Imágen: Prensa Latina
MsC. Inocente Castillo Alfonso, MsC. Enoelvis Vidiaux Cisnero y Gertie Ofelia Castillo Saez
Panorama Mundial 11 de noviembre 2024
Para el líder indiscutible de la Revolución cubana y para Martí no había abismos entre la acción y la necesidad de organizar la lucha contra el colonialismo y el imperialismo, por eso acrecentaron su afán en la preparación de la contienda sobre la base de los objetivos, que posibilitaran el triunfo de los procesos revolucionarios.
Se ha escogido el artículo: “El arte de pelear” del Tomo I de las Obras Completas de los textos martianos, porque en ellos se aprecia el inmenso ideario político-militar de su obra, y la infinita prolongación de su ideario, con su ejemplo en la acción de materializar su mensaje aunador para elevar la tenacidad combativa en los participantes de la guerra necesaria reiniciada el 24 de febrero de 1895.
Cuando se habla de la fuerza que tienen las ideas para engrandecer una ideología, no se puede dejar a un lado el caudal brindado por el pensamiento martiano. Ese que nutrió la estirpe del Comandante Fidel Castro Ruz, cuando en su alegato de la “Historia me absolverá” sentenciara que: “el autor intelectual del Asalto al Cuartel Moncada había sido José Martí.
En los actuales tiempos fundacionales, donde se agudizan las confrontaciones ideológicas y los conflictos entre las naciones más poderosas, para mantener su hegemonía global y garantizar el sometimiento de los países más pobres, se le da vital importancia a las actitudes dignas que asume la nación cubana.
Hoy cobra gran importancia las ideas de nuestro Héroe Nacional José Martí, cuando en el artículo “El arte de pelear” señala: “Se pelea cuando se dice la verdad… cuando se fuerza al enemigo, por el miedo del poder que ve venirse encima… cuando se organizan las fuerzas para la victoria… cuando se demora el pelear hasta que los ejércitos están en condición de aspirar a vencer… cuando se atraen los ánimos hostiles por la demostración de la unidad…cuando los que han estado limpiando las armas y aprendiendo el paso en los ejercicios parciales e invencibles”.
Es indiscutible la firmeza y claridad del pensamiento martiano que hoy cobra vida y alimenta la hoguera de las revoluciones gloriosas, que dignifican al hombre, ese que pelea de manera sistemática por la construcción de un mundo mejor.
Por eso siempre que uno intenta imaginar las ocupaciones y prioridades de un Jefe de estado en cualquiera nación, se tiene la clara certeza de tener que asumir responsabilidades, como la atención a los problemas económicos, sociales, políticos, ecológicos, culturales, étnicos y religiosos enfrentados por la humanidad.
Los que conocieron a Fidel y han profundizado en la historia de la Revolución cubana, lo definen como líder indiscutible del proceso nacional y de su gran sensibilidad por resolver los problemas que sacuden al mundo y agudizan la situación cubana.
De su posición ante la guerra y de la agresividad imperialista, que con su carrera armamentista amenazan la paz y el exterminio humano. Con las ideas de Martí se aprecia la tendencia optimista de la preparación de la guerra en la fe de la victoria.
Esa ideología nutrió a Fidel de su condición en aspirar siempre en el triunfo, pues se preocupó por la preparación de los revolucionarios que desarrollaron la guerra clandestina en las ciudades, del entrenamiento de los hombres asaltantes al Moncada, embrión del Movimiento 26 de julio, de la preparación combativa y táctica del Ejército Rebelde, hasta la extensión del movimiento de Liberación Nacional.
Como dijera Martí: “Se pelea cuando se atraen los ánimos hostiles por la demostración de la unidad”, idea bien aprendida por Fidel cuando se empeño en el factor unidad, para enfrentar la agresividad imperialista. Sin dejar de concebir la ideología y los saberes aportados por Marx, Engels, Lenin, Martí, Mella y el Che y muchos más que ofrendaron sus vidas en la pelea para sostener la verdad.
Para Martí, el equilibrio del mundo dependía también de nuestro equilibrio personal, de la coherencia entre pensamiento y acción, entre los principios y la práctica de la construcción de una sociedad más justa y humana.
Uno de los rasgos que definan la obra de pensamiento y acción de Fidel heredado de Martí fue su antiimperialismo, forma parte de su tradición intelectual, que ha forjado la lucha del pueblo cubano por su dignidad y soberanía. La tradición antiimperialista cubana no sería tal en los revolucionarios, del culto a la dignidad plena del hombre, la vocación de servicio y por la justicia como hoguera del mundo moral de la nación y que tan claramente propusiera Martí en “Arte de Pelear”.
De ahí que sea el antiimperialismo un factor clave en la unidad de pensamiento y acción de hombres como Martí y Fidel. Por eso existe una identificación política, un sentimiento, un valor que los coloca en el epicentro de la pelea descolonizadora, en ella van juntos como eternos hermanos Martí y Fidel.
Por eso trasciende al presente y al futuro “El arte de pelear”, obra crucial en la táctica y estrategia de cualquiera Revolución Social. El Apóstol de nuestra independencia asevera además en “El arte de pelear” que: “Se pierde una batalla con cada día que pasa en la inacción…cuando no se guía inmediatamente al ataque la fe que cuesta tanto levantar…cuando los ejércitos, a la hora de encontrarse, se entretienen en el camino, y llegan tarde, y con las fuerzas desmayadas al punto de concentración”.
A pesar de la inexperiencia combativa de Martí, la fuerza de su pensamiento en decir cómo debe estar manifestada la pericia de la lucha, de los objetivos e intereses por los cuales se pelea, de la preparación del revolucionario, de cómo la inacción empobrece y debilita las fuerzas que atesoran un fin.
Eso lo aprendió elocuentemente Fidel del pensamiento martiano, al lograrse numerosas victorias, como el triunfo de la Revolución cubana, la Campaña de Alfabetización que proclamó a Cuba primer territorio libre de analfabetismo en América, la primera derrota imperialista en las arenas de Playa Girón, la lucha contra bandidos, el enfrentamiento a la guerra económica de que somos víctimas.
No se ha dado ocasión ni brecha al enemigo al mantener el orden y la serenidad que haga posible seguir cosechando victorias en la arena nacional e internacional, además de mantener la dignidad y el prestigio del Estado cubano para enfrentar dignamente al bloqueo y a cualquier tipo de pelea que se nos proponga, porque a pesar de los pesares como dijera Silvio Rodríguez en su canción “Cuba va” En resumen, el estudio de la obra “El arte de pelear” de José Martí contribuyó a la formación de la estirpe revolucionaria de Fidel.
El uso de los referentes expuestos por Martí en su obra y pensamiento son necesarios para cualquier Revolución social al evocar cuando se gana y se pierde una pelea.
BIBLIOGRAFÍA:
• Martí Pérez José. “El arte de pelear” Obras Completas Tomo I pág. 140-141. Editorial Ciencias Sociales, La Habana. 1985.
• Vitier Cintio. Cuaderno Martiano de la Universidad. “Pensamiento político”. pág. 145. Editorial Pueblo y Educación. La Habana. 1990.
• Anotaciones de diferentes intervenciones en la II Conferencia Internacional “Por el equilibrio del mundo”, en el Palacio de Convenciones 2014
• Profesores de Ciencias Sociales de la Academia Interarmas Antonio Maceo
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