Adrián Juárez
Dicen que Estados Unidos ya es una República Bananera, suena cómico pero el asunto es más grave. Un ataque armado suspendió la sesión en la que ambas cámaras iban a declarar presidente electo. Trump intentó un golpe de Estado pero no lo apoyó ni su vicepresidente Mike Pence. El sistema muestra grandes rupturas y fracturas, y la clase dominante está dividida, pero se unen cuando se trata de reprimir al pueblo. Es patético como blindaron el capitolio contra los manifestantes de Black Live Matters, mientras que los trumpistas entraron sin problemas e impiden la sesión constitucional. Está claro que todo estaba planeado.
El problema de fondo es cómo se seleccionan y se eligen los candidatos y el que las elecciones son mediáticas y de dinero, solo por eso un loco como Trump puede llegar al poder. El asalto al capitolio exhibe a un sistema político y electoral, antidemocrático y antipopular. Y la exigencia de la renovación democrática y una nueva constitución.
El 6 de enero había toque de queda desde las 18 hrs en Washington y ya hay congresistas que apelan a la Enmienda 25 que transfiere el poder al vicepresidente si el mandatario no puede hacer su trabajo, al culpar al presidente Donal Trump de incitar a los manifestantes que entraron violentamente al edificio del Capitolio. Una reunión que siempre es de rutina y burocrática, se convirtió en un ataque que rompió un procedimiento constitucional.
En términos formales el partido demócrata tiene el control del senado con el triunfo en Georgia del pastor bautista Raphael Warnock y el documentalista Jon Ossoff para el senado. Ahora tendrán la presidencia y ambas cámaras, pero el proceso constitucional en EU está en crisis. Hace años existe una guerra civil soterrada y ahora se acerca el peligro de que se agudicen más las contradicciones. Las hay al interior de fuerzas militares, estados, partidos, también existen rupturas internas entre fuerzas armadas de la policía y el ejército.
A Trump, la cúpula política lo dejó solo, pero tuvo 74 millones de votantes. Hay descontento generalizado. Contra ambos partidos. Necesidades no satisfechas de la población. Según informan varios medios estadounidenses, fue el 'número dos' quien forzó el cambio y no Trump, como en un principio declaró la Casa Blanca.
El vicepresidente Pence ordenó desplegar a la Guardia Nacional según el Secretario de Defensa Chris Miller, quien lo ha confirmado. Es impactante que movilizaron fuerzas de la guardia nacional de Virginia y Maryland y no de Washington.
El capitolio había sido tomado en 1814 por los colonialistas ingleses en la guerra de 1812, cuando incendiaron Washington. Luego en 1954 patriotas de Puerto Rico asaltaron el capitolio, eran una mujer y tres nacionalistas. Fueron apresados y les dieron 25 años de cárcel. Lo hicieron como forma de llamar la atención y demandar la independencia de Puerto Rico que sufría una situación colonial. Lolita Lebrón fue detenida y cumplió 25 años en prisión, hasta ser liberada por un indulto del presidente Jimmy Carter. También Rafael Cancel Miranda, Irving Flores y Andrés Figueroa fueron condenados a largos años de cárcel. Al irrumpir en el Congreso Lolita gritó: «¡Yo no vine a matar a nadie, yo vine a morir por Puerto Rico!».
En esta ocasión, es la primera vez que estadunidenses asaltan el Congreso, fueron incitados por Trump quien convocó a las manifestaciones, presionó a Mike Pence y tardó horas en pedir:” ya se pueden ir a casa”. Luego que su intento de conseguir aliados para consumar el Golpe de Estado fracasó.
El sistema político y electoral de EU es obsoleto y solo sirve a las grandes corporaciones y claro que existen fraudes como el que le hicieron a Bernie Sanders. De modo que hace falta una nueva constitución y una renovación democrática. Hoy queda más claro que nunca.
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