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Estados Unidos los verdaderos responsables de la pandemia de opiáceos.

Isabela Herrera


En el marco de la propuesta del exfiscal estadounidense William Barr de que los militares de su país combatan a los cárteles mexicanos, se hizo público que los congresistas republicanos Dan Crenshaw y Michael Waltz presentaron una moción al Congreso para que se autorice el uso de las fuerzas armadas de EE. UU. contra "los responsables" en México del tráfico de drogas.


Pero ¿Quiénes son los verdaderos responsables de la pandemia de fentanilo en EE. UU.? El gobierno de Estados Unidos menciona que los responsables son los carteles de droga mexicanos principalmente el cartel jalisco nueva generación y el cartel de Sinaloa. Por lo que en 2017 extraditaron al jefe del cartel de Sinaloa a Joaquín Guzmán Loera El chapo. Sin embargo, la pandemia sigue y seguirá durante varias décadas.


Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., "entre 1999 y 2019, casi 500.000 personas murieron a causa de una sobredosis relacionada con algún opioide, ya sea ilegal o recetado por un médico". Las muertes por sobredosis de drogas se aceleraron, según los CDC, y aumentaron en un 38,4% desde junio de 2019 a mayo de 2020. "Los opioides sintéticos (principalmente fentanilo ilícito) parecen ser el principal impulsor del aumento de las muertes por sobredosis", dijeron los CDC.


Pero esta pandemia no pudo ocurrir de repente, sin que nadie se diera cuenta. El lanzamiento al mercado de OxyContin, un opioide para el dolor, a mediados de los 90, fue el principal culpable de la crisis. Purdue Pharma, el fabricante de ese fármaco busca declararse en bancarrota y la familia Sackler, propietaria de la farmacéutica, enfrenta cientos de denuncias civiles por su papel en la epidemia.


La industria farmacéutica de los opioides fue muy inteligente. Promovían a individuos e instituciones a que difundieran mensajes a favor de la industria. Aparecía en artículos revisados, en materiales de marketing, en conferencias de medicina. Las farmacéuticas promovían a expertos académicos que defendían el uso de opioides, los pacientes recibían material de marketing, ¡las farmacéuticas lo promovían! Financiaban a conferencistas, estudios, autores de estudios y sociedades médicas.



En 2011 se restringieron las recetas de oxicodona y la gente, desesperada, salió a la calle a buscar heroína. Hasta ahora el gobierno de EE. UU. habla de una epidemia por opiáceos. Las compañías enfrentan juicios billonarios para compensar el daño que han creado; sin embargo, el gobierno de EE. UU. se lava las manos y hasta hace poco el sistema de justicia está llamando a cuentas a muchos responsables con nombre, pertenecientes a familias muy poderosas por la venta de opiáceos que también dan mucho dinero a las universidades o museos, pero igual a campañas políticas. Se calcula que hay más de 15 millones de adictos en la Unión Americana, enganchados a esas sustancias, y que, a menos que algo suceda, morirán de una sobredosis o presentarán enfermedades mentales.


El punto de origen del fentanilo son los laboratorios ilegales que operan en China. Según datos del Departamento de Justicia existen al menos 5.000 sitios en el país asiático donde se produce fentanilo, sustancias alternativas a la droga o los componentes para elaborarla conocidos como precursores. Una vez en ciudades del norte mexicano es común que la droga cruce la frontera en automóviles de ciudadanos estadounidenses, aunque también se interna por túneles. Después se envía a los consumidores en sitios como Los Angeles, Chicago, Atlanta o Nueva York.


El gobierno de EE. UU. acusa a estas fuerzas criminales mexicanas de causar la muerte de miles de estadounidenses por trasegar fentanilo desde México a Estados Unidos. La intención de implicar a los cárteles mexicanos de la droga tiene como objetivo endurecer las políticas de seguridad de Texas, un estado donde se celebrarán elecciones el 8 de noviembre. Abbott buscará reelegirse. Su rival es el candidato del Partido Demócrata, Beto O’Rourke. Ante esto conviene tener claro una serie de conceptos importantes: No es lo mismo el terrorismo que el narcotráfico, según los diversos organismos internacionales.


Además, el gobierno de EE. UU. ventajosamente se lava las manos de la gran pandemia del siglo XXI introduciendo la idea de que los carteles son los principales responsables cuando, se sabe que las farmacéuticas fueron las pioneras en introducir al mercado los opiáceos. ¿Y en donde estaba la DEA?


Por otra parte EE. UU. sigue siendo el mayor exportador de armas del mundo. Este país es responsable de casi un 39% de las ventas internacionales de armamento entre 2017 y 2021, frente al 32% entre 2012 y 2016. Lo que ha llevado a los tiroteos masivos que se han contabilizado 72 tan solo en ellos primeros dos meses del 2023, que han dejado 2.237 muertos, según el Archivo de Violencia por Armas (GVA, en inglés).Sin olvidar el operativo “Rápido y furioso”, operativo llevado a cabo por el gobierno estadounidense de 2009 a 2011, mediante el cual, se usó de pretexto conocer las redes de tráfico de armas de ese país a México, se solapó el tráfico de miles de armas que llegaron a manos de los carteles de la droga mexicanos. Armas que avivaron el fuego y la muerte en México.

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