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Exportaciones y remesas.

Leona Guerrero

La economía capitalista mundial en general, se rige por una economía de mercado, una economía abierta en donde las principales variables son el tipo de cambio, el tipo de interés, la inversión extranjera directa o de cartera, la balanza comercial, entre otras. En realidad, las consecuencias de la economía abierta hacen que dependamos del Banco Central y se permita la inversión de grandes corporaciones que solo explotan a los trabajadores, así como, a los recursos naturales por grandes corporaciones, sin ninguna responsabilidad de por medio y causando grandes daños.


Lo que promete este modelo clásico es, crecimiento, generación de empleo, inversiones extranjeras directas, exportaciones de manufactura y agro alimentos, elevación de productividad y modernización de la infraestructura etc.

Los gobiernos anteriores aseguraban que eso sucede a lo largo y ancho del país, pero las cifras dicen otra cosa y es que el desarrollo y el bienestar no se ha dejado ver. Al contrario, el número de mexicanos que salen de sus tierras a buscar mejores oportunidades va en aumento, en comparación entre 2010 y 2020 la personas que emigraron del país fueron 19 747 511 en 2010, mientras que en 2020 habían emigrado en total 21 611 963 mexicanos. Es decir, hubo un incremento de 1, 864,452 que abandonaron su lugar de origen temporal o definitivamente.

Por otro lado, es importante mencionar que uno de los pilares de la economía mexicana son las remesas, y las exportaciones. El reporte más reciente documenta que en 2020 –año catastrófico a escala mundial, en lo económico, social y sanitario– los paisanos inyectaron a la economía mexicana (y a la de sus respectivas familias, desde luego) más de 40 mil 500 millones de dólares (algo así como 810 mil millones de pesos), un monto casi tres veces mayor al que México obtuvo, en igual año, por exportación petrolera.

De este mismo modo, otro de los pilares que se espera soporte la crisis, son las exportaciones, en especial las no petroleras; en la que existe una dependencia implicada en que más del 80% de nuestras exportaciones sean al vecino del norte, resulta natural que la situación económica de EU resulte un buen pronóstico para los mercados e industrias “mexicanas”, que hay que hacer notar que en gran medida son producidas en las maquiladoras extranjeras en México, con beneficio a las corporaciones, principalmente norteamericanas. Podemos entonces constatar que nuestra economía depende del exterior en lugar de apoyarse en el mercado interno, el trabajo en México y el desarrollo sustentable.

De esta forma la economía mexicana se pone en manos de Estados Unidos y lo único que podemos observar es una dependencia económica, política y social con el país vecino. Hoy más que nunca hemos de luchar por la soberanía económica de nuestro país.

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