Valentina Galeana
Nació en Monterrey, Nuevo León el 18 de octubre de 1765 y murió en la Ciudad de México el 3 de diciembre de 1827. Fue un ex fraile dominico, sacerdote liberal y escritor de numerosos tratados sobre filosofía política en el contexto de la independencia. A la edad de 16 años ingresó a la orden de predicadores (dominicos) en la ciudad de México dónde se ordenó sacerdote a sus 27 años, se doctoró en teología por la real y pontificia universidad de México.
Fray Servando Teresa de Mier dio un sermón dónde pretendía demostrar que el culto guadalupano era prehispánico, igual el cristianismo y no había motivos para agradecer a España puesto que el imperio azteca ya era cristiano antes de 1519, dicho sermón lo llevo a diez años de exilio en el convento dominico de las caldas actual Cantabria España. El arzobispo Alonso Núñez de Haro lo acusó de herejía y blasfemia, ante el Santo oficio se le excomulgó.
Se promulgó un edicto de condena pública que fue leída en toda la nueva España, en Nuevo León no se difundió dicho edicto porque el arzobispo era amigo suyo, pasó dos meses en la fortaleza de San Juan de Ulúa, el 7 de junio de 1795 embarcó en Veracruz rumbo a Cádiz, Fray Servando intentó apelar su condena porque tanto los cargos y los procedimientos fueron ilegales sentenciado sin previo juicio, además se le prohibió el ejercicio de la enseñanza, la anunciación de sermones, la realización de confecciones y fue despojado de su grado de doctor.
Escapó del convento de caldas rompiendo los barrotes con martillo y cincel, pero fue capturado y nuevamente encarcelado en el convento de San Francisco en Burgos y presentó su caso al consejo de indias y su tesis de sermón fue revisada por teólogos de la inquisición y determinaron que no hubo blasfemia ni herejía pero la influencia de Núñez de Haro impidieron su absolución , en 1801 se escapa y se refugia en Bayona Francia y después a Burdeos, termina en París trabajando como intérprete de José Sarea Conde de Gijón, también con Simón Rodríguez profesor de Simón Bolívar abrió una academia para la enseñanza de la lengua española, en esa misma ciudad de conoció a Lucas Alamán en aquel tiempo estudiante, futuro político fundador del partido conservador mexicano, en Madrid fue preso nuevamente por apoyar la causa independentista mexicana, lo mandaron a Sevilla y escapó en 1804 nuevamente fue apresado y purgó una pena de tres años, en plena guerra entre Francia y España.
Teresa de Mier se encontraba en Lisboa y se presentó a numerosas batallas entre otras la batalla de Alcañiz. Asistió algunas sesiones de las cortes de Cádiz y después se traslada a Londres y colabora en un periódico que apoyaba los movimientos independientes en los dominios españoles en América, Servando Teresa de Mier se encontraba en Cádiz para la celebración de las cortes constituyentes en ella se encontraba Lucas Alamán con quién ya había una amistad que después sería su rival político, otro miembro de la diputación Americana era Miguel Ramos Arizpe ambos con ideología liberal y serían rivales políticos de Alamán en los primeros congresos constituyentes Mexicanos.
Mier fue invitado por Iturrigaray para radicar en Londres y el antiguo virrey le encarga una obra histórica sobre la revolución en la nueva España, en Londres conoce al revolucionario Español Javier Mina y lo acompaña a Nueva York y Filadelfia y fracasa en su intento por avisarle a Guadalupe Victoria de la llegada de la expedición el 13 de junio de 1817, por lo que, fue preso nuevamente en esta ocasión por los realistas y enviado a San Carlos de Perote y después a la cárcel de la inquisición de la ciudad de México, donde escribió parte de sus memorias.
En 1820 se traslada a la Habana y en febrero de 1822 volvió a México, pero fue hecho prisionero bajo el control de los españoles, posteriormente fue diputado al primer congreso mexicano por el estado de Nuevo León, el 13 de diciembre de 1823 pronunció su famoso discurso de las profecías y se manifestaba a favor de una república federal moderada; “cada país es y ha sido una federación diferente por lo tanto existe más de una forma de federarse”. El verdadero reto para su gobierno sería decidir cuál es la federación conveniente para México.
Cerca de su muerte invitó a sus amigos a una fiesta donde pronunció un discurso sobre su vida y opiniones, a los pocos días falleció, y fue enterrado con honores en la cripta del antiguo convento de Santo Domingo de la Ciudad de México.
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