Laura Poy Solano La Jornada 26 de octubre 2022
Estudiantes de la escuela normal rural Carmen Serdán, de Puebla, bloquean el Eje Central Lázaro Cárdenas esquina con avenida Juárez, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, durante una manifestación en defensa de ese sistema educativo. Foto Guillermo Sologuren
Alumnos de escuelas normales rurales del país, agrupados en la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), marcharon en la Ciudad de México para exigir que cesen los ataques contra el normalismo rural y se respeten sus cinco ejes de organización.
Demandaron justicia por la muerte de Beatriz Rojas, alumna de cuarto año de la escuela normal rural Licenciado Benito Juárez de Panotla, Tlaxcala, quien falleció el pasado domingo tras sufrir lesiones que le causaron muerte cerebral, luego de un embate de policías de esa entidad.
Alumnos de las normales de Aguilera, Durango, y Amilcingo, Morelos, señalaron: “No podemos aceptar que sean los mismos gobiernos federal y estatales quienes en forma sistemática ataquen a los normalistas rurales. No pedimos ningún privilegio, sólo que se nos garantice el derecho a la educación, a aspirar a una vida mejor”.
En una larga jornada que se inició la mañana de ayer con una movilización en las inmediaciones del Palacio Nacional, donde demandaron diálogo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, insistieron en que “si el gobierno no cesa en atacar y querer desaparecer el normalismo rural, nosotros tampoco nos vamos a cansar de resistir”.
Poco después del mediodía, en su recorrido desde el Ángel de la Independencia a la Plaza de la Constitución, alumnos de las normales rurales de Tiripetío, Michoacán; Tenería, estado de México; San Marcos, Zacatecas; Cañada Honda, Aguascalientes; Atequiza, Jalisco; Cherán, Michoacán, y Mactumactzá, Chiapas, advirtieron: “Sabiendo las carencias que enfrentan nuestras escuelas y la pobreza de nuestras familias, no podemos aceptar que se nos quiere seguir tratando como a vándalos. Exigimos que nos den un trato digno”.
Un estudiante de Aguilera, Durango, hijo de padres que son maestros rurales, narró: “Sé por mis papás con qué dificultades se lucha en la sierra de Canelas, donde hay tanta pobreza que nadie quiera ir a enseñar a los niños. Para mí es un orgullo decir que seré maestro rural. No soy ningún delincuente ni un violento, sólo que sé luchar por mis derechos”.
Alumnas de la escuela normal rural General Emiliano Zapata, de Amilcingo, Morelos, señalaron que, como ha sucedido desde la creación de la FECSM, en 1936, “se nos criminaliza, se nos califica de vándalos cuando sólo queremos que nos dejen estudiar y que nos permitan ir a trabajar como educadores a las comunidades más pobres del país”.
Tras realizar un mitin en la Plaza de la Constitución, donde denunciaron que luego de las movilizaciones alumnas de Panotla y Teteles tienen suspendido su derecho a hacer observaciones y prácticas profesionales, así como el acceso a recursos para la compra de víveres, agua y gas, insistieron en que “mientras el gobierno no respete nuestras escuelas y nuestros cinco ejes formativos (académico, político-cultural, deportivo y de producción) vamos a seguir en las calles”.
Por la tarde, un contingente de normalistas de Teteles, Puebla, bloqueó avenida Juárez y Eje Central Lázaro Cárdenas por más de cuatro horas para exigir la instalación inmediata de una mesa de diálogo con la secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez, y con el gobernador Miguel Barbosa. Las normalistas también desconocieron como interlocutor a Mario Chávez, titular de la Dirección General de Educación Superior para el Magisterio, pues “pretende presionarnos para que aceptemos cuerpos directivos a modo y permitamos la desaparición de nuestros cinco ejes formativos”.
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