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FRIDA EN LUCHA SIEMPRE (2 de 2)

Pablo Moctezuma Barragán


Así creció y se formó Frida, desarrollando su conciencia y su compromiso con la lucha por justicia, la paz y en contra del imperialismo norteamericano. El haber vivido en EU la ayudó a reafirmar más sus convicciones y a querer aún más a México y a su pueblo. Al mismo tiempo siempre estuvo abierta a las ideas provenientes de todo el mundo y al ejemplo de luchas internacionales.


En 1935, Frida sufría los continuos amoríos de Diego su marido, en esa época hubo un escandaloso feminicidio, el macho asesino declaró. “Solo le di unos cuantos piqueticos”. Entonces ella usa esa frase y la imagen del feminicidio y realiza una pintura en el que la víctima se parece a ella misma y el asesino a Diego. Todo el cuadro estaba salpicado de sangre, así representaba el sufrimiento que le causaba su situación conyugal.


En 1936 Frida y Diego gestionaron con Lázaro Cárdenas el asilo en México de León Trotsky, ellos conocían bien la política de Cárdenas de dar asilo a los extranjeros perseguidos en México y la gestión fue exitosa. Ella acudió a recibir a Trotsky al puerto de Tampico era un 9 de enero de 1937 y lo acompañó todo el trayecto en tren hasta la Estación de Lechería en la Ciudad de México.


Entonces lo invitó a vivir en su casa de Coyoacán, en la Casa Azul, y durante seis meses tuvieron trato cercano y se habla incluso de un flirteo entre ellos, pero luego se distanciaron. Rivera participaba con Trotsky en su revista Clave y se había adherido a la Liga Comunista Internacional. En el otoño de 1938 Diego se alejó de la revista, de la IV Internacional y de Trotsky, por diferencias que surgieron entre ellos.


Ante la Guerra Antifascista Mundial inminente Frida y Diego se fueron acercando a la URSS. Era evidente que Hitler pensaba atacar primero a la URSS, esto era visible dada la política conciliadora de Francia e Inglaterra conocida como “la detente” y se hizo evidente el 30 de septiembre de 1938 cuando la Alemania Nazi firma el Acuerdo de Múnich con los británicos y franceses que dio Sudetenland de Checoslovaquia a Alemania y a los Hitlerianos les da la luz verde para apoderarse de Checoslovaquia, invadir Polonia y desatar los crímenes de guerra y las atrocidades que llevaron a cabo contra los pueblos de Europa durante la Segunda Guerra Mundial.


En 1938 tanto antes como después de la ocupación de Austria por parte de Hitler en marzo, la Unión Soviética insistentemente, como lo había hecho en años anteriores, hizo muchos esfuerzos para persuadir a Gran Bretaña y Francia para mantener la asistencia mutua colectiva y, en particular, para llevar a cabo su compromiso de defender Checoslovaquia contra la agresión. La Unión Soviética estaba dispuesta a unir fuerzas con Francia para defender Checoslovaquia


Pero todos los esfuerzos de la Unión Soviética para construir la seguridad colectiva fueron rechazados por los británicos, franceses y estadounidenses. Los británicos y los franceses se negaron a firmar cualquier pacto de asistencia mutua colectiva con la Unión Soviética porque sus gobernantes todavía esperaban que primero Alemania atacara y destruyera la Unión Soviética. Un último esfuerzo de la Unión Soviética en abril de 1939 fue rechazado de nuevo, a pesar de que las encuestas en ambos países mostraron un enorme apoyo popular para ella.


En esos momentos Diego y Frida consideraron importante defender a la URSS y no atacarla. Las contradicciones se agudizaban entre la pareja y Trotsky quien calificó a Rivera de «infantil en la política» y lo ridiculizó por su «ambigüedad política», También en el ámbito de la política doméstica hubo diferencias pues Diego Rivera apoyó a Francisco J Múgica para la presidencia de México y Trotski no quiso hacerlo argumentando que no tenía un programa obrero. La distancia entre ellos se agrandó y ante las crecientes contradicciones, los exiliados rusos se fueron de la Casa Azul en marzo de 1939 para ir a radicar ahí cerca en la calle Viena.


Al pactar Francia e Inglaterra el acuerdo de Munich y ante el inminente ataque a la URSS, se dieron las circunstancias que llevaron a la firma del Pacto de No Agresión soviético-alemán, el 23 de agosto de 1939 con el fin para ganar tiempo y preparar a la URSS a derrotar a Hitler. Trotsky atacó el Pacto, lo calificó como una traición mientras que por otro lado los comunistas lo defendieron. Las relaciones de Frida y Diego con él ya estaban rotas.


