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El pueblo trabajador va a cambiar la situación.

MEXTEKI


Es la hora de la profunda transformación de la vida para resolver las profundas contradicciones que vive la sociedad moderna. Y salir de esta crisis luchando y construyendo un país y un mundo que garantice el bienestar para todos los pueblos y naciones. Es hora de la acción, el análisis, la propuesta y la construcción de la alternativa para el futuro.



En estos tiempos de pandemia por el Covid-19, en la que estalla la crisis económica, en una situación no vista en cien años, con todos los problemas agudizándose al máximo, medio mundo en cuarentena, gran inquietud y ansiedad. Con el desempleo y la parálisis de actividades de todo tipo, gran mortandad, sobre todo de ancianos, escasez e incertidumbre, han surgido las dudas como nunca.


Más que una duda, una certeza es que el sistema imperante no funciona en beneficio de la sociedad, para atender la salud de todas las personas, ni para paliar las crisis. Que cuando hay problemas en lugar de ayudar a solucionarlos los complica aún más. Que lejos de dar seguridad crea caos y pánico. Es un sistema obsoleto que ha demostrado su inoperancia.

Pero la duda que quieren que impere no es ¿Cómo cambiar ese sistema? ¿quién puede cambiarlo? ¿Cuál es el modelo de sociedad que sí funcionaría? ¿Qué pasos dar para que triunfe la transformación? ¡No!


La duda que están esparciendo es ¡¿Cuál es el origen del Covid-19?¡? ¡¿Fue hecha en laboratorio o surgió naturalmente?! ¡¿Es una guerra biológica? ¡¿Fue China o fue EU? ¡¿Es un siniestro plan de los Rotchild y Soros, fue Bill Gates, son los demócratas Biden y Obama contra Trump? ¿Hay un plan malévolo para imponer un “gobierno mundial” ?, ¡¿quieren imponer un nuevo Orden Mundial, todos confinados seremos sometidos?! ¡¿nos van a poner un chip con la vacuna para controlarnos a todos cuando se invente?! ¿Qué quieren acabar con la sobrepoblación?


Hay una ola de rumores están buscando crear pánico, aterrorizar, confundir a la población y sobre todo que se sienta impotente, irremediablemente sometidos y destinados ser controlados por los poderosos. Quieren que pensemos que nuestra suerte no está en nuestras manos.


Tenemos que enfocarnos y contar con nuestra propia agenda, la de la clase obrera y el pueblo, que tiene intereses muy específicos. No perdamos nuestra energía en especulaciones y teorías conspirativas. Aquí lo fundamental es reconocer un problema, que existe y tomar todas las medidas para salir de él. Es claro que toda sociedad pasa por crisis y emergencias en un momento dado. Desde que existe la sociedad humana ha atravesado por problemas y crisis. En la sociedad moderna la sociedad debe estar lista para atender a cada uno de sus miembros en una situación de emergencia.


Precisamente ese es el gran fracaso del sistema actual y de su clase política. Ante la pandemia de Coronavirus queda desnuda su política de desmantelar el sistema de salud y volver un gran negocio la atención de la salud. Ante la crisis mundial que deja a millones de desempleados sin ninguna protección ni derechos laborales que los defiendan en una situación así. Es en momentos como el actual cuando se puede constatar que un sistema funciona para darle seguridad al pueblo o si no lo hace.


El Estado moderno debe tener como función esencial procurar el bienestar general, no solo en tiempos benéficos y de prosperidad, sino sobre todo en situaciones de problemas y crisis. Podemos y debemos construir una sociedad que tenga los recursos y esté dispuesta a atender a todos sus miembros cuando lo requiera.


En la actualidad se necesita un Estado Social que ponga por encima los intereses del pueblo, de la economía regional, del desarrollo nacional, de la sustentabilidad local. Un Estado que organice a la sociedad para que no le falte lo más necesario: alimentación, buena nutrición, salud, trabajo, agua, educación, techo, cultura, esparcimiento. Queda claro que no se puede depender del mercado, sino que este ha de estar al servicio del bienestar general.


Hay una alternativa, el camino capitalista nos ha traído a un callejón sin salida, donde el pueblo pone los muertos, los desempleados, los hambrientos, mientras que un puñado de magnates a la cabeza de grandes corporaciones ganan en cualquier situación. Monopolizan los medicamentos, abaratan la mano de obra, reciben billones de dólares de los endeudados, y para mantener esta situación buscan paralizarnos y apanicarnos.


Pero el pueblo puede, y el pueblo manda. Es hora de la organización y la de tener nuestra propia agenda, la de la clase obrera y ponerla delante de una sociedad que está harta del modo de vida actual, de su política, su economía, cultura y moral. Nunca antes habían quedado tan claro las cosas, ya nadie puede crear que este es el sistema que necesita la humanidad, entonces es el momento de presentar las alternativas para salir del hoyo tan terrible en el que nos han metido.


Son horas de cambio, de transformación, de revolución, de unión nacional e internacional. Todos los pueblos estamos sometidos a esta situación y cada pueblo debe poner su grano de arena para salir. De modo que toda nuestra atención y esfuerzo los hemos de destinar a luchar por la alternativa, a organizarnos, a convocar a la unión, a buscar soluciones y a construir un futuro brillante para todo el pueblo. Esta es la hora de la clase obrera que puede y debe abrir perspectivas e impulsar la transformación profunda de la vida de la sociedad.

Con la consigna, uno para todos y todos para uno. Levantemos la fuerza necesaria para llevar a nuestra nación, a cada nación, al mundo adelante. El proletariado tiene una gran labor que realizar junto a su pueblo, en su propio país y así será en cada uno de los países. Para construir otro mundo…que no solo es posible…sino necesario.


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