Ana Arenas
El G-20 está compuesto por 19 países más la Unión Europea. Los estados miembros son: Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica , Corea del Sur, Turquía, el Reino Unido y Estados Unidos. También asisten los Organismos Financieros Internacionales: el Fondo Monetario Internacional (FMI) el Banco Mundial (BM), la Organización Mundial del Comercio (OMS) y otras.
Originalmente en 1976 se fundó el G-7 compuesto por las potencias capitalistas del mundo: Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido y Estados Unidos. En 2002 el G-7 aceptó a Rusia, convirtiéndose en el G-8
El G-20 nació como respuesta a las presiones de varios países que veían en el G 7 un grupo cerrado y cupular. Comenzó en septiembre de 1999 también como una respuesta a la crisis financiera de fines de los años 90. Su primera reunión se realizó diciembre de ese año en Berlín, Alemania.
Su surgimiento lo motivó la necesidad de reconocer la existencia de países emergentes que no estaban representados. Sin embargo la hegemonía del G-20 siempre lo han tenido las potencias imperialistas: EU, Alemania, Japón y sus organismos financieros FMI, BM, OMC, etc.
Los miembros del G-20 se reúnen para decidir los grandes temas de la economía mundial, para favorecer a las potencias imperialistas y a sus corporaciones. Son el “club de los ricos” donde se reúne la plutocracia mundial.
Desde 1999 el mundo se ha encaminado al desastre, han estallado los problemas de desempleo y migración, calentamiento global ocasionado por las grandes corporaciones, agudización de una crisis en la que se rescata a los más ricos y se hunde en la miseria al pueblo trabajador. Nada bueno le han traído al mundo las reuniones del G-20.
Este año 2019 a México lo representa el canciller Marcelo Ebrard y no asiste el presidente Andrés Manuel López Obrador. Esto ha sido muy criticado, como si el centro del mundo fuese el G-20. Pero en México estamos claros que la prioridad es el desarrollo nacional y los problemas del pueblo mexicano y no necesitamos pasar lista ante los poderes dominantes. Los ataques y las presiones de la oligarquía mundial contra el gobierno que derrocó al Prian no cesan. El Prian se sometió incondicionalmente a los poderosos del mundo a costa del pueblo mexicano y los grandes ricos no quieren, por supuesto, un cambio en México. Los patriotas mexicanos no nos preocupamos por la ausencia del presidente en el G-20, en su lugar asiste un hombre capaz y responsable de la política exterior mexicana.
Comments