Iniciando el año 1939 Frida viaja sola a París, donde permanece del 21 de enero al 23 de marzo, ahí pinta “El Corazón”. Fue invitada a ese país europeo por André Breton. Ella seguía pintando, creó “Las dos Fridas” donde retrata su contradicción íntima, su ser lleno de contradicciones que en esa época se agudizaban.


El 8 de marzo de 1939 Breton “el papá del surrealismo” exhibe en París en la Galerie Renou et Colle 18 pinturas al óleo, autoría de Frida, además de presentar fotos de Manuel Álvarez Bravo, piezas prehispánicas y artesanía popular. André Breton, intentó convencer a la artista de que su pintura era «surrealista», pero Kahlo negó ser surrealista, porque ella – decía - solo pintaba su propia vida.


Una de las obras de esta exposición “Autorretrato-El marco”, que actualmente se encuentra en el Centro Pompidous se convirtió en el primer cuadro de un artista mexicano adquirido por el Museo del Louvre. Hasta entonces, Frida Kahlo había pintado solo privadamente, ella no creía que su obra pudiese ser de interés general, pero ante su sorpresa empezó a gozar de la admiración de intelectuales y artistas como Pablo Picasso, Vasili Kandinski, André Breton o Marcel Duchamp.


En esos meses convulsos, en los que avanzaba el nazi-fascismo en Europa, Frida sufrió mucho por la derrota de los republicanos en España y el triunfo del siniestro Francisco Franco apoyado por Hitler y Mussolinni. Fue un golpe demoledor, pero Frida no se quedó con los brazos cruzados.


En Paris, luego de la caída de Barcelona en manos de los fascistas el 26 de enero, Frida movió cielo y tierra para ayudar a los refugiados españoles que llegaban a Francia y acababan en campos de concentración. Participa la mexicana en la Commission Internationale d’Aide aux Réfugiés Espagnols, y se mueve para pedir apoyo para los españoles al presidente Lázaro Cárdenas, que simpatizaba con la causa. También se dedicó a juntar fondos para los emigrados españoles y se hace amiga del diputado francés Gaston Bergery para que la ayudara a emitir 400 pasaportes, destinados a trasladar refugiados a México, pero el proyecto no llegó a buen término.


De Francia viaja a Nueva York sin su esposo Diego. En esos meses tomó la determinación de terminar con esa relación que le hacía daño y apenas regresó a México el 6 de noviembre de 1939 Frida, cansada de sus constantes infidelidades se divorció de su pareja.



Luego un acontecimiento sombrío envolvió a Frida, y la conmocionó cuando el 20 de agosto de 1940, Ramón Mercader, un agente encubierto mató a Trotsky con un picahielo. Resulta que Kahlo había tenido un encuentro en París con él un año antes, por lo que fue detenida. También lo fue antes cuando el ataque a casa de Trotsky en la madrugada del 24 de mayo de 1940 en Coyoacán también fue detenida e interrogada por sospechas de ser cómplice. La mexicana fue liberada al día siguiente, porque las acusaciones eran completamente falsas.


En 1940 pinta al óleo su “autorretrato con collar de espinas” uno de los autorretratos más famosos de la artista mexicana quien se pinta a sí misma de frente para realzar su presencia. La artista pintó esta obra durante la época de crisis de su matrimonio con el muralista mexicano Diego Rivera. La obra de Frida Kahlo destaca por mostrar el dolor y la soledad que la asolaban a causa de sus continuos problemas físicos debido a enfermedades. Pero también era un canto a la resistencia y a la vida.


En septiembre de 1940 viajó a San Francisco, donde estaba Diego. Frida había quedado muy lastimada por todo el asunto de Trotsky y su salud estaba quebrada, fue a EU donde iba a realizarse una cirugía. En el hospital donde estaba internada Diego la iba a ver y le pidió que se volvieran a casar otra vez, ella aceptó la propuesta de su exmarido, tenía una idolatría por él, así que en noviembre Diego y ella se volvieron a unir en matrimonio.


Debido a complicaciones de salud, Frida fue internada en el Hospital Inglés en 1950 hasta 1951. Vivía sus últimos años y su compromiso político se intensificó, amaba su pueblo, su cultura, defendía su identidad. Su gusto por el arte popular mexicano de raíces indígenas era enorme. Ella impulsó una corriente nacionalista que ha dado frutos desde entonces hasta los días que corren.


