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TRUMP HACE SUS JUGARRETAS ELECTORERAS EN MÉXICO, EN EU. CON EL 4 DE JULIO Y EN IRÁN

Se acercan las elecciones en EEUU y vemos las jugarretas que hace Trump para subir sus momios. Envilece el 4 de julio, haciendo un desfile militar sin precedente, generando que, por primera vez en la historia se den fuertes protestas de la ciudadanía norteamericana contra el presidente de Estados Unidos precisamente en esta importante y patriótica celebración. Este

desfile militar ha sido una celebración para el mismo presidente Trump, ni siquiera pudo dejar en paz un acto que para el pueblo norteamericano es de la mayor importancia. El ego desbordado de este empresario ahora presidente de Estados Unidos ha marcado un antes y un después en la psique de los norteamericanos. Es sabido que muchos de estos capitalistas egomaniacos están enfermos de poder pero según parece Trump ha roto todos los esquemas, rompiendo la tradición de un desfile civil en el día de la Independencia en las calles de Washington, haciendo circular tanques de guerra y vehículos militares al tiempo que aviones militares y fuegos artificiales surcaban los cielos en Estados Unidos. Trump saludó a los ciudadanos desde el Lincoln Memorial para acentuar más la incómoda situación.


La manipulación al pueblo norteamericano, muy cercana, en tiempo, a la que hicieron con México, amenazando con subir los aranceles, hizo que aumentara la intención de voto favorable a Trump. Del mismo modo, el empresario-presidente Donald Trump amenaza con desatar una guerra a Irán porque sabe que de esta manera puede alentar la fiebre nacionalista de un pueblo tradicionalmente manipulado con un nacionalismo mal entendido y con una visión belicista de la convivencia entre las naciones. Ya sabemos que, al igual que en México, cuando suba la intención de voto a favor de Trump, alguna artimaña o pretexto sacará para no cumplir sus promesas bélicas. Aunque conociendo el actuar de los Estados Unidos no descartamos la posibilidad de un conflicto bélico que, como siempre, sería un gran negocio para la industria armamentista y la economía norteamericana tan relacionada con este tema y por supuesto una tragedia para el ser humano y el medio ambiente. Lo que sí podemos asegurar es que el resultado final será catastrófico para el pueblo norteamericano por todas las secuelas que a tenido la gente de todos los estratos sociales con todas las guerras que a tenido esta nación a través de su historia.


Todas las políticas de Trump están cortadas con la misma tijera, amenazas, agresiones catastróficas, hacer una apología de la destrucción de la guerra armamentista y la devastación para despertar el espíritu patriotero de los norteamericanos y ganar “popularidad” de cara a las elecciones. Por esta razón muchos norteamericanos se desilusionaron de su fiesta nacional y se opusieron rotundamente a las políticas belicistas de Donald Trump. El pueblo norteamericano no quiere más guerras, ya está harto del arribo a casa de sus hombres discapacitados, traumados y sumidos en la drogadicción a la que llegaron para poder soportar los horrores de la guerra que por cierto personajes como Donald Trump planean desde su escritorio y solo se sientan a esperar los resultados de sus maquiavélicas acciones.


Pero parece que todo tiene un límite, la guerra contra Irán pudiera ser su Waterloo, las palabras de El Ayatola Movahedi Kermani (orador del rezo colectivo del viernes) no pueden desecharse así como así. “Señor Trump, no juegue con la cola del león”

Mike Pompeo Secretario de EE. UU. sigue afirmando que hay una conexión entre la República Islámica de Irán, Al-Qaeda y los hechos ocurridos el 11 de septiembre. Por esta razón es que Trump quiere ir a la guerra, aunque el Congreso de Estados Unidos no lo autorice.


Acusan a los Guardianes de la Revolución de Irán de ser terroristas. Todas las fuerzas bélicas de ambos países están listas para un gran conflagración. Y van más allá, acusan al general Ghasem Soleimani, comandante de las fuerzas Al-Quds de ser un terrorista que “tiene en sus manos la sangre de estadounidenses” Pero el general Ghasem Soleimani se defiende diciéndole a Trump “Te digo Tump que eres malo y debes saber que en el lugar que menos te esperes te estaremos vigilando. La decisión de Donald Trump no ha sido apoyada por la comunidad internacional como la Unión Europea, Rusia, China, Irák, Siria y Líbano.

Hay que recordar que a las fuerzas legítimas de defensa de Irán, a las que Trump ha llamado terroristas, han sido reconocidas por la ONU como fuerzas legítimas de defensa de Irán y también reconocidas por la comunidad internacional.


Los analistas internacionales coinciden en que esto es parte de la campaña que está haciendo Trump a favor de Israel desviando la atención internacional por los crímenes que ha cometido su socio Netanyahu. Advierten que Trump está jugando con fuego al provocar a Irán pues dicen que Irán no es igual a los países a los que está acostumbrado atacar Estados Unidos, que esto puede desatar una situación peligrosamente inestable para Estados Unidos. El hecho de que EE. UU. califique de terroristas a las fuerzas armadas de Irán, le da derecho a Irán de calificar también a las fuerzas armadas de Estados Unidos de terroristas pero con miles de pruebas contundentes a lo largo de su historia que respaldarían esta calificación. La misma táctica que hizo con México y sus famosos aranceles. Trump pretende con estas declaraciones poner de su lado a los pro-Israel en EE. UU. y, con esto, ganarse su voto en las próximas elecciones. Como vemos el “gran estratega” Donald Trump resultó bastante burdo y predecible con sus “sesudas” tácticas o jugarretas electoreras. Además quiso exacerbar el espíritu guerrero de EE. UU. Pero le salió el tiro por la culata, pues los norteamericanos también están hartos de la guerra.

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