La gente de EU empeñada en decidir lo que es la justicia.
TML Monthly núm. 7. marzo 8 2021
La masiva presencia militar en Washington, DC, para la toma de posesión de Joe Biden como presidente de los Estados Unidos, así como el aumento de la financiación para la policía y el despliegue de la Guardia Nacional en varias ciudades estadounidenses, no ha impedido de ninguna manera que la gente hable en su propio nombre para elevar sus demandas de afirmación de sus derechos. Desde la toma de posesión de Biden, activistas, organizaciones de defensa y comunidades han estado organizando muchas acciones, rechazando así la premisa de que sus derechos serán garantizados por la Administración Biden y la vicepresidenta Kamala Harris, cuyo legado como fiscal simplemente busca conciliar al pueblo con el gobierno de sus opresores. Persisten en plantear los asuntos a los que se enfrentan todos los días: la seguridad contra el virus COVID-19, los efectos devastadores de la ofensiva contra el pago social a la economía, la dignidad de los migrantes y todos los trabajadores esenciales, el derecho a la vivienda para todos, la demanda de detener la destrucción de la Madre Tierra y la exigencia de poner fin a la brutalidad e impunidad policial, y poner fin a la discriminación racial organizada e inspirada por el Estado y las acciones racistas.
A medida que se acerca el juicio de Derek Chauvin - uno de los ex policías acusados de la muerte de George Floyd el 25 de mayo de 2020 -, el primer aniversario del asesinato de Ahmaud Arbery en Georgia estuvo marcado por vigilias y protestas en todo el país. Arbery fue perseguido y asesinado mientras corría el 23 de febrero de 2020 por un oficial de policía recientemente retirado y su hijo en un acto de perfil racial y vigilancia. Sus asesinos tardaron 74 días en ser arrestados.
La ciudad de Rochester, Nueva York, también volvió a levantarse el 23 de febrero, tras el anuncio de que no se presentaron cargos contra la policía involucrada en el arresto de Daniel Prude. Hace casi un año, el 23 de marzo de 2020, la policía de Rochester respondió a una llamada de socorro con respecto a Daniel. Procedieron a su detención, le colocaron una "capucha" en la cabeza y lo sujetaron en el suelo. Dejó de respirar durante el arresto y murió en el hospital una semana después.
También en Rochester, el 1 de febrero, se llevaron a cabo protestas inmediatamente después de la publicación de imágenes de cámaras corporales del 29 de enero de una niña de nueve años esposada, forzada a un crucero de la policía y rociada con pimienta. Se informó que la llamada al 911 fue realizada por "problemas familiares" y que se dijo que la niña era suicida. La Iniciativa de Justicia Comunitaria llamó inmediatamente a una protesta a las 15.30 horas del mismo día.
Las manifestaciones contra el racismo y la brutalidad policial y la impunidad han continuado sin dejarse hacer. New York City Protest Updates informó el 21 de enero que se presentó una histórica demanda colectiva contra el Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) y todas las autoridades de la ciudad de Nueva York por abuso violento y violaciones sistemáticas de la Primera Enmienda presenciadas el año pasado contra los manifestantes de Black Lives Matter. La demanda busca agregar a una presentada contra el NYPD en enero por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, al buscar tanto medidas cautelares como daños colectivos.
Las acciones en apoyo de los trabajadores e inmigrantes, migrantes y contra las detenciones y deportaciones, con llamados a cerrar el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus inglés), continúan recluidos en muchas ciudades. El 5 de febrero, se llevaron a cabo acciones en El Paso, Texas, protestando contra el muro fronterizo. La ciudad de Nueva York ha estado llevando a cabo muchas acciones exigiendo dignidad para los trabajadores inmigrantes esenciales. El 1 de marzo se produjo una protesta en la Embajada de Haití en Washington, DC, exigiendo el fin de las deportaciones y la injerencia estadounidense en Haití.
Las acciones se llevan a cabo el primero de cada mes para exigir un alto a los desahucios, y el alivio o cancelación del alquiler a medida que aumenta la falta de vivienda a raíz de cómo se ha gestionado la pandemia COVID-19 y las nefastas consecuencias de la ofensiva antisocial. Los campamentos de personas sin hogar siguen siendo protegidos por activistas y la comunidad mientras la policía y los municipios intentan desalojarlos y arrasarlos. Más de 300 comidas fueron distribuidas a personas que experimentan desamparo en Abolition Park, en la ciudad de Nueva York.
Las demandas de un cambio en la dirección de la economía se están presentando en muchas formas. Se han llevado a cabo acciones en todo el país para apoyar a los trabajadores de Amazon en Alabama que luchan por el derecho a sindicalizarse. Muchas comunidades están exigiendo un salario mínimo de $15 y dignidad para los trabajadores de alimentos esenciales. El 1 de febrero se celebró una protesta en Wall Street para exigir que los ricos fueran gravados. El 10 de febrero, taxistas bloquearon el puente de Brooklyn exigiendo medidas de alivio para la deuda en las matrículas de taxi (medallones).
Las acciones para bloquear el oleoducto Enbridge Line 3 incluyeron protestas en las ubicaciones de Chase Bank pidiendo que detuviera el préstamo de $2,2 mil millones para el proyecto. Los protectores del agua han detenido repetidamente la producción ocupando obras de construcción o encadenándose a equipos. El 3 de marzo de 1991, el oleoducto original de la Línea 3 de Enbridge tuvo el mayor derrame de petróleo interior en América del Norte: 1,7 millones de galones de arenas de alquitrán contaminaron el río Prairie, un afluente del río Misisipi. Para conmemorar esa tragedia y continuar su resistencia a la nueva Línea 3, los protectores del agua se reunieron cerca del lugar del derrame.
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