Por itzcuauhtli Paz
El campo mexicano se ubica entre las 12 economías con mayor producción agrícola en el mundo, emplea a 5.5 millones de habitantes generando $514,000 millones al año en productos agrícolas, según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera. En 2020, con 40 millones 314 mil 538 toneladas de al menos 59 frutos y 57 tipos de hortalizas permitieron a México ser el quinto productor mundial (con el 2.5% de la demanda). De las 32 entidades federativas son los 13 estados que concentran la mayor actividad agrícola del país destacando Michoacán (aguacate y zarzamora), Sinaloa (maíz y jitomate), Jalisco (maíz y agave), Chiapas (maíz y pastos), Sonora (trigo de grano y uva), Veracruz, México, Guanajuato, Tamaulipas, Ciudad de México, Zacatecas, Oaxaca y Baja California. La producción de estas entidades aporta al PIB del sector primario $226,517,293.10 de pesos y emplea a 2,342,241 de sus habitantes y la edad promedio de la población que trabaja en este sector es de 50 años.
Gran parte de las tierras mexicanas aún son productivas, tanto que en el 2020 se exportaron una gran cantidad de productos agroalimentarios como el aguacate ( por 3 104 millones de dólares), berries (por 2 615 millones de dólares), jitomate (por 1 980 millones de dólares), brócoli y coliflor ( por 1 113 millones de dólares), nuez ( por 806 millones de dólares), pepino (por 566 millones de dólares), limón (por 553 millones de dólares), espárrago (por 433 millones de dólares) y mango por (422 millones de dólares). Los productos que se exportan son realmente representativos para el PIB y aunque el costo de los aranceles se mantiene constantes el costo de la comercialización interna de estos productos en el país varia significativamente llevando el costo del kilo del aguacate a más de 100 pesos y no solo el país exporta productos también importa productos como los ajos ( por 39 558 miles de dólares), papas (por 30 015 miles de dólares), lechugas (por 14 792 miles de dólares), espinacas (por 13 219 miles de dólares), zanahorias y nabos (por 5 506 miles de dólares), chicharos (por 5 259 miles de dólares), frijoles (por 602 miles de dólares) y no solo estos el maíz es uno de los granos que más se consume y no se produce es suficiente en el 2021 se importaron 17.5 millones de toneladas entre maíz blanco y amarillo, del maíz amarillo se importó el 73% del cual el 92% es proveniente de Estados Unidos, es importante desarrollar una estrategia agroalimentaria que pueda abastecer los alimentos que se consumen en el país y reducir las importaciones haciendo de México un país soberano.
En la actualidad la producción del campo mexicano depende entre otros factores de la utilización de fertilizantes, algunas de las prácticas actuales como los monocultivos, mala aplicación de fertilizantes, cambio de uso de suelo, pastoreo, deforestación, falta de aplicación de abonos, ha generado que los suelos agrícolas se encuentren erosionados, compactados y carentes de nutrientes.
Las plantas requieren en mayor cantidad de tres importantes macronutrientes nitrógeno (N), fosforo (P) y potasio (K) además de algunos micronutrientes como el cobre (Cu), boro (B), fierro (f) manganeso (Mn), zinc (Zn) por mencionar algunos. Los fertilizantes que sirven directamente para la planta que es quien absorbe los nutrientes más no favorecen a tener un suelo fértil sino que generan un suelo pobre que almacena hasta el 70 % de los nutrientes que no logra absorber la planta y estos suelo al ser regados los fertilizantes se lixivian hasta llegar a los mantos freáticos causando contaminación del agua, los fertilizantes nitrogenados al humedecerse y tener contacto con el sol liberan óxido nitroso que es el único óxido de nitrógeno (NOx) que actúa como gas de efecto invernadero. El óxido nitroso tendrá en un siglo un efecto de calentamiento global aproximadamente 300 veces superior al del dióxido de carbono.
A nivel mundial los fertilizantes que más se utilizan son el nitrogenados (57%), fosforados (25%) y potásicos (18%), hace 50 años los porcentajes eran diferentes el nitrogenados (37%9, fosforados ( 35%) y potásicos (28%), esta variación nos indica que los nutrientes en el suelo se encuentran en condiciones muy variables, el nitrógeno contribuye al desarrollo de la parte verde de las plantas por lo que es de suma importancia que este nutriente se encuentre disponible para los vegetales, en el aire se encuentra un 78% de nitrógeno (atmosférico) pero para que este sea integrado al suelo es necesario que las bacterias nitrificantes del suelo lo transformen en nitrógeno disponible para las plantas, estas bacterias son entonces indispensables pero no están presentes en los fertilizantes nitrogenados por lo que estos suelos tendrán dependencia de fertilizantes, efecto que no ocurriría si se favoreciera al suelo con la aplicación de bacterias nitrificantes presentes por ejemplo en abonos como la lombricomposta.
En la actualidad México no produce ni la mitad de los fertilizantes que se requieren para el campo agrícola, tan solo en el En el primer semestre de 2022, México ha comprado al extranjero productos agroalimentarios por la suma de 21 mil 198 millones de dólares, además el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos anunció que México importará alrededor de 2 millones 600 mil toneladas de sulfato de amonio durante este año, lo que representa 50 por ciento de las necesidades del insumo para la agricultura nacional, en lo que va del año se han importado 500 mil toneladas de sulfato de amonio.
El consumo de productos de campo es indispensable para una alimentación saludable y un programa de recuperación de suelo tarda años, por lo que de manera inmediata para que se puedan tener rendimientos de producción que puedan abastecer a los mexicanos se requiere de fertilizantes mimos que deberían producirse en el país, FERTIMEX empresa que produce fertilizantes antes de su privatización en el gobierno de Carlos Salinas, tenía 64 plantas productoras y producía más de 3 millones de fertilizantes, la privatización no es la salida, es necesario que México produzca sus propios alimentos y sus propios insumos para el campo y no depender de países líderes en importación de fertilizantes como Rusia, China, Estados Unidos que si suben los costos de los fertilizantes suben los costos entonces de los productos del campo, aunado a que el gobierno también genere estrategias de recuperación del suelo agrícola con la incorporación de abonos que además de hacer disponibles los nutrientes para las plantas puedan nutrir al suelo.
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