Sus últimos diez años de vida fueron muy difíciles, adelgazó increíblemente y la sometían a dietas de engorda en 1945 pintó “Sin esperanza” al revés del lienzo escribió cansada de comer a fuerzas: “A mí ya no me queda ni la menor esperanza... todo se mueve al compás de lo que dicta la panza…”.


Estuvo en la cama sus últimos años. Usó 28 corsés de yeso y hasta metálicos. Pero postrada seguía defendiendo al socialismo, combatiendo al imperialismo, trabajando en sus pinturas, amando la vida, la lucha de los pueblos, la comunidad. Enamorada de la naturaleza, los animales, las flores, el profundo sentir popular.


En 1953 sufrió una gran desgracia pues le amputaron su pierna izquierda. En esa época Lola Álvarez Bravo le organizó una gran exposición. Asistió muchísima gente y ante la sorpresa de todas y todos Frida llegó en una ambulancia en su cama, misma que colocaron en el recinto y así Frida estuvo en su única exposición en México compartiendo con todas y todos.


El 18 de junio Estados Unidos a través de la CIA da un golpe de Estado en Guatemala, derribando al presidente Jacobo Arbenz, quien se había atrevido a realizar una necesaria Reforma Agraria que afectó a la United Fruits Co. Esto indignó a Frida que tenía entre sus alumnos favoritos a Rina Razo que era guatemalteca y a Arturo García Bustos que la tenían al tanto de la situación. El 2 de julio se realizó una manifestación en apoyo a Guatemala y contra el Imperialismo Yanqui y su títere guatemalteco el coronel Carlos Castillo Armas.


Frida estaba ya muy enferma pero asistió en silla de ruedas acompañada por Diego, O´Gorman y se encontraron ahí con amigos, en esa manifestación estaban el joven Carlos Monsiváis y Luis Prieto quien narra que en un momento dado por irse a platicar la dejaron sola en el camión del sonido, que por cierto no habían pagado y luego cuando terminó el acto y le fueron a cobrar a Frida, ella agarró el micrófono y a grito pelado le llamó a los suyos: ¡Hijos de la chingada, vengan a pagar el sonido, ya ni chingan!


Así que hasta los últimos días de su vida Frida iba contra la corriente. Una de sus últimas obras fue “naturaleza muerta” donde pintó al óleo unas sandias con una frase contundente: ¡Viva la vida!


A Frida aún tan enferma no le temía ir contra la corriente y le enojaba ver cómo la prensa reaccionaria armaba un gran escándalo por el hecho de que el presidente Arbenz, su familia y decenas de colaboradores se habían refugiado en la Embajada Mexicana. El 5 de julio de 1954, el editorial de El Universal se titulaba "Refugiados y delincuentes". Denunciaba a los refugiados guatemaltecos de ser "extremistas políticos" que en su propio país habían cometido actos criminales. Advertía al gobierno que tratarían de propagar sus "ideas peligrosas" y provocarían el desorden.


El 13 de julio de 1954, Frida moría de pulmonía a los 47 años de edad, cerrando su corto pero fructífero ciclo de vida. Fue comunista hasta la muerte. A Frida Kahlo se le rindió homenaje de cuerpo presente en Bellas Artes y en su féretro fue colocada la bandera de la hoz y el martillo, a lo que el gobierno respondió con un escándalo y el cese inmediato del Director de Bellas Artes Andrés Iduarte por haber permitido que se velara a Frida con la bandera comunista. También la prensa, El Universal y Excelsior, atacaron furibundamente a Lázaro Cárdenas por asistir al velorio y al sepelio de Frida.


Su obra alcanzó fama y verdadero reconocimiento internacional después de su muerte. Su vida estuvo intrínsecamente ligada a la lucha de su pueblo y la de todos los pueblos del mundo, una vida consciente, comprometida y muy activa. Décadas después apareció en los años ochenta, la “Fridomanía” que alcanzó en Estados Unidos, México y el mundo tales dimensiones que pareciera ya saberse todo sobre la obra y la vida de la entrañable pintora mexicana, pero toda la narrativa se concentra en escudriñar su vida íntima, sus inclinaciones sexuales y sus dolores y sufrimiento. Se olvidan de lo esencial, de su lucha de toda la vida, sus claras posturas políticas, sociales y sus aportaciones a la mexicanidad, a la historia y civilización del Anáhuac y a su defensa de los pueblos originarios. Frida vivió, luchó y trascendió no solo en México. En todo el mundo se le reconoce como una mujer única y admirable.

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