de ánimo para la economía mundial en medio de una crisis sin precedentes”, y consiste en emitir 650 mil millones de dólares creando nuevas reservas de Derechos Especiales de Giro (DEGs).


Pero este enorme monto de recursos financieros se va a distribuir según las aportaciones de cada país miembro, de tal manera que los países mas ricos tendrán la mayor asignación. “Los nuevos DEG serán acreditados a los países miembros del FMI en proporción con sus actuales cuotas en la institución”, señala el FMI. Según un estudio del Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), de los 189 países miembros del FMI, 58 países son de altos ingresos y recibirán 438 mil millones de dólares, el 66%, y el resto, 131 países de ingresos bajos y medios, obtendrán 212 mil millones de dólares, el 33% del total, y de estos últimos existen 82 países con alta vulnerabilidad en sus deudas que recibirían 54.5 mil millones de dólares, el 8% de los recursos. Los países más ricos se quedan con la mayor tajada y habrá una injusta distribución de la nueva asignación de DEGs, y el problema de la deuda mundial seguirá sin resolverse. Y lo mas seguro es que los países mas ricos se harán mas ricos y los pobres mas pobres.


La CELAC llama, con justa razón, a que los países ricos no discriminen a los países pobres y de desarrollo medio en la nueva distribución de los DEGs; pero una salida real y perdurable al problema de la deuda consiste en suspender el pago de su servicio e iniciar una verdadera reestructuración mundial, que cancele parte de ella, porque es impagable, y debe, además involucrar a las instituciones financieras privadas, porque la mayor parte de la deuda de los países es con acreedores internacionales privados y no solo con el FMI o Banco Mundial. Los nuevos DEGs que se distribuyan a los países endeudados van a ser utilizados simplemente para pagar las deudas contraídas con los prestamistas públicos o privados, pero no se usaran para lo principal que es emprender una recuperación económica y sustentable, que atienda el gran problema de la salud y de la pandemia. La reestructuración de la deuda mundial y la suspensión de sus pagos son condición para una verdadera reactivación mundial económica y sustentable que ponga por delante la vida y el bienestar material y espiritual de las personas.


¡Suspensión al pago del servicio de la deuda pública, renegociarla y crear una auditoria ciudadana!


https://nomasdeudapublica.org


México, 7 de agosto de 2021